Más allá de su valor como torneo de clubes más importante del mundo, la Champions es una competición generosa por las posibilidades que abre por su conquista. Gracias a la 'Décima' el Real Madrid
ha multiplicado sus posibilidades de tener una temporada plagada de
títulos la próxima campaña, ya que el equipo competirá en agosto por la Supercopa de Europa y en diciembre por el Mundial de clubes.
Dos títulos de renombre que contribuirían a dar lustre al año próximo,
pero que a la vez exigirán un poquito más de la plantilla merengue.
Las vitrinas del Real Madrid son las más envidiadas del mundo. Sin embargo, el equipo blanco únicamente cuenta con una Supercopa de Europa y ni siquiera tiene un Mundial de Clubes. Por lo tanto, estas dos competiciones serán un objetivo atractivo
del curso 2014/15, pues no habrá que disputar muchos partidos para
conquistarlas y se jugarán, previsimeblemente, ante rivales de inferior
categoría. Sin embargo, reclamarán un esfuerzo extra por parte del Real Madrid, ya que supondrán más esfuerzo para un equipo que ya ha demostrado este año haber llegado algo cansado al mes de mayo.
En la final de Lisboa el Real Madrid
evidenció estar mejor en la prórroga que su rival, algo en lo que
probablemente influyó el no haber disputado la Liga hasta la última
jornada. Sin embargo, la sensación es que, a la hora de la verdad, al
conjunto merengue le faltó gasolina para haber conseguido el ansiado
triplete. Por ello probablemente decidió centrarse (quizás
inconscientemente) en la 'Décima' cuando aún tenía la Liga muy
viva. Ahora duele pensar que sólo cuatro puntos separaron al Real
Madrid el título, pero fue un sacrificio que no sabe tan mal una vez que
la Champions ya está en el bolsillo. La realidad es
que nunca sabremos qué hubiera pasado en la final si los jugadores
blancos se hubieran desgastado los días previos en la lucha Liga.
¿Habría goleado el Real Madrid en el tiempo extra? Difícil de saber,
pero yo lo dudo bastante.
El Real Madrid ha tenido esta temporada una de sus
plantillas más completas de su historia. Pero el poso final es que le ha
faltado algo para conseguir los tres títulos. El curso ha sido muy duro
para todos y los jugadores merengues no han llegado a tope a la hora de
la verdad.
Pues bien, la próxima temporada será aún más dura. En el mejor de los casos, las dos Supercopas y el Mundialito supondrán cinco partidos más de lo normal, con viajes a Cardiff en agosto y Marruecos en
diciembre. Podría parecer que no es mucho, pero se tratará de un
desgaste que puede pesar a la hora de la verdad. Y no se debe olvidar
que, aunque estos títulos serán interesantes, lo importante volverá a
estar en la Liga y la Champions.
Además, también hay que tener presente que este verano será de Mundial,
con la acumulación de cansancio que ello implica para muchos de los
jugadores. Por eso, el club está a tiempo de anticipar esta
circunstancia y programar lo que está por venir. El reto es uno de los
más apasionantes de la historia del club: ganar los próximos seis títulos en juego. Pero para ello será necesario disponer de una plantilla con 25 jugadores de máximo nivel, capacitados para ser titulares en el equipo en un momento dado.
Lo que funciona no hay por qué tocarlo demasiado y la actual
plantilla es la campeona de Europa. Pero si queremos aspirar a lo máximo
se necesitan algunos pequeños retoques y, sobre todo, ampliar el grupo con un par de jugadores más de primer nivel. Todo para que Ancelotti
pueda repartir los esfuerzos y no nos volvamos a quedar a las puertas
de un 'triplete' que este año ha estado más cerca que nunca y se ha
escapado más por detalles físicos que futbolísticos.
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