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martes, 12 de agosto de 2014

Diego López y el pecado de hacer bien el trabajo

No soy de Iker Casillas. Ni tampoco de Diego López, aunque el titular que acompaña a estas líneas pudiera indicar otra cosa. Soy del Real Madrid. Y esto implica apoyar al equipo blanco en todo momento y desear que cuando cualquiera de sus jugadores salta al campo para defender su escudo lo haga de la mejor forma posible. Por eso, veo inútil enzarzarse en una guerra cruzada sobre qué portero es mejor o quién ha hecho más méritos. El mejor club del mundo está de por medio y, cuando eso pasa, lo personal pasa a un claro segundo plano.

A partir de esta premisa me formo mis propias opiniones, como todo el mundo. Y de la venta de Diego López tengo una muy clara: su salida ha sido una verdadera lástima. Porque el gallego ha acabado siendo una víctima inocente de una situación que 'se ha salido de madre' en el último año y medio. Solo se le puede acusar de ser madridista y de hacer las cosas lo mejor que ha podido. Lo cual, por cierto, ha sido más que suficiente para que cumpliera de sobra con las exigencias de un club como este. Por mucho que lo intento, me cuesta mencionar a un solo jugador en la historia que haya sido sometido a más presión mediática que Diego López. Y, a pesar de todo, el de Paradela ha callado, ha apretado los dientes y ha trabajado cada día más duro para ganarse la confianza del entrenador.

Quizás Diego López no sea el mejor portero del mundo. Ni siquiera de España. Pero es un gran cancerbero y un profesional con mayúsculas. Su 'pecado' ha sido hacer su trabajo bien, muy bien. Le ha dado al Real Madrid el mejor año y medio de su carrera, a un nivel al que pocos podían imaginar que podría llegar. En este tiempo le recuerdo muy pocos fallos de bulto en la portería del equipo blanco, aunque los ha tenido como humano que es. Y tampoco la suerte le ha acompañado a la hora de ganar títulos con él bajo los palos. Lo digo porque he llegado a leer argumentos de que siempre que él ha jugado el equipo no ha ganado nada. Son críticas a todas luces injustas; porque en este deporte las derrotas, al igual que las victorias, siempre responden a una labor colectiva.

Casillas y Diego LópezEn este punto lo importante es que Diego se va, y lo hace porque la cuerda se ha roto por el lado más débil. Su caché es menor que el de Casillas y su bagaje y peso en el club también lo es. El gallego responde a un portero de perfil bajo, aunque su rendimiento en el campo haya demostrado que merecía más reconocimientos y portadas. El ex del Villarreal cobra menos que el mostoleño y arrastra a menos masas, para bien o para mal. Es más fácil abrir la puerta de atrás para que se vaya él que para que lo haga Iker. Así es. Como digo, es una verdadera lástima y una injusticia con muchos padres; porque su trabajo, dedicación y madridismo no merecían este final. Por lo tanto y en el momento del adiós, cero reproches para él y un aplauso de reconocimiento, con la seguridad de que muchos madridistas le recordaremos siempre con cariño y respeto.

Ahora Diego se va y se queda Iker. Complicada papeleta la suya. Durante muchos años le he visto como el mejor del portero del mundo. Ya no lo es, evidentemente. Y esto es así por su cabeza, por las constantes distracciones a las que ha sido sometido los dos últimos años y por una evidente dejadez derivada de no tener nadie que le tosiera durante años. La presión para él también es enorme y al final ha acabado siendo devorado por el 'agujero negro' formado por la prensa, las redes sociales y las propias exigencias del club y la selección. Visto el Mundial y su partido de pretemporada ante el Manchester queda claro que no tiene la cabeza en su sitio. No está centrado. Y diría que le veo así desde su fallo en la final de Champions en el gol de Godín. A partir de esa jugada su rendimiento ha ido en picado porque el primero que ha dejado de creer en Casillas ha sido él mismo.

Creo que su problema está en su cabeza, no en su cuerpo. Iker ha cometido errores últimamente, tanto dentro como fuera del campo. Pero sigue vistiendo la camiseta del Real Madrid. Y ha hecho muchas cosas por este equipo. Sus manos (y pies) han ayudado a ganar multitud de títulos. Solo por eso merece una consideración y los mejores deseos cada vez que salte al campo para defender este escudo. Por una cosa o por otra (y no solo por decisión suya) al final el elegido para continuar en el club ha sido él, por lo que toca apoyarle cada vez que juegue. Los resultados del equipo irán en ello. Y luego, una vez que le llegue el momento de separar su camino del Madrid, será el momento para hacer balance. Porque de seguir haciéndolo ahora lo único que conseguiremos será alimentar más la hemorragia interna que nos está amargando el año de la 'Décima'.

domingo, 27 de julio de 2014

Que los fichajes no acaben enterrando el equilibrio

Cada pretemporada el Real Madrid tiene complicado superarse en lo que a ilusión respecta y este año el listón estaba realmente alto tras la conquista de la 'Décima'. Sin embargo, Florentino está haciendo los deberes de manera perfecta y todo hace pensar que en septiembre tendrá una matrícula de honor por sus fichajes veraniegos. Aunque para ello será necesario mantener el equilibro en la plantilla y no obviar la importancia de contar con jugadores de contención para sostener al Madrid más talentoso desde la 'era galáctica'.

Más allá de la necesidad o no de James Rodríguez, de la que ya hablé en estas líneas hace varias semanas, el fichaje del colombiano es una gran operación. Tanto a nivel deportivo, por tratarse de una estrella en ciernes, como a nivel económico y mercantil. Y de Kroos se puede decir más de lo mismo. Son dos grandes jugadores que vendrán para incrementar aún más el talento del centro del campo merengue y que multiplicarán las opciones ofensivas de las que dispondrá Carlo Ancelotti. Porque no cabe duda de que son dos futbolistas de claro perfil atacante que terminará jugando en posiciones más o menos avanzadas.

Queda claro, por tanto, que el club está apostando por centrocampistas atacantes. Pero mientras tanto se habla mucho de la posible salida de Sami Khedira, al mismo tiempo que Casemiro ya entrena en el Oporto tras cerrar su cesión por un año. El alemán está jugando sus bazas, que no son otras que los 11 meses de contrato que le restan con el Real Madrid. El club le ha ofrecido renovar un par de veces, pero el campeón del mundo está dilatando la decisión para olfatear el ambiente y ver si en enero algún club le podría por un suculento contrato a sumar a una atractiva prima de fichaje.

Carlo Ancelotti y Sami KhediraLa de Khedira es una situación a la vez peligrosa y delicada. Peligrosa porque el alemán es uno de los tres centrocampistas de corte defensivo (junto a Illarra y Xabi) que ahora mismo dan equilibrio a la plantilla. Y delicada porque con buena lógica el Real Madrid no está muy dispuesto a dejar que Khedira caduque su contrato sin renovarle. Si el futbolista quiere dejar el club este verano es el momento, pues podrá sacar poco más de 20 millones de euros por su venta. Por lo tanto, en este asunto urge tomar una decisión inmediata, a ser posible en la primera quincena de agosto, una vez que el teutón se reincorpore de sus vacaciones.

Hace justo un año Carlo Ancelotti llegó al Real Madrid con la palabra "equilibrio" en la boca. Y la utilizó como premisa para confeccionar su equipo. Lo consiguió porque el conjunto blanco logró la 'Décima' y la Copa del Rey. Sin embargo, los fichajes de Kroos y James y la baja de Casemiro ha descompensado un poco la balanza hacia el ataque. Por eso el papel de Khedira es fundamental. O en su defecto, si el alemán saliera, de un jugador de su mismo perfil. En este contexto no se puede olvidar que también está previsto que salga Di María, un jugador que precisamente era clave por su capacidad de estar arriba y abajo en cada momento. De ahí que el Real Madrid no deba permitirse la venta del argentino y el alemán sin plantearse la llegada de, al menos, un recambio para el centro del campo.

La 'era galáctica' de principios de siglo no llegó demasiado lejos precisamente por eso: Makelele fue uno de los pocos sostenes que tenía el centro del campo de semejante constelación de estrellas. Porque ese Real Madrid fue uno de los mejores conjuntos jugador por jugador de todos los tiempos, pero no tenía mucho de 'equipo'. La prueba es que cuando el congoleño se marchó todo empezó a caer como un castillo de naipes. Ahora, en cambio, Ancelotti cuenta con estrellas ensambladas en un 'equipo'. Es el matiz diferenciador. No me cabe ninguna duda de que el Real Madrid de hoy está mucho más preparado y completo que el de Roberto Carlos, Zidane, Beckham, Figo, Raúl o Ronaldo. Pero para seguir así no puede renunciar a contar con 'obreros' como Khedira o Illarra. Así que por mucho que guste mirar hacia delante, no nos olvidemos de mirar también hacia atrás, no nos vayamos a dejar por el camino el equilibrio que tanto nos costó conseguir.

sábado, 4 de enero de 2014

A falta de fichajes, bueno es Jesé

Quién lo iba a decir, pero estas Navidades el jugador del Real Madrid que ha acaparado las portadas de la prensa no ha sido Cristiano. Ni Bale. Tampoco Xabi Alonso. Se ha tratado de Jesé. El canario ha sabido aprovechar de forma magnífica la hora de juego que ha tenido entre los partidos de Mestalla y Doha para marcar dos tantos que le dieron el triunfo del equipo. Un par de goles que vienen a confirmar que este jugador está lo suficientemente maduro como para empezar a dar de qué hablar.

El club lleva varias semanas teniendo muy claro que la plantilla no se iba a tocar ni un ápice este mes de enero. Ni en lo que respecta a las entradas ni en la parcela de las salidas. Y eso que se han dado situaciones para cambiar de opinión, pues en el último mes ha quedado claro que la zona defensiva está algo debilitada por la imprevisible baja de Varane; mientras que en ataque la segunda línea está solucionando la evidente falta de gol de dos jugadores como Benzema y Morata.

Por eso, la irrupción de Jesé está siendo un soplo de aire fresco para el equipo merengue. El canterano aspira a aportar un plus al Real Madrid en el segundo tramo de temporada, ampliando un poco más el potente abanico ofensivo que tiene Carlo Ancelotti a su disposición. Su situación no es fácil, pues su estilo de juego le hace competir directamente con algunos de los futbolistas más importantes de la plantilla: Cristiano, Bale o Di María son jugadores similares a Jesé. Aunque en un equipo siempre debe haber sitio para los buenos y el canario lo es.

Es bueno y lo está demostrando. Muchas veces la diferencia en un canterano entre llegar y triunfar y quedarse por el camino está en la personalidad. Pero Jesé la tiene, y mucha. No es un joven que se achante, pues tiene descaro y no se corta a la hora de jugar. Se puede decir que tiene todas las condiciones para triunfar en este club, pero que lo haga o no ya dependerá de su comportamiento y de cómo tenga amueblada la cabeza.

Ahora lo importante es que Jesé mantenga los pies en el suelo y no se deje llevar por esta corriente adulatoria. Debe ver que todavía no ha hecho nada con este club. En el madridismo hay muchas ganas de tener a un nuevo canterano como estrella, pues el último con este estatus es Iker Casillas. Mucho ha llovido desde entonces. En estos días estamos leyendo cómo mucha gente pide su titularidad, por lo que la misión del futbolista será alejarse de estas opiniones y mantener un discurso de humildad.

Es evidente que Jesé se está ganando en el campo contar con más oportunidades, pero su progresión no puede saltarse pasos. Hoy por hoy el Madrid no necesita depender de un diamante en bruto como él, así que lo que toca es seguir puliéndolo poco a poco con esmero. Su papel no debe verse aún como el de una estrella titular, sino como el de un magnífico 'fichaje' de futuro con mucho todavía por crecer. En las próximas semanas la misión de Ancelotti será ir dándole más oportunidades sin alterar la armonía ofensiva del equipo, y sabiendo explotar las características que lo hacen diferente. Así que por delante queda todavía lo más difícil, la consolidación. Pero hay 'materia prima' y, si todo sigue por el buen camino, tendremos muchos motivos para ilusionarnos.

viernes, 30 de agosto de 2013

A buenas horas, Kaká

Ha pasado tanto tiempo sin que Kaká diera síntomas de tener la más mínima intención de irse que su anuncio de este jueves cogió a todo el mundo por sorpresa. Después de 65 millones y cuatro años totalmente vacíos, el brasileño se ha dado cuenta de que no va a triunfar con la camiseta blanca. Por fin ha decidido poner fin a su etapa en Madrid y a una ficha escandalosa a cambio de una aportación prácticamente anecdótica.

Gran parte del madridismo no pudo evitar realizar un suspiro de alivio cuando el futbolista decidió dar la cara en la zona de mixta de Riazor para dar un discurso totalmente opuesto al que ha tenido en las últimas temporadas. Tras varios años diciendo continuamente que su deseo era quedarse en el Real Madrid, por fin el jugador ha cambiado de parecer. Sin embargo, su decisión ha llegado a destiempo y de forma impulsiva, dejando al club ante una carrera de contrarreloj donde el futbolista no tiene mucho que perder.

La cuestión es qué ha estado pensando Kaká durante los últimos 45 días. Fechas totalmente perdidas, las cuales hubieran venido muy bien para encontrar la mejor solución a este asunto. Pero en lugar de decir públicamente el 15 de julio que quería irse lo ha hecho el 29 de agosto. Curiosamente en este tiempo el Real Madrid le ha dado minutos para que se rodara en la pretemporada y le ha preparado un plan específico para que potenciara su maltrecha rodilla. Todo un trabajo de apoyo al futbolista que ahora se encuentra con un desdén de última hora que obliga a buscar soluciones inmediatas.

Pero, ¿cuándo se ha dado realmente cuenta Kaká de que su etapa en el Real Madrid debía finalizar? Todo hace pensar que no mucho tiempo. Quizás una semana, cuando se llevó varios abucheos en el, precisamente, partido más festivo de la temporada, el del Trofeo Bernabéu. Una amplia parte del madridismo ya no le pasa una, no le consiente su evidente dejadez ni sus carreras al trán-trán por el césped. Porque es evidente que Kaká nunca ha estado a su verdadero nivel en Madrid. Su brillantez se resumió en tres años magníficos y espléndidos en Milan, pero a partir de ahí, perdió su desborde y su velocidad sin parecer importarle demasiado.

Porque Kaká no ha dejado sensación de ambición a su paso por Madrid. Bien es cierto que ha sido profesional y ha sabido asumir su suplencia como el que se sabe a menor nivel que sus compañeros. Pero no evidenciado hambre ni ganas por agradar, ni por luchar por estar en el once. No se le ha apreciado un gran esfuerzo a pesar de sus limitaciones físicas. Simplemente se ha limitado a ser obediente y a cobrar escrupulosamente su contrato. Su situación profesional en el Madrid era ventajosa, y eso lo ha primado frente a su mala situación deportiva.

Ante ello es inevitable pensar que esta decisión ha llegado un par de años tarde. En su momento no fuimos pocos los que pedíamos nuevas oportunidades para el jugador, confiando en que Kaká sorprendiera a todos recordando por momentos a su antigua versión. Pero lo cierto es que ni él mismo parecía creer en ello. Minutos ha tenido y lo máximo que se le ha visto ha sido algún que otro gol interesante en partidos ante rivales de media tabla. La mayoría de ellos gracias a su buen disparo, no a una gran jugada personal. Porque el que tiene calidad la conserva toda su vida, más allá de sus condición física.

Se suele decir que mejor tarde que nunca. A ello toca agarrarse ahora, esperando que el club esté a tiempo de encontrar una solución para todo este asunto. Lo idóneo hubiera sido poder haberlo hecho hace varias semanas, no con la presión del calendario encima. Sin embargo, la situación es la que es y mejor esto que contar otra temporada con un suplente de lujo con muy poco que aportar. Al fin y al cabo, el club no puede dejar escapar la oportunidad ahora que se le ha presentado, aunque no haya sido de la mejor manera.

sábado, 22 de junio de 2013

El verano más misterioso de Florentino

Piano, piano. Ésta parece ser la consigna que el Real Madrid se ha dado en los despachos para este verano. En estos días se cumple prácticamente un mes desde la finalización de la Liga y desde que el club blanco hiciera el anuncio de la salida de Mourinho, pero aún no se ha dado oficialidad a la contratación de su relevo, Carlo Ancelotti. Algo que provoca la sensación de que las cosas están paradas en las oficinas del Santiago Bernabéu, pero nada más lejos de la realidad.

La realidad es que Florentino Pérez y su directiva llevan trabajando varias semanas con la máxima intensidad para que a partir de julio se empiecen a ver los frutos. Que Ancelotti aún no haya firmado no es incompatible con que lleve varios días de ardua labor para planificar el nuevo Madrid. Y es que el conjunto blanco prefiere llevar las cosas con calma y en bastante silencio para luego sorprender a sus aficionados. La consecuencia de ello es que los medios de comunicación se están viendo obligados a especular más de lo habitual en estas fechas, que ya es decir.

Por todo ello estamos ante uno de los veranos más intrigantes en el club de las dos etapas de Florentino Pérez. En otras ocasiones los objetivos estuvieron muy claros casi desde el principio: Zidane, Ronaldo, Beckham... Pero ahora hay muchos nombres sobre la mesa y multitud de dudas. Ni siquiera la opción de Bale está asegurada, toda vez que el Tottenham tiene previsto descolgarse con unas peticiones económicas que sonarán exageradas. Evidentemente, el galés es el hombre a fichar,  pero Florentino Pérez tiene claro que no se dejará tomar el pelo en esta operación.

Más. ¿Fichará el Real Madrid un delantero? A saber. Benzema tiene su puesto asegurado y Morata, ídem después de la brutal progresión que ha demostrado en este final de temporada. Son dos '9', aunque ninguno de los dos está en condiciones de asegurar los 35-40 goles por año que el Madrid le debe pedir a su ariete titular. Cavani gusta, pero una vez más Florentino no hará locuras por él ni se gastará los 63 'kilos' de su cláusula. Y antes hay que dejar salir a Higuaín para hacer caja. Así que este tema también puede quedar para definirse en el mes de agosto.

En el centro del campo el hombre inmediato podría ser Isco. El Madrid ha 'apretado' por él más por cuestión de talento que por necesidad. Con Özil, Modric o Kaká su posición está bien cubierta. Pero la realidad es que el club no se puede permitir que semejante talento salga con destino a Inglaterra. Es el mejor jugador de Europa a su edad y es español. Así que su fichaje sería siempre una buena compra. Aunque no sea vital contar con él, pide a gritos un hueco. Y así debe ser.

Pero en la medular hay más dudas. ¿Fichará el Madrid a un centrocampista organizador como Verratti o Gündogan o lo dejará la para la temporada próxima? Para mi gusto debería hacerlo de forma inmediata, pero es también de lo más complicado. Ninguno de estos dos hombres parecen decididos a cambiar de aires este verano y lo más probable es que haya que tener paciencia y dejar todo para el 2014. Para entonces quizás sí que sea imperiosa su contratación, toda vez que Xabi Alonso tiene su renovación en el aire.

Y en defensa veremos si Ancelotti hace alguna petición, aunque todo hace pensar que el Madrid se quedará con lo que ya tenía más Carvajal. Sin Carvalho es posible que Albiol siga una temporada más, por lo que el equipo conservaría a cuatro centrales y a Nacho. El canterano podría ser el comodín idóneo para paliar la baja de Coentrao en el caso del que el luso se vaya este verano. Pero no descartemos sorpresas tanto en esta posición como en las demás. Este verano promete ser el más misterioso en el Real Madrid en mucho tiempo. Florentino ha hablado poco de nombres en los últimos días y ha trabajado mucho. Así que seguro que no defrauda a nadie del madridismo, fiel a su costumbre.

jueves, 16 de agosto de 2012

Un 'Fideo' que enriquece al Madrid

Hace unos días tuve la oportunidad de trasnochar para ver en directo el partido entre el Real Madrid y el Milan. Más allá de ser un simple amistoso, el partido me dejó detalles interesantes que creo que invitan al optimismo. El equipo blanco ha dejado claro en esta pretemporada que va a ser fiel a la marcada identidad que tuvo la temporada pasada, con el añadido de que este año posiblemente cuente con una versión de Di María ampliada y mejorada respecto a los dos últimos años.

Sobra decir que el 'Fideo' me encantó en el choque ante los italianos. Se nota que ha tenido más tiempo que la mayoría de internacionales del equipo para trabajar en pretemporada, porque ha llegado a mediados de agosto con un estado de forma que le hace marcar las diferencias en los partidos. El argentino está fresco, con un punto de velocidad y de desborde que lo convierten en candidato a jugador determinante del Real Madrid en este exigente comienzo de temporada que nos espera en los próximos días.

Cuando llegó al club hace dos años Di María ya era bueno, muy bueno. Muchos se echaron las manos a la cabeza por haber pagado el club más de 30 millones por un jugador que venía del Benfica. Pero al final resulta que está siendo muy rentable su fichaje, porque el extremo es uno de los futbolistas que mejor progresión ha mostrado en el club en la última década. Sus números en estos dos años han sido brillantes y han estado muy por encima de las expectativas creadas por su fichaje, y todo a pesar de que los problemas físicos no le han dejado rendir a su verdadero nivel.

Porque, aunque estamos ante un futbolista frágil físicamente, su potencial futbolístico parece no tener límites. Cuando las lesiones le respetan, Di María está demostrando ser un futbolista de primer nivel, vital para darle un plus a sus equipos, el Madrid y la selección argentina. Su gol del pasado miércoles ante Alemania fue, sencillamente, espectacular. Pero sus capacidades no se quedan en el hecho de marcar goles, sino que también estamos ante un futbolista cuya aportación es clave a la hora de generar juego. Junto a Özil y Messi es uno de los mejores asistentes de la Liga española y su capacidad para ver el juego entre líneas está fuera de toda duda.

Por eso, el madridismo debe 'tocar madera' para que este curso la salud esté del lado de Di María. En una pretemporada extraña como ésta, en la que todavía no ha habido fichajes, la afición tiene ganas de ver detalles nuevos con los que ilusionarse un poquito más. Y el argentino puede ser uno de los factores diferenciales respecto al curso pasado. En la última temporada quedó la sensación de que el de Rosario vió truncada su progresión en su rendimiento por una inoportuna lesión, de manera que ahora tiene la oportunidad de desquitarse y aportar un 'plus' que pueda impulsar al club a cotas más altas que la Liga lograda recientemente.

