Como cada año empieza a tocar hacer repaso de todo lo que ha dejado el 2014 para el Real Madrid.
No cabe duda de que lo más importante han sido los cuatro títulos que
ha logrado el equipo, aunque a mi juicio junto a ellos habría que
destacar otro hecho de especial trascendencia: el fichaje de Toni Kroos. En cuatro meses el alemán ha demostrado que no es un futbolista más de los muchos que pasan por la historia del Real Madrid, sino un hombre que atesora la personalidad y la calidad suficientes para marcar una época en el conjunto blanco.
A finales de agosto yo fui uno de los primeros que me lamenté por la espantada que pegó Xabi Alonso del Real Madrid.
Y con razón, pues el vasco era prácticamente imprescindible en los
esquemas merengues. Un verdadero 'jefe' y motor del equipo. Pero el
tiempo ha vuelto a demostrar que en el Real Madrid siempre hay vida más
allá de sus grandes jugadores. La máxima del club es 'a rey muerto, rey
puesto'. Y quién nos lo iba a decir, pero su sucesor estaba ya en la
plantilla y de hecho coincidió un mes y medio con el español. Toni Kroos
apuntaba esta temporada a titular indiscutible y a escudero de Xabi,
pero la situación se precipitó y el joven aprendiz tuvo que colocarse
rápidamente la 'armadura' del caballero mayor del reino.
Desde entonces hemos disfrutado del mejor fútbol del Real Madrid en años. Sí, sin Xabi Alonso
y con el alemán al mando. Su adaptación ha sido digna de estudio,
porque nadie podría decir que este jugador lleva poco más de 120 días
entrenando con su nuevo equipo. Y lo más increíble de todo es que se ha
hecho con el control de la situación desde una posición totalmente nueva
para él, la de pivote defensivo y organizador del juego. Con
anterioridad ya habíamos comprobado cómo un claro mediapunta como Modric había logrado evolucionar hasta convertirse en un mediocentro 'cuatro por cuatro', pero el caso de Kroos ha
sido aún más extremo. En cuestión de un año ha pasado de ser un
interior con tendencia a llegar al área rival a un futbolista totalmente
sacrificado por el bien de su equipo.
En el proceso ha tenido que renunciar a una de las cosas más placenteras del fútbol, el gol. Ya no es el futbolista que en Múnich
sorprendía en el área llegando desde atrás. Ahora se asoma a los
dominios del rival con mucha timidez y midiendo mucho las posibles
consecuencias. No le queda otra, pues su responsabilidad es enorme. Ancelotti le pide que sea el pilar sobre el que se sostenga este Real Madrid,
el núcleo y el punto de referencia de la mejor versión blanca en años,
quizá en décadas. Así que ha perdido protagonismo. Ya no asoma tanto
como antes en las fotos de los goles, ni tiene tantas primeras planas.
Pero a cambio está creciendo de forma brutal como futbolista, dejando
intuir una progresión extraordinaria que a sus 25 años -aún no
cumplidos- puede prolongarse por bastante tiempo más.
El Real Madrid es mucho Real Madrid. Lo máximo en el fútbol. Pero el Bayern
no anda a la zaga, y menos la versión del equipo alemán en las dos
últimas temporadas. Por eso es de agradecer que Toni decidiera dejar la
estabilidad de su país y de su casa y optara por la aventura del mejor
club de la historia. El suyo era un paso arriesgado, pero como él mismo dice
ya lleva tiempo dándose cuenta de que ha acertado. El cambio le ha
hecho mejorar como jugador y le está curtiendo lo suficiente para
empezar a ser un hito en el fútbol moderno. Y no es una afirmación a la
ligera, porque su capacidad futbolística está llevando al conjunto de Ancelotti a otro nivel de juego y le está convirtiendo en una escuadra más pulida aún que la que ganó la 'Décima' en Lisboa.
Digo esto porque quiero incidir en la importancia estratégica que Kroos le está dando al Madrid. La Champions vino tras un córner mágico botado por Modric,
pero ahora el que lanza normalmente desde la esquina es el teutón. ¡Y
qué centros pone! A estas alturas es fácil haber perdido ya la cuenta de
los goles importantes que ha marcado el equipo gracias a sus roscas
milimetradas. El de Pepe al Barcelona o los de Ramos en Marrakech son
una buena muestra. Son acciones que ganan partidos por sí solas y el
equipo blanco tiene en sus filas a la pierna derecha más precisa del
mundo. Probablemente ni Beckham las puso tan bien como él en sus años en la capital de España.
Se podrían enumerar muchas más virtudes de Kroos, pero no es necesario. Basta con ver un partido de este Real Madrid para darse cuenta de lo que ha traído Florentino Pérez por poco más de 25 millones de euros. Es probablemente su gran fichaje junto a Sergio Ramos, más allá de desembolsos galácticos como los de Cristiano o Bale.
El alemán vino hace dos días -como quien dice- y ya ha cambiado al
equipo para que el fútbol orbite alrededor de él, a su manera. Y es que
es un jugador que está hecho de otra pasta, de la misma que otros grandes mitos que acabaron encumbrados por el Bernabéu. Así que a mí no me cabe duda de que cuando toque decir todo lo que el Real Madrid ha conseguido este año habrá que mencionarle a él como el gran 'título' que ha alzado el club en los despachos.
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