Haciendo un balance de la pretemporada recién finalizada, hay pocas dudas sobre que la gran revelación del Real Madrid ha sido Karim Benzema. Tanto que, a día de hoy, ya nadie duda de que el francés debe ser titular en la punta del ataque merengue, muy por delante del otro gran candidato al puesto, Gonzalo Higuaín.
El delantero galo se ha ganado el puesto a base de fútbol y goles. A sus 23 años, Benzema se ha destapado como el jugador que todo el madridismo llevaba dos temporadas esperando: un delantero de talento, con olfato goleador y recursos para hacer jugar a sus compañeros. En definitiva, una estrella en ciernes que solo necesita de una gran temporada para confirmarse como uno de los mejores futbolistas del mundo. Porque con él, las dudas se han acabado. Unas dudas que, sin embargo, lejos de irse, se han transferido a otro jugador de la plantilla.
Me refiero, precisamente, a su alternativa para el puesto de '9'. A Gonzalo Higuaín. O a la sombra de él, porque ésta es la que parece estar usurpando ahora mismo su puesto en la primera plantilla. Concluidos los dos meses de preparación del equipo, el Real Madrid sigue esperando al argentino, a aquel delantero que maravilló en sus primeros cuatro años en el club blanco. Porque, a estas alturas, no se atisba ni rastro del jugador que enamorara a la afición por su garra y entrega, por su capacidad para no dar por perdidos los partidos cuando el crono se empeñaba en decir lo contrario.
Pero para llegar a esta situación, ha habido una clara culpable. Se trata de su lesión, la dichosa hernia discal que le amargó la temporada pasada. Corrían las horas previas al funesto 'Clásico' del último noviembre cuando Higuaín desapareció de pronto del equipo, justo cuando era el delantero titular y se había ganado el derecho a no ser cuestionado. Primero unas molestias de espalda, luego la confirmación de la hernia, después un tratamiento conservador, finalmente una operación. Y desde ahí, cuatro meses de baja, tiempo que realmente podría extenderse a los nueves meses.
Lo digo porque, desde que volviera a los terrenos de juego, los aficionados no han visto a un Higuaín que reconozcan. Sobre el campo ha estado un buen jugador sí, pero también alguien lento, fuera de forma y, quien sabe, lastrado todavía por la lesión de espalda. Bien es cierto que el 'Pipita' estuvo en la Copa América y tuvo buenas apariciones, como en los cuartos ante Uruguay. Pero, ni mucho menos, actuaciones del nivel al que tiene habituado al Real Madrid.
Luego vino la pretemporada con el club merengue, con sus intermitencias en las apariciones y algún gol suelto, anotado en la gira asiática. Pero el fútbol de Higuaín seguía sin chispa, lo cual preocupaba a Mourinho y al propio jugador. "He sufrido tanto para volver que ahora estoy disfrutando más que nunca. El año pasado no pude estar al máximo, luego tuve que dejarlo por una desgracia, pero ahora he vuelto. Siempre trataré de dar el máximo al club y a sus hinchas que me han tratado muy bien" decía hace apenas un mes el jugador.
Por tanto, no cabe duda de que el 'Pipa' va a seguir dándolo todo en el campo para volver a ser el que fue. Un año más, tiene ante sí la obligación de demostrar que ha nacido para jugar en el Real Madrid. Y él sabe muy bien cuál es el camino para lo lograrlo, pero está por ver que el físico le responda. La espalda es una zona clave para un jugador y su influencia parece no haber desaparecido en su rendimiento. Aunque él es joven y su sino es superar las adversidades. Ojalá así lo haga, porque si el Madrid quiere acabar siendo el triunfador de la temporada, necesita mucho del 'Pipa'. Y así, de paso, nos quita a algunos la preocupación que tenemos sobre su recuperación.
Me refiero, precisamente, a su alternativa para el puesto de '9'. A Gonzalo Higuaín. O a la sombra de él, porque ésta es la que parece estar usurpando ahora mismo su puesto en la primera plantilla. Concluidos los dos meses de preparación del equipo, el Real Madrid sigue esperando al argentino, a aquel delantero que maravilló en sus primeros cuatro años en el club blanco. Porque, a estas alturas, no se atisba ni rastro del jugador que enamorara a la afición por su garra y entrega, por su capacidad para no dar por perdidos los partidos cuando el crono se empeñaba en decir lo contrario.
Pero para llegar a esta situación, ha habido una clara culpable. Se trata de su lesión, la dichosa hernia discal que le amargó la temporada pasada. Corrían las horas previas al funesto 'Clásico' del último noviembre cuando Higuaín desapareció de pronto del equipo, justo cuando era el delantero titular y se había ganado el derecho a no ser cuestionado. Primero unas molestias de espalda, luego la confirmación de la hernia, después un tratamiento conservador, finalmente una operación. Y desde ahí, cuatro meses de baja, tiempo que realmente podría extenderse a los nueves meses.
Lo digo porque, desde que volviera a los terrenos de juego, los aficionados no han visto a un Higuaín que reconozcan. Sobre el campo ha estado un buen jugador sí, pero también alguien lento, fuera de forma y, quien sabe, lastrado todavía por la lesión de espalda. Bien es cierto que el 'Pipita' estuvo en la Copa América y tuvo buenas apariciones, como en los cuartos ante Uruguay. Pero, ni mucho menos, actuaciones del nivel al que tiene habituado al Real Madrid.
Luego vino la pretemporada con el club merengue, con sus intermitencias en las apariciones y algún gol suelto, anotado en la gira asiática. Pero el fútbol de Higuaín seguía sin chispa, lo cual preocupaba a Mourinho y al propio jugador. "He sufrido tanto para volver que ahora estoy disfrutando más que nunca. El año pasado no pude estar al máximo, luego tuve que dejarlo por una desgracia, pero ahora he vuelto. Siempre trataré de dar el máximo al club y a sus hinchas que me han tratado muy bien" decía hace apenas un mes el jugador.
Por tanto, no cabe duda de que el 'Pipa' va a seguir dándolo todo en el campo para volver a ser el que fue. Un año más, tiene ante sí la obligación de demostrar que ha nacido para jugar en el Real Madrid. Y él sabe muy bien cuál es el camino para lo lograrlo, pero está por ver que el físico le responda. La espalda es una zona clave para un jugador y su influencia parece no haber desaparecido en su rendimiento. Aunque él es joven y su sino es superar las adversidades. Ojalá así lo haga, porque si el Madrid quiere acabar siendo el triunfador de la temporada, necesita mucho del 'Pipa'. Y así, de paso, nos quita a algunos la preocupación que tenemos sobre su recuperación.
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