Estoy seguro de que todavía no hemos visto a Di María dando el máximo de sus posibilidades. Es cierto que se trata de un jugador lastrado por su condición de zurdo cerrado, pero sabe suplir esta carencia con un dominio exquisito de su pierna buena. En mi opinión, Ángel solo está un escalón por detrás de los dos grandes reyes del fútbol mundial en la actualidad, Cristiano Ronaldo y Messi. El argentino es un crack en toda regla al que solo le hace falta una temporada con cierta regularidad para demostrarle al mundo que es uno de los 'elegidos' con capacidad para decidir partidos (y títulos) por sí solo. Brillar en un club como el Madrid es muy difícil, pues está lleno de estrellas que tienen luz propia. Pero Di María es un jugador que ya ha dado muestras de poder hacerlo, por lo que para este año cabe esperar lo mejor de él. Si consigue rendir al máximo, el equipo dará un salto cualitativo apreciable que se traducirá, seguramente, en una exitosa temporada.

lunes, 16 de julio de 2012

La temporada del continuismo

Lo que funciona, mejor no tocarlo. Ésta es una máxima que el Real Madrid ha decidido aplicar para esta temporada. Tampoco es que el mercado de fichajes vaya a dar mucho de sí, pues la situación económica del mundo del fútbol está acorde con el panorama social que vive Europa en los últimos años. Por eso, el equipo blanco ha optado por asumir su condición de campeón para mantener el bloque con el que consiguió el éxito. Este verano no nos esperan varios ni escandalosos fichajes, aunque el de Modric pase por ser uno de los bombazos de esta pretemporada.

Como viene siendo habitual, este año el Real Madrid está condenado a vender barato y a fichar caro. De hecho, con jugadores como Gago y Lass está apurando sus opciones de traspaso con la intención de sacar más de cinco millones de euros por cada uno de sus traspasos. El problema es que el tiempo juega en contra de los intereses del club, pues los equipos interesados saben que en las oficinas del Bernabéu 'queman' estos dos futbolistas. Hay necesidad de desprenderse de ellos y cuantos más días pasen, cotizarán más a la baja en el mercado. Bajo este punto de vista, creo que darles salida en el mes de julio sería todo un éxito para el club.

Con Kaká la historia es similar, solo que amplificada por el mayor valor del brasileño. El Madrid se está tomando con calma su venta porque quiere recuperar una pequeña parte de lo invertido hace tres años en su contratación. No estaría mal sacar algo más de 20 millones por su venta, lo que ayudaría a paliar la sensación de fracaso de esta operación. En su lugar va a venir prácticamente seguro el croata Modric por un verdadero 'pastizal'. Porque, como digo, el equipo blanco se va a ver forzado a tener que pagar un plus en esta operación por ser uno de los clubes más poderosos del mundo. ¿Quién puede afirmar que Modric valga hoy en día 35-40 millones de euros? Diría que nadie, pero es lo que hay. En condiciones normales su precio no iria más allá de los 25-30 'kilos', pero vendrá con sobreprecio, como pasa con casi todos.

Como fichaje, el croata no me ilusiona demasiado, pero tampoco me desagrada. Lo veo como un jugador del perfil de Guti, un mediapunta con nociones de creación de juego. Pero no lo percibo como el 'cerebro' que pueda hacer las veces de Xabi Alonso, pues no percibo que esté muy cómodo jugando cerca de la línea del centro del campo. Imagino que Mourinho se habrá planteado la llegada de Modric como solución a la más que posible venta de Kaká, así que el cambio de cromos está más que cantado y no intuyo que la mejoría vaya a ser notoria con la operación.

Y, por lo demás, solo parece haber un hueco en el lateral derecho. Una posición bien cubierta con Arbeloa, pero que necesita de un recambio ante posibles imprevistos. Ahí el que venga tampoco cambiará mucho el equipo, pues únicamente se ganará en una alternativa para la banda. Por juventud quizás el nombre que más encaje para el puesto sea Lucas Piszczek, aunque es posible que Mourinho acabe optando por una de las opciones más sencillas, experimentadas y baratas: Maicon o el libre Bosingwa.

Parece poco, pero ésto es todo lo que parece que va a dar de sí el verano merengue. La temporada pasada el Real Madrid ya tenía un equipazo, posiblemente la mejor plantilla del país y de Europa. Y no tiene pinta de que esto vaya a cambiar en el nuevo curso, porque el resto de equipos tampoco se están moviendo mucho ni tienen perspectivas de hacerlo. Quizás estemos cerca de vivir una Liga muy similar a la última, pues habrá pocos cambios y no muy notorios. El Barcelona ha sumado de momento al lateral zurdo de moda, Jordi Alba, y será ligeramente mejor al del año pasado, pero está por ver qué tal responde el equipo al cambio en el banquillo. No tengo tan claro que la apuesta continuista les vaya a salir como esperan. Las comparaciones nunca son buenas y la sombra de Guardiola va a planear sobre el Camp Nou desde el primer partido.

En Europa el PSG apunta alto, pero puede que en su primer temporada a lo grande pague la poca experiencia y el apostar por un bloque renovado. Y también estará el City, quien precisamente fracasó en las competiciones continentales por lo que comento que le puede pasar al conjunto francés. Grandes incógnitas que se unirán a las sólidas candidaturas de los ya tradicionales United, Bayern, Milan o Juventus; entre otros. Aunque sin modificarse mucho las tendencias de los últimos años, ya que este verano está llamado a ser muy tranquilo. El panorama no va a cambiar mucho y el Real Madrid va a mantenerse en esta línea. Toca apostar por el bloque que nos dio la Liga, pues el trabajo más difícil ya se hizo en los dos primeros años de Mourinho. El de hacer un equipo sin costuras.

jueves, 5 de julio de 2012

El verano pide paciencia

5 de julio y el Real Madrid no ha firmado aún a ningún jugador para la temporada 2012/13. Justamente la situación contraria al año pasado, cuando a estas alturas el club ya había fichado a los cinco futbolistas que iban a reforzar la plantilla. Entonces los deberes del verano se hicieron con antelación, aprovechando las 'gangas' que se le habían presentado en los meses de mayo y junio: Callejón, Altintop, Varane o Sahin llegaron a bajo precio y de manera casi anticipada. Pero este año, la historia promete ser muy diferente.

La temporada 2010/11 no fue de mal balance, pues el equipo conquistó la Copa del Rey y rozó éxitos mayores en la Liga y la Champions. De ahí que Mourinho solo viera la necesidad de reforzar la plantilla con cinco jugadores, ninguno de ellos susceptibles de ser titular en el equipo. Se buscó clase media, futbolistas de complemento para un once inicial portentoso que solo necesitaba terminar de secar el cemento que se le había aplicado a lo largo del año. Y así sucedió, porque en la última campaña el Real Madrid cerró la mejor trayectoria liguera de sus historia y logró competir de tú a tú con el todopoderoso Barcelona.

Ahora la Liga conquistada ha traído tranquilidad al club blanco. El once del equipo suena a prácticamente inamovible, pues no parece que el club pueda encontrar mejores alternativas para sus titulares, tal y como ha evidenciado la Eurocopa. Ramos, Pepe, Xabi, Khedira, Özil, Cristiano Ronaldo, Benzema o Higuaín son los mejores en su puesto; así que, si acaso, solo es necesario seguir tapando las ligeras goteras que se aprecieron en la última temporada: el lateral derecho y la mediapunta, sin olvidar quizás el mediocentro y el centro de la defensa.

