Tras la disputa de la Copa del Rey, la temporada de baloncesto se encuentra en un impás para el Real Madrid. El equipo blanco ya tiene en el bolsillo los dos títulos disputados hasta el momento, mientras que la Liga Endesa la tiene muy encaminada en lo que respecta a su fase regular. Esto hace que la Euroliga sea
en estos momentos la prioridad del equipo para conseguir un cruce de
cuartos lo suficientemente benigno como para poder estar en la Final Four de Milán sin ningún tipo de sobresalto.
Sin
embargo, la lógica ha empezado a hacer acto de presencia, pues las
lesiones son un aspecto con el que todos los equipos deben lidiar cada
temporada. En el caso del Real Madrid los problemas físicos se han cebado con los hombres exteriores, por lo que Laso se ha encontrado con la situación de no poder contar con Draper y Carroll
al mismo tiempo. Se trata de dos ausencias de dos hombres importantes
dentro del engranaje merengue, a pesar de que ninguno de los dos es
titular sobre el papel. Sin embargo, el técnico ha optado esta vez por
no acudir al mercado en busca de 'parches' de emergencia, cruzando los
dedos para que los dos norteamericanos estén listos a principios de abril, cuando la Euroliga empezará a decidirse de verdad.
A pesar de estos contratiempos, por ahora el equipo está afrontando
bien el reto de acortar sus rotaciones. Lo cual tiene aún más mérito si se consulta el sibilino calendario que se le ha impuesto, del que la Euroliga es
en gran parte responsable. Y es que, sistemáticamente, casi semana tras
semana, el Real Madrid tiene que jugar viernes en Europa y domingo en
la Liga Endesa, con una distancia temporal en algunos casos de poco más
de 40 horas entre cada encuentro. Hasta cuatro veces ha tenido el equipo que disputar en este top 16
sus partidos en viernes, de los nueve choques que lleva jugados hasta
ahora. Y, curiosamente, tres de ellos se han disputado los últimos,
justo cuando más 'justo' anda el Madrid de recursos.
Por fortuna esta 'cuesta' arriba promete equilibrarse en los próximos días, pues de los cinco partidos que quedan en esta ronda únicamente uno se disputará en viernes.
El resto de ellos se jugarán en jueves, en un reparto mucho más
equilibrado y justo de los esfuerzos al haber duelos cada 72 horas, no
cada 48 como viene siendo habitual.
Sin embargo, la situación sigue
dejando un planteamiento para la reflexión por parte de la organización
de la Euroliga en los próximos meses. Y es que ya se
sabe que los intereses económicos andan detrás de todas estas decisiones
y que no se puede competir cara a cara con la Champions,
pero los mejores equipos de la competición no merecen este trato, en el
que al final el perjudicado es el espectáculo. Y el Madrid es el mejor
ejemplo de ello, pues a pesar de seguir ganando de forma clara, hace
semanas que perdió su chispa de principios de temporada.
Por ahora al equipo de Laso solo le queda seguir en pie a pesar del vendaval que tiene a su alrededor. Por fortuna la inmaculada trayectoria del equipo en la Liga Endesa
permite alguna que otra distracción para poner el ojo en Europa, donde
en cuestión de dos meses ya se estará decidiendo todo. A partir de ahora
va a mandar el objetivo de la 'Novena' y el conjunto blanco se podrá
permitir un traspiés, dos o hasta incluso tres en el campeonato nacional
y sin ningún tipo de consecuencia para los play-offs. Aunque,
conociendo a Laso y sus chicos, lo más probable es que nadie afloje en
ningún partido. Y es que, además de para conquistar todo, este equipo juega también desde hace tiempo con la cabeza puesta en los récords que puede dejar vigentes cuando acabe la temporada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario