Principios de temporada y el Barça vuelve a las andadas. El conjunto de Pep Guardiola es de esos a los que les cuesta arrancar, de los que acumulan los pinchazos al principio para luego ponerse a punto y acabar la campaña como un tiro. Por eso, este es el momento para que el Real Madrid empiece a coger rentas en la clasificación que, a larga, puedan resultar definitivas para el devenir de la Liga.
El pinchazo del Barcelona el pasado sábado en San Sebastián puede servirle de cura de humildad a los culés. Porque, aunque es entendible que Guardiola quiera dar descanso a sus jugadores tras el llamado 'Virus FIFA', lo que no es normal es que lo haga de una manera tan patente, dejando a gente como Iniesta, Villa o Messi en el banquillo. Y es que el técnico catalán parece empeñado en presumir de fondo de armario y resulta que, al final los suplentes puede que no den la talla que un club como el Barça necesita. Consecuencias de tener una excelente, pero corta y descompensada plantilla.
Sea como fuere, Guardiola parece estar empeñado en que sus estrellas lleguen frescas a los meses de abril y mayo. Es decir, a los momentos en los que se decidan la Champions y la Copa. En cambio, la Liga se está decidiendo desde ya, jornada a jornada y paso a paso. Por eso, cualquier ventaja que se consiga respecto al eterno rival debe ser valorada como un bien preciado. Desde hace un par de temporadas nos encontramos ante un campeonato bipolar donde ninguno de los dos grandes se suele dejar más de 21 ó 22 puntos. En consecuencia,estos dos puntos de ventaja en la segunda jornada deben ser apreciados en su justa medida.
En cambio, se medirán en breve al Barça el Osasuna (casa), Valencia (fuera), Atlético (casa), Sporting (fuera) y Racing (casa). O lo que es lo mismo, un calendario más complicado que el blanco. Por eso, es posible que los culés se dejen algún punto más por el camino en las próximas semanas, hipotético que debería saber aprovechar el Madrid. La experiencia de los últimos años dice que este Barcelona es menos Barcelona hasta diciembre, momento en el que coge un ritmo difícil de seguir. Y para cuando ese momento llegue, el Madrid debe tener un colchón de puntos ganado en estas primeras fechas, aprovechando la mayor debilidad azulgrana.
No hay que engañarse con ello, desde luego. Quedan todavía 36 jornadas de Liga, pues esto no ha hecho más que empezar. Pero, como digo, el Madrid debe cuidar de esos dos puntos como un botín de gran valor. Las ventajas están para saber administrarlas y los de Mourinho tienen que aprender a hacerlo. De hecho, las próximas jornadas se prometen propicias para ello. En las próximas semanas, al Madrid le esperan el Levante (fuera), Santander (fuera), Rayo (casa), Espanyol (fuera) y Betis (casa). Todos ellos conjuntos propicios para sumar los puntos de tres en tres.
En cambio, se medirán en breve al Barça el Osasuna (casa), Valencia (fuera), Atlético (casa), Sporting (fuera) y Racing (casa). O lo que es lo mismo, un calendario más complicado que el blanco. Por eso, es posible que los culés se dejen algún punto más por el camino en las próximas semanas, hipotético que debería saber aprovechar el Madrid. La experiencia de los últimos años dice que este Barcelona es menos Barcelona hasta diciembre, momento en el que coge un ritmo difícil de seguir. Y para cuando ese momento llegue, el Madrid debe tener un colchón de puntos ganado en estas primeras fechas, aprovechando la mayor debilidad azulgrana.
Así que hagamos las cosas despacito y con buena letra. El Madrid debe plantearse cada partido liguero como una final, poniendo especial cuidado en aquellas salidas que invitan a la relajación. La temporada pasada no se tuvo la actitud necesaria ante equipos como el Levante, Deportivo, Almería, Mallorca y Osasuna y eso costó una Liga. Por lo que evitemos caer en los errores del pasado y vayamos a por el campeonato desde el primer día. Porque si no, el equipo correrá el riesgo de espabilar cuando ya sea demasiado tarde.
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