Bajo esta premisa, la ecuación de los fichajes veraniegos del Real Madrid se reduce a dos o tres incógnitas, cuatro a lo máximo. Y una de ellas pasa por Kaká, pues sin traspaso del brasileño no parece que vaya a haber sustituto que venga. Las opciones de Modric o Silva dependen de que el sudamericano decida irse y para eso tiene que venir un club que le iguale o le mejore la ficha de 10 millones de euros anuales que tiene. Muy difícil, vamos. Aunque el Mundial de Brasil 2014 no está lejos y quizás el jugador sacrifique algo el aspecto económico por conseguir el sueño de jugar con su país en un acontecimiento tan especial.

No me cabe duda que los fichajes de este año del equipo están más condicionados que nunca a las salidas. Sobran cuatro o cinco jugadores y, mientras ellos estén, no habrá hueco para la gente nueva. Y, al igual que con Kaká, no parece sencillo que el Madrid les consiga acomodo en otros clubes. Como en este equipo no se está en ningún lado, sobre todo en el aspecto económico. Aunque seguramente se encuentre una solución para la mayoría de ellos y en unas semanas consigamos ver cómo jugadores como Gago, Lass, Carvalho o Altintop abandonan la disciplina blanca; probablemente a precio de saldo.

El proceso será laborioso y creo que propiciará que las contrataciones se demoren este año más de lo habitual. Habrá pocas caras nuevas y posiblemente lleguen tarde. La época de los fichajes 'galácticos' de Florentino ya es historia, pues ahora la política es diferente. Ya no es una cuestión de traer muchos cromos para hacer una plantilla llena de estrellas, sino de construir un grupo ganador donde todas las piezas encajen. Las principales ya están listas y acopladas, pero queda completar la gran obra con unos pocos refuerzos con la 'bendición' de Mourinho. Los mismos llegarán, pero habrá que armarse de paciencia. Antes tocará hacer sitio.

viernes, 2 de marzo de 2012

Un escándalo llamado David Silva

Permítanme que en las siguientes líneas me conceda la licencia de fantasear. En mi mente todavía perdura el partido que David Silva hizo el miércoles con la selección española ante Venezuela. Él, junto a jugadores como Iniesta, Xabi Alonso o Cesc, dio toda una exhibición de fútbol sobre el césped de La Rosaleda, dejando claro lo que muchos aficionados a la Premier llevan meses sabiendo: que Silva es uno de los cinco mejores jugadores del mundo de la actualidad.

Sin embargo, en lugar de jugar en un grande europeo, está en el Manchester City, prácticamente exiliado. Evidentemente que no es cuestión de despreciar al conjunto inglés, máximo candidato a ganar la Premier y la Europa League. Todo un equipazo. Pero seamos claros, el City es un club que no hace honor por historia al jugador canario. Se trata de una plantilla artificial, hecha recientemente a base de talonario en base a un palmarés interesante, aunque pobre a nivel nacional e internacional. Por eso, por mucho poder económico que tenga, nunca podrá competir de igual a igual con otros clubes con más caché como el Real Madrid, el Barcelona, el Milan o el Bayern de Munich.

Y sin embargo, Silva juega cada fin de semana en el Etihad Stadium. A su lado tiene a grandes estrellas como Ballotelli, Nasri, Agüero, Dzeko o Richards. Jugadores de primer nivel. Pero tengo la sensación de que este equipo se le queda corto, que cada día que pasa jugando con su camiseta se comete una injusticia con el mundo del fútbol. Porque David merece mucho más, merece ser una estrella mundial a la altura de los más grandes, de ésos que están año sí, año también, en la lista de candidatos al Balón de Oro. Merece vestir la camiseta del Real Madrid.

No pasa el día o la semana sin que yo, como aficionado y madridista, lamente que el club no lo fichara en el verano de 2010. Que Mourinho prefiriera otras opciones. Es verdad que en su lugar trajo a Mesut Özil, otro de los llamados a hacer historia con su chistera. Con el alemán más Kaká parecía que la posición estaba cubierta, por lo que el talentoso canario no tenía sitio. De hecho, no me extrañaría que el entrenador hubiera tomado la decisión de no traerle por la poca fortaleza física del ex valencianista, pero ése es un problema que ha subsanado en sus dos años en Manchester.

En su lugar, Silva tuvo que irse a la Premier, donde ha explotado como una supernova. En Inglaterra ha ganado juego táctico y ha desatado su fútbol, convirtiéndose en uno de los mayores reclamos de la Premier. Pasarán décadas y los más viejos del lugar seguirán recordando la tarde de octubre en la que el pequeño español guió al City a humillar al United por 1-6 en Old Trafford. En definitiva, un crack, un jugador superlativo a la altura de los mejores: de  Xavi, Iniesta o Xabi Alonso.

Hace unos días se publicaban unas declaraciones del futbolista en las que, con un deje de cierto rencor, venía a decir que el Madrid excusó su negativa a contratatarlo en base a rumores infundados. Intuyo que el deseo de Silva era vestir de blanco, no en vano de cadete hizo pruebas para acceder al club. Él tiene la espina clavada de no haber podido triunfar en el Real Madrid y con ella posiblemente se quede. A no ser que el equipo haga algo para rescatarlo.

Porque aún están a tiempo. El jugador acaba de cumplir los 26 años, está en el mejor momento de su carrera deportiva y sus límites todavía parecen lejanos. Nadie duda ya de que va a ser titular con la selección española en la próxima Eurocopa y de que, si le dejan, hará historia como uno de los mediapuntas más talentosos de toda la historia. La cuestión es que su futuro no se escribiría igual en el Manchester City que en el Real Madrid. Porque jugar en el Santiago Bernabéu le colocaría definitivamente en el Olimpo del fútbol. Y, de paso, cumpliría su sueño y mi deseo. El de ver a este escándalo de jugador vistiendo de blanco. Por la Liga española, por el Real Madrid, intentemos fichar el próximo verano a David Silva.

viernes, 4 de noviembre de 2011

Un Madrid borroso

A punto de cumplirse el primer mes de competición para el Real Madrid de baloncesto, ya se pueden ir haciendo las primeras lecturas sobre lo visto estas cuatro semanas. El proyecto más ambicioso del Real Madrid en la última década ya está en liza bajo la batuta de Pablo Laso. En plantilla, hasta ocho jugadores que cerraron de manera mediocre la temporada pasada, pero con cuatro caras nuevas que han llegado para dar un salto de calidad de valor diferencial. Y los resultados de ello ya empiezan a saltar a la vista.

Y no me refiero solo a ganar o perder los partidos. Lo digo porque el juego del equipo ha variado completamente, cimentándose sobre una filosofía antagónica a la que regía el Real Madrid la temporada pasada. De ser una escuadra que buscaba el control del ritmo del partido y se apoyaba en la defensa para ganar, ahora se ha pasado a todo lo contrario: velocidad, intensidad y juego ofensivo, dejando en un plano secundario lo que respecta a no recibir puntos. Ahora el Real Madrid es un equipo vistoso que encaja mucho mejor en las características de sus jugadores. Porque seamos realistas, con Messina y Molin gente como Mirotic, Velickovic, Sergio Rodríguez o Llull tenían condicionado su baloncesto.

