Para todo madrileño y español la posibilidad de ver una final en Lisboa entre el Real Madrid y el Atlético supondrá
un motivo de alegría. Sin embargo, es probable que cualquier aficionado
de estos dos equipos no esté muy contento de encontrarse el 24 de mayo con
sus vecinos. Y los motivos seguramente sean diferentes, ya que las
motivaciones de unos y otros serán distintas. Aunque lo que sí
compartirán ambas aficiones será el enorme deseo de levantar la Champions dejando atrás a un 'rival' de toda la vida.
Desde la perspectiva del Real Madrid, el Atlético será
uno de sus peores rivales posibles. No tanto por nombres o plantilla,
sino por el estilo de los rojiblancos y por la motivación que supondrá
para ellos medirse a su gran enemigo. El conjunto colchonero ha estado
durante toda su historia a la sombra del mejor equipo del siglo XX,
lo que en ocasiones ha impedido que se reconocieran sus méritos como
merecía. Las portadas casi siempre han ido para el hermano mayor y eso
es algo que ha generado un cierto complejo de inferioridad que ha colocado al Real Madrid en el centro de sus temores y de sus ansias de superación.
Por eso no cabe duda que el próximo 24 de mayo el Atlético de Madrid tendrá el partido más importante de su historia. Por lo que se jugará el equipo, con la vitrina aún virgen de Copas de Europa;
y por el rival que tendrá enfrente, un club al que se le tiene muchas
ganas desde siempre. No hay partido ni contexto que 'ponga' más a la
afición atlética, por lo que el duelo de Portugal será
el gran día de la mayoría de sus carreras deportivas. Circunstancia que,
no olvidemos, hay que añadir a la fe ciega que la plantilla le tiene a
su entrenador gracias al empalagoso discurso de la humildad y del
'partido a partido' que pregona Simeone.
El argentino ha logrado algo de mucho mérito y pocas
visto en el fútbol. Ha resucitado en poco más de dos años al equipo,
que ha pasado de caer en Copa del Rey ante el Albacete a ganar Liga Europa, Supercopa de Europa y Copa del Rey; además de tener ya media Liga en el bolsillo y la segunda final de Champions de
su historia en el bolsillo. Sin duda es una transformación que se
merece un aplauso, pero que tampoco debe descontextualizarse de los
medios empleados para llegar hasta ahí.
Y es que el Atlético ha crecido desde el fútbol
defensivo, aguerrido y rocoso. Desde el orden táctico, el sacrificio y
la fe en las propias posibilidades. Su juego está lejos de ser vistoso,
pero es efectivo y aprovecha al máximo los errores del rival minimizando
los propios. Un estilo, al fin y al cabo, no demasiado alejado del de José Mourinho, un juego vilipendiado durante años por algunos que ahora aplauden el estilo del 'Cholo'.
Pero el argentino ha ido un poco más allá, porque también se ha
dedicado a jugar sus partidos en las ruedas de prensa, vendiendo una
filosofía barata casi 'Guardiolesca' de humildad, sacrificio y de fútbol para el pueblo, como si fuera un 'Robin Hood' que hace jugar a sus hombres a beneficio del pueblo.
El entrenador ha sabido coger aspectos de Mourinho y Guardiola para montar un Atlético hecho
a medida. Un conjunto de jugadores 'programados' para ejecutar las
instrucciones con precisión casi matemática. Porque quizás el Atlético no
tenga los mejores futbolistas del mundo, pero sus jugadores son capaces
de unirse para lograr un equipo con mayúsculas. La fe en sus propias
posibilidades es lo que les mueve y ése será el gran escollo que tendrá
que superar el Real Madrid en Lisboa.
Enfrente estará un finalista inferior técnicamente, pero con una
cohesión moral y táctica que equilibrará totalmente la balanza.
La 'Décima' es un sueño de 12 años para el madridismo, mientras que la 'Primera' es una cuenta pendiente de 40 años en los colchoneros, con el recuerdo de Luis Aragonés por medio. Por eso, una de las claves del partido será que el Real Madrid
sepa equilibrar la motivación atlética de cara a este partido,luchando
todas las jugadas como lo harán los jugadores rojiblancos. El Atlético no dejará los espacios que el Bayern y peleará cada balón como si fuera el último. De ahí que el Real Madrid tenga que empezar a mentalizarse de que para acabar levantando la 'Décima' habrá que pasar antes por las 'trincheras'. Todo el mundo quiere la Champions, pero hay que quererla tanto como el vecino. Y si eso se consigue, no hay duda de que todo será mucho más fácil.
No hay comentarios:
Publicar un comentario