viernes, 11 de enero de 2008

La Cerradura: American Gangster

150 minutos de juego del ratón y el gato. Esto es lo que le ofrece al espectador American Gángster, el último trabajo en la dirección de Ridley Scott y que cuenta con actores en el reparto de la talla de Denzel Washington y Russell Crowe. Una historia real marcada por la guerra de Vietnam y la lucha de las bandas mafiosas por el control de Nueva York, en la que el éxito se convierte en un logro efímero donde los buenos se confunden con los malos y los malos se confunden con los buenos.

Frank Lucas (Denzel Washington) es un hombre negro de negocios que durante años ha estado ayudando al capo Bumpy Johnson, uno de los hombres más respetados en el Harlem newyorkino. La muerte temprana de su jefe y mentor le llevará a iniciarse en la difícil tarea de ocupar el hueco que éste ha dejado en el control de la ciudad, algo que hará aprovechándose de las especiales circunstancias en las que se ve sumido el país a finales de los sesenta. Sus contactos con el sudeste asiático en plena guerra de Vietnam le permitirán a Lucas traficar con heroína pura, lo que le convierte en el centro de atención de las envidias y competencias de un mercado cruel y violento.

Como contraposición al nuevo mafioso, el filme ofrece la figura de Richie Roberts, un policía con la paradójica dualidad de ser honesto en su trabajo pero deshonesto en su vida personal. Condicionado por su ética profesional y por la muerte a causa de la droga de uno de sus compañeros, el protagonista empieza a darse cuenta de que algo está modificando el "orden natural" de las cosas en la ciudad. Apoyado por su equipo de confianza, Roberts empezará a tirar de una compleja madeja hasta descubrir que Frank Lucas es el verdadero culpable de todos los cambios que se están produciendo en los suburbios de Nueva York.

Es pues, una película intensa que enfrenta a dos polos opuestos durante todo el metraje. Si bien quizás la historia comienza con un ritmo lento y con poca capacidad de enganche, el filme consigue coger una velocidad de crucero tras los primeros cuarenta minutos. A partir de ese momento, se hace muy interesante al espectador la narración del crecimiento y desarrollo del éxito de Frank Lucas en un medio tan despiadado como Harlem. El punto culminante de su historia se alcanza con Washington representando la cúspide profesional de su personaje, un capo respetado y admirado por su familia y seguidores, que es capaz de controlar magistralmente su negocio desde las sombras.

Por su parte, el policía Roberts es alguien fracasado en lo pesonal, pero que tiene las ideas muy claras de cómo debe actuar un policía. Su situación no es fácil, ya que a su lucha contra las mafias organizadas en la ciudad se le une la corrupción existente entre sus propios compañeros del cuerpo de policía. Y es que en este caso, el protagonista no sólo combate a una banda criminal organizada, sino también lo hace contra los intereses que ésta genera y que salpican de manera directa a las de las élites sociales y políticas de Nueva York.

Para mi gusto uno de los aspectos negativos de la película es su excesiva duración, ya que probablemente con media hora menos de metraje se podría haber contado lo mismo sin cansar al espectador. Es cierto que se trata de una historia dura y compleja en la que hasta los pequeños detalles pueden marcar la diferencia en el desarrollo de la vida de sus personajes, pero se echa en falta un ritmo más ágil. Por el contrario, para admirar queda la esperable buena actuación de las estrellas del reparto, un notable guión y la excelente contraposición entre los dos personajes principales.

Digo esto último porque muy pronto el espectador de la película descubre que la misma es una hábil representación de la oposición entre el bien y el mal, de Lucas y Roberts. Aunque los dos sólo se conocen en el tramo final de la cinta, la tensión entre ambos se siente de manera magistral en todo momento, lo que le da una intensidad al filme muy apreciable. Sin duda, uno de los mejores del año y serio candidato a hacer historia en los próximos Oscars (si los guionistas lo permiten).

1 comentario:

Anónimo dijo...

Seguro que es una excelente peli, tiene todos los ingredientes para serlo. A ver si la veo pronto y te cuento mis impresiones.