Así que, esta temporada se podrán ganar títulos o no, pero los aficionados han ganado un equipo espectacular, cuyo juego entra por los ojos. A ello han contribuido las dos grandes sorpresas del mercado español, los fichajes de Rudy Fernández e Ibaka. El 'lockout' ha permitido que los dirigentes blancos hagan las dos mejores contrataciones de la sección en años. La lástima es que, por mucho que se pueda desear lo contrario, el parón sindical de la NBA no parece que vaya a ir más lejos de principios del año que viene. Y eso, con suerte.

Es decir, que este Real Madrid, tal y como el que jugó el jueves en Tel Aviv, no sobreviva más allá de un par de meses. Es un conjunto hecho para el aquí y ahora, no para los meses de abril, mayo y junio, cuando el equipo se juegue los títulos. Entonces, prácticamente seguro que Ibaka no estará, mientras que es probable que Rudy tampoco. Sobre el balear tengo más dudas, pues sospecho que cada día que pasa en el club, el Madrid lo gana un poquito más para su causa. Cuando el 'lockout' termine la pregunta que le asaltará será si le conviene más quedarse liderando a un equipo que aspira a todo en Europa o volver a la NBA para jugar un puñado de minutos con los campeones del anillo en una temporada apresurada y a medio disputar.

Imagino que, ante el (im)previsto de la salida de estos dos NBA, el Real Madrid ya tendrá pensado un plan B. Pero sea como fuere, sin Rudy e Ibaka el Madrid pasaría de ser un equipazo a ser un gran equipo. De poder ganar todo lo que juegue a pelear por estar en las finales y, con suerte, ganarlas. Creo que a estas alturas ya queda claro que Carroll es mucho más jugador que Tucker, o que Pocius es un alero excelente, además de que Begic puede incluso robarle minutos a Tomic. Hay más equipo que el año pasado, en definitiva. El problema es que el 'lockout' de la NBA está confundiendo al Madrid.

Lo comento porque percibo que algunos jugadores de la plantilla siguen sin tener claro su rol en el equipo. Carroll estaba acostumbrado a ser la referencia en el Gran Canaria, mientras que ahora está a la sombra de Rudy. Mirotic no tiene claras sus funciones con Laso y la llegada de Ibaka solo le ha confundido más. Carlos Suárez también ha perdido su papel protagonista, mientras Pocius aún sigue sin asentarse. Mientras tanto, el mejor pívot de la ACB la pasada temporada, Tomic, acumula minutos en el banquillo ante la pujanza de Begic y su falta de kilos para la zona.

Y el caso de los bases es para echar de comer a parte. El equipo fía todo a un jugador con alma de escolta, Sergio Llull, y a otro que sigue sin encontrar la magia de su juego, Sergio Rodríguez. El canario no muestra su baloncesto alegre y sigue sin coger su papel en el equipo, además de ser un agujero negro en lo que respecta al plano defensivo. Hay que tocar madera, porque dos bases en cualquier plantilla son pocos y más si uno de ellos no es especialista. Y es que hay talento en el puesto, pero no madurez ni consistencia.

El resultado de todo ello a principios de noviembre es un Real Madrid esperanzador e ilusionante, pero imprevisible. Fiado a un 'lockout' que se solucionará porque el dinero así lo dice, los blancos viven el presente sin preocuparse mucho por el futuro. Lo que es un riesgo. La llegada de los dos 'cracks' NBA ha cambiado el panorama y ha elevado el baloncesto a realizar a la enésima potencia, pero también ha variado los papeles de los jugadores en el equipo. Ahora la mayoría no saben si jugarán en el próximo encuentro 10, 15 ó 25 minutos. Ni si lo harán de escolta o alero o si mañana Rudy no estará y pasarán a estar en primer plano. Percibo desorden y caos, incertidumbre. Y eso solo se puede solucinar con la estabilidad que dará el tiempo al saber quiénes serán los hombres que lucharán por este escudo a partir de abril. Por eso, y aunque parezca mentira, mientras dure el 'lockout' solo veremos una imagen aumentada y borrosa del Madrid.

domingo, 24 de julio de 2011

Hastío veraniego


Un verano tras otro se repite la misma historia. Rumores y más rumores, la prensa no deja de informar (y especular) y con esas el tiempo pasa más llevadero, justo en los meses donde los 'futboleros' lo pasan peor por la ausencia de partidos. Es decir, a falta de competición y Liga, la fórmula es distraerse hablando de hipotéticos fichajes. Algo lógico y hasta cierto punto entretenido, pero que en ocasiones se lleva al extremo y termina por generar aburrimiento.

Me refiero a lo que está sucediendo este verano con el Real Madrid y la búsqueda del ansiado tercer delantero. Pero en esta pretemporada ha habido un problema. Y es que es el único de este ciclo de cuatro en el que no hay gran competición internacional de fútbol. Ni Eurocopa, ni Mundial, ni Copa Confederaciones, ni JJ.OO. Es decir, algo que no volverá a ocurrir hasta el 2015. Lo que quiere decir que desde que terminara la Liga allá por el mes de mayo, los medios están teniendo que realizar una larga travesía hasta que comience la temporada en España. Eso es, el próximo 14 de agosto con la Supercopa entre el Real Madrid y Barcelona.

En total, casi tres meses donde, a falta de análisis y comentarios futbolísticos, han tenido que aparecer los rumores. Lo que otras pretemporadas se hace con lógica y en su dosis justa, esta vez ha tocado utilizarlo de manera abusiva. Ejemplos hay varios, todos ellos pertenecientes a los dos grandes del fútbol nacional: Madrid y Barça. En los culés se ha solucionado recientemente el 'culebrón' de Alexis Sánchez, pero el de Cesc Fábregas ya acumula varias temporadas. Y lo que queda, seguramente.

Sin embargo, me quiero explayar en el caso del Real Madrid. Neymar y Agüero. Agüero y Neymar. Dos grandes futbolistas, pero dos formas de entender un delantero; tal y como podía pensarse en jugadores de procedencias tan diversas, Argentina y Brasil. Los dos jóvenes, pero solo Agüero se muestra maduro y hecho para el fútbol europeo. En cambio,Neymar es un talento sin explotar, una promesa de Messi o Cristiano sin haberse examinado en la reválida de un club europeo. Los dos cuestan lo mismo, pero son apuestas muy diferentes.

Sea como sea, el Madrid parece que lleva meses deshojando la margarita. La sensación durante todo el verano es que el club blanco siempre ha antepuesto su interés por Neymar, y posiblemente este sería el gran elegido si no se hubiese dado la situación de que el brasileño ganó la Copa Libertadores. Esto implica que 'su' Santos juegue el Mundialito de Clubes, por lo que el delantero quiere quedarse en Brasil hasta diciembre. Y eso es un problema. Mourinho necesita para ya un punta que complemente a Benzema e Higuaín y el club no está dispuesto a aceptar una llegada tardía de Neymar.

Así pues, Agüero, que parecía cansado de esperar al Madrid, podría tener que aparcar su fichaje por el City. A estas alturas no se puede descartar que el argentino sea la solución final a todo el entuerto, con Neymar en la recámara para el verano de 2012. Eso solo sería posponer el problema un año, pues la temporada que viene el Madrid tendría que vender a Higuaín o Benzema para mantener el equilibrio. Una especulación que carecería de sentido si, en vez de Agüero, llegara Adebayor o Tévez, jugadores que han surgido recientemente como 'plan B' en el caso de que las prioridades se compliquen.

En definitiva, son muchas piezas que, tras más de dos meses de rompecabezas, aún siguen sin encajar. Día tras día leemos y vemos los medios informando de que Neymar y Agüero están un paso más cerca o un paso más lejos, en ocasiones con informaciones contradictorias. Es, claramente, una situación kafkiana, en la que el aficionado acaba por ser el perjudicado porque está varias semanas en un mar de dudas. Porque, al fin y al cabo, llevamos dos meses de preguntas y especulaciones para no haber avanzado prácticamente nada. Por el camino nos hemos entretenido, sí. Pero esto ha llegado un punto en que el entretenimiento empieza a pasar al hastío. Esperemos que la solución a todo ello se produzca pronto. Por el propio fútbol y por sus aficionados.

martes, 19 de julio de 2011

Un fichaje inesperado

Lo admito. Yo no vendería a Kaká esta temporada. Al menos, le daría una última oportunidad. Evidentemente, este verano su precio será mayor que el que viene, pues el jugador tiene 29 años y está en una evidente cuesta bajo de su carrera. Pero creo que todavía es recuperable. Aún hay posibilidades de que este brasileño demuestre que tiene mucho talento en sus piernas y que vino para triunfar en el Real Madrid.

Tras ver su debut ante Los Angeles Galaxy, me reafirmo un poquito más en esta opinión. Evidentemente, el partido del sábado no puede ser una gran vara de medir, pues se trataba del primer choque de pretemporada y enfrente estaba un equipo de nivel bajo. Pero aún así, Kaká evidenció que esta temporada podría ser distinta. Siempre y cuando las lesiones le respeten, claro. Si el brasileño consiguiese encadenar varios meses sin pasar por la enfermería la situación podría dar un vuelco. De pronto, el Madrid se encontraría con uno de los mejores jugadores del mundo. Con uno de esos que vale 65 millones de euros.

Al futbolista se le vio fresco, con recorrido, con desborde. Se pareció al jugador que impresionó al planeta en el Milan y que dio motivos al Madrid para que le fichara. Solo fueron 45 minutos, pero tiempo suficiente para recuperar las esperanzas en él. De hecho, su final de la pasada temporada no fue nada malo, pues el jugador realizó grandes partidos en plazas siempre complicadas como la de Mestalla o San Mamés. El mediapunta aprovechó los minutos que le dio Mourinho para reivindicarse a base de goles (7) y asistencias (5).
Por ello, paciencia con él. Su categoría (todavía) de estrella le hace bastante rentable a nivel económico, además de que su hipotética venta dejaría algo desprotegida la posición de mediapunta. Bien es cierto que el Madrid ya tiene ahí a Özil y podría situar en ese sitio a Sahin de vez en cuando, pero el único especialista para la posición junto al alemán es Kaká. Y es que, venderlo supondría, probablemente, fichar a un reemplazo.

Así que démosle una última oportunidad al brasileño. Dejemos que sea Mourinho el que se encargue de su recuperación y que Kaká evidencie que aún tiene mucho fútbol por dar. La apuesta tendrá riesgos, pero puede salir ganadora. Y si así fuera, el Real Madrid multiplicaría su potencial. Porque por una vez en tres años, el futbolista quiere demostrar que ha nacido para jugar en el Madrid. Porque Kaká quiere convertirse esta temporada en el mejor fichaje del club.


lunes, 27 de junio de 2011



Un verano más, el madridismo lee en la prensa que el Real Madrid valora la posibilidad de vender a Gonzalo Higuaín. ¿Por qué? ¿Qué ha hecho mal el argentino para ser 'carne' de traspaso en este mercado de fichajes estival? ¿Acaso no ha demostrado en sus cuatro años en Madrid que es un futbolista que, como diría Florentino Pérez, ha nacido para jugar en este club? ¿Es necesario vender al titular de la selección argentina en el último Mundial para traer a su suplente (Agüero)? Muchas preguntas y tan sólo una certeza: el Real Madrid cometería un grave error si deja irse al 'Pipita'.

No dudo de la calidad de Agüero, desde luego. De hecho, es posible que el todavía rojiblanco sea mejor jugador que Gonzalo Higuaín. Pero el '20' merengue aporta algo que el Kun nunca tendrá: madridismo. Tan sencillo como eso. El 'Pipita' llegó a Madrid en diciembre de 2006 con 19 años recién cumplidos tras disputar un puñado de partidos en el River Plate. Su juventud no ayudó y sus primeros seis meses no fueron fáciles en la capital de España, pues solo logró marcar un par de goles. De hecho, se le llegó a acusar de fallar mucho de cara a la portería rival.

Pero con la llegada de Schuster al banquillo todo empezó a cambiar para el argentino. Poco a poco fue demostrando que tras la apariencia de un jugador frágil había un 'matador' de área, un futbolista con el gol en la sangre. Nueve, veinticuatro y veintinueve fueron la cifra de goles en sus siguientes temporadas. Números, sin duda, de crack. El problema era que, por muy bien que lo hiciera, Higuaín no tenía (ni tiene) el carisma de las grandes estrellas. No posee la personalidad de Raúl, ni el hambre casi obsesiva de Cristiano. Simplemente, él calla y trabaja. Responde con goles. Pero eso parece que no es suficiente.

No es suficiente porque hay un pequeño problema que reside en su fichaje. Higuaín fue una contratación de Ramón Calderón, del anterior presidente del club. Por ello, a Florentino le cuesta ver a Higuaín como suyo, tal y como hace con Benzema. El presidente considera al francés como una apuesta personal, tal y como se pudo apreciar con su celebración del gol marcado en Gerland. Higuaín, en cambio, es cosa de un proyecto previo, de un período del Real Madrid que a Florentino no le gusta recordar. De ahí que, año sí, año también, su futuro parezca estar en la cuerda floja.



Y esta temporada más, pues el delantero ha estado de baja durante varios meses tras operarse en diciembre de una hernia discal. Para el mes de abril Higuaín ya estaba listo, pero más allá del hat-trick en Mestalla, el argentino ha demostrado que no ha logrado ser el mismo de antes de la lesión. En las últimas semanas de temporada se le ha visto falto de chispa y ritmo, algo que se espera que demuestre tener ya en la próxima Copa América. Pero, mientras tanto, las dudas se cernirán sobre él y su futuro.

Sin embargo, la trayectoria de Higuaín en este club merece un respeto. No hay que olvidar que el albiceleste fue el protagonista de las dos últimas Ligas de este club, marcando goles muy importantes en ambas. Además, su garra y entrega en el campo, no exenta de calidad, son la mejor plasmación en el campo de los valores de este club. Por eso, por muy buenos que sean los delanteros que se quieren fichar, el Madrid debe asegurarle un sitio en su plantilla a jugadores como él. Porque Higuaín es patrimonio del madridismo y la afición lo tiene muy claro. El 'Pipita' no se vende.

martes, 21 de junio de 2011

Bale bien vale un esfuerzo

Pasan los días y el fichaje de Fabio Coentrao no termina de cerrarse. Algo que me hace pensar si realmente el Real Madrid está convencido de su fichaje o solo es Mourinho el que se empeña en el zurdo del Benfica. Y es que prácticamente día sí, día también, la prensa publica informaciones en las que se afirma que el conjunto merengue está negociando por el internacional luso. Pero de fumata blanca, nada de nada.

He de adimitir que la situación me parece inquietante, pues no es normal que un traspaso que lleve días muy cerca de cerrarse no se haya finiquitado ya. Intuyo que el problema es claramente económico, pues el Benfica se ha descolgado pidiendo prácticamente 30 millones de euros por un jugador que hasta hace dos días era un semi-desconocido en Europa. 5.000 millones de las antiguas pesetas, se dice pronto. Pero ser el Real Madrid tiene algunas ventajas y unas cuantas pegas, y entre estas últimas está la de pagar a precios inflados los fichajes y vender a bajo coste a sus jugadores. La ley del mercado que se aplica a los grandes, en definitiva.

Así que, dado que Mourinho está empeñado en forzar al club a cometer una locura por un jugador de banda izquierda, ¿por qué no hacerla a lo grande por un jugador más joven, de más progresión y mejor que Coentrao? Sí, estoy pensando en Gareth Bale. Teniendo en cuenta que el portugués podría costarle al Real Madrid 30 millones de euros, la contratación del galés 'solo' costaría del orden de 10 ó 15 millones de euros más, a lo sumo. Una diferencia asumible teniendo en cuenta lo que se gana con el británico, pues las diferencias entre Bale y Coentrao saltan a la vista.

Hay que tener en cuenta que, teniendo ya a Marcelo y tratándose Coentrao de un jugador joven, el fichaje del portugués sería la práctica renuncia a la llegada al club de Bale a medio plazo. Y esto me parecería un error imperdonable. A sus 22 años el galés ya es la estrella del Tottenham, pero pocos dudan de que el jugador no tardará en dar el salto definitivo a un grande en Europa. Su exhibición en Milan ante el Inter demostró de qué pasta está hecho este jugador y lo ha colocado como una de las grandes perlas europeas. Así que, si no es el Madrid, será otro el que se lo lleve: Barcelona, Chelsea, Manchester, Milan...

Ya le pasó algo así hace unas temporadas al Madrid con Dani Alves y al final el brasileño se lo llevó el eterno rival. Ahora, años después, su rendimiento en el conjunto culé está a la vista de todos. Porque no comprar a un jugador de la categoría de Bale es un error en dos direcciones. Una, porque no se disfruta de un futbolista de su nivel. Y dos, porque uno de tus grandes rivales sí que podría contar con él. Con lo que eso implica.

De esta forma, creo que el Madrid está aún a tiempo de pensarse muy bien lo que quiere y a quién quiere. No dudo de la calidad y del nivel de Coentrao, pero puestos a elegir, me parece que no hay color. Así lo entendemos algunos. Bale debe ser el hombre escogido, aunque su fichaje implique un esfuerzo económico aún mayor. Porque apostar por el jugador del Tottenham será hacerlo sobre seguro, pagando cada uno de los céntimos que vale. Algo que, con Fabio Coentrao, no tengo nada claro.

lunes, 6 de junio de 2011

Dos caminos para un mismo objetivo

A estas alturas creo que lo que muchos aficionados del Real Madrid tienen claro es que, entre jugar bien y ganar, la prioridas es lo segundo. Y así lo ha entendido José Mourinho, quien no ha dudado en tirar de oficio en su primera temporada como técnico del conjunto blanco para conseguir arañarle al Barcelona la Copa del Rey. De ahí que en los Clásicos ante los azulgranas el juego no haya sido precisamente brillante, aunque sí muy efectivo. De hecho, puede que en esta campaña no hubiera una forma mejor de plantarle cara a los culés, al menos si se quería ganar. Pero ahora, con todo el verano por delante, esta concepción está a tiempo de cambiarse.

Cabe destacar que en el curso que acabamos de cerrar el Real Madrid ha demostrado a ráfagas un juego atractivo. Siempre basado en la velocidad de sus delanteros y en un contragolpe letal, el fútbol del conjunto blanco ha vuelto a ilusionar en determinadas fases de la competición. Sin embargo, el mismo no ha tenido la continuidad deseada. Más que nada, porque duelos como los que se han vivido ante los culés no invitaban a Mourinho a hacer un alarde de fútbol control con la pelota. Porque, por mucho que algunos se empeñen, Xabi, Özil y Khedira eran insuficientes en el centro del campo ante gente como Busquets, Xavi, Iniesta y Messi, ya que no debían ni podían jugarles de tú a tú. Hay que ser realistas y darse cuenta que el conjunto que tiene mejores futbolistas para mover el balón es el catalán.

De haberle intentado discutir la posesión del esférico al Barça, la historia  probablemente hubiera acabado en una tragedia multiplicada por cuatro, una por cada Clásico reciente. Pero el técnico luso fue inteligente y al Barcelona le planteó los partidos como se debía, juego replegado y de trabajo, esperando las oportunidades para su momento justo. Así se consiguió la Copa y, quién sabe, quizás se hubiera logrado algo más de no ser por unos infames arbitrajes en semifinales de la Liga de Campeones

Pero todo eso ya es pasado, de poco sirve volver la vista atrás si no es para sacar algo productivo de cara al futuro. Por eso, el Madrid debe aclarar en junio cuál quiere que sea su política de cara a construir la nueva plantilla. Parece evidente que Florentino y Mourinho no quieren dejarse los deberes para última hora y están adelantando mucho trabajo. De hecho, sin que se haya abierto oficialmente el periodo veraniego de fichajes, tres son las incorporaciones oficiales para la plantilla (Sahin, Altintop y Callejón) y otra está en camino (Coentrao). Cuatro futbolistas de medio perfil, jóvenes y de futuro en su mayoría, que vendrán a terminar de darle solidez a una estructura que ya presentaba unos cimientos muy firmes.

Sin embargo, todo apunta a que Florentino quiere traer su tradicional galáctico. Algo que, de acabar por hacerse, deberá ser con la aprobación de Mourinho. Hasta el momento viene sonando el nombre del Kun Agüero, un jugador sin duda excepcional. Pero la duda que surge ante la posibilidad de fichar al argentino es si realmente es necesario para este equipo. Porque con Benzema, Higuaín, Morata y, quién sabe, Adebayor, la delantera no parece precisamente la zona más debil de esta plantilla. Su fichaje probablemente llevará aparejada la salida de Benzema e Higuaín, dos jugadores de un presente y futuro excepcionales y congraciados con la grada.

En consecuencia, el análisis de esta temporada pide otro tipo de fichaje. Ni un delantero, ni un defensa, sino un centrocampista. Ahí es dónde ha estado la ventaja diferencial que ha decantado el año a favor del Barcelona, que ha impedido que el Madrid compitiera cara a cara con los culés en cuanto a buen fútbol. Otro creador de juego, un tercer acompañante para Xabi Alonso en el mediocentro merengue. Porque, aunque Sahin ya ha firmado y promete hacer historia de blanco, con otro 'jugón' más Mourinho completaría la cuadratura del círculo.

Ahí el nombre que le viene a muchos a la cabeza es Cesc Fábregas. Fichaje muy complicado, por el precio que pide el Arsenal y por el pasado culé del jugador. Sin embargo, no sería el primero en tomar el puente aéreo con destino a Madrid tras jurarle amor eterno al Barcelona. Por eso no habría problema. La cuestión sería convencer al futbolista de hacerlo, algo que no sería tan complicado de lograr si el propio Cesc se diera cuenta de que en el Barça su futuro se vería eclipsado por gente como Xavi, Iniesta o Thiago.

Convencerle de que para el Madrid sería la pieza que completaría el engranaje de una máquina perfecta, de un sistema que, esta vez sí, podría jugarle bien al fútbol a los azulgranas pensando también en el resultado. Porque apostar por Agüero y por Fábregas no sería más que potenciar las virtudes vistas hasta ahora dejando de lado los defectos. Pero la llegada del capitán del Arsenal sería la demostración definitiva de que este equipo ha decidido apostar por el espectáculo como camino directo hacia la historia.