Normalmente
el mes de enero suele ser complicado para la mayoría de equipos. Pero
para el Madrid de Ancelotti está resultando todo lo contrario. A los
blancos le costó encontrar su punto, pues el año empezó con incómodo
viaje a Catar saldado con un triunfo por la mínima (1-0)
ante el PSG. Posteriormente la plantilla notó el esfuerzo en su partido
ante el Celta, el cual se ganó con más problemas de lo que indicó el
3-0 de su marcador. Pero a partir de entonces, el Real Madrid no ha
dejado de mejorar sus prestaciones hasta convertirse en el equipo más en
forma de España.
Hasta hace poco más de semanas no había ninguna duda de que el Atlético de Madrid era el mejor conjunto de la Liga.
No por jugadores, pues el equipo rojiblanco no tiene una plantilla a la
altura del Madrid o el Barcelona, pero sí por rendimiento y estado
físico. Sin embargo, los de Simeone han empezado a dar síntomas de que
donde antes tenían los pulmones llenos para someter a sus rivales a 90
minutos de intensa exigencia, ahora falta el aire. Algo totalmente
normal, especialmente si se tiene en cuenta que el Atlético no tiene
demasiada experiencia en eso de jugar miércoles y domingo cada semana al
cien por cien de sus posibilidades.
Mientras tanto, el Barça ni ha dado síntomas esta temporada
de estar bien en todos sus partidos ni parece que los vaya a dar en los
próximos días. El equipo culé está sacando adelante la mayoría
de sus encuentros por simple calidad técnica, pero no han faltado los
'petardazos' ante equipos claramente inferiores como el Athletic, el Ajax o el Levante. La excelencia mostrada por el ciclo de Guardiola empieza a sonar a prehistoria en los aledaños del Camp Nou y ahora su objetivo es tapar la sangría que sufren en la Liga y mejorar su débil defensa ante la amenaza del City.
Y llegamos al Madrid. El proceso de adaptación de los jugadores a
Ancelotti no ha sido fácil. A lo largo de la temporada el equipo ha dado
pequeños destellos sueltos de sus posibilidades, como el partido ante
la Real Sociedad que se disputó en el Bernabéu. Sin embargo, no ha sido hasta este mes de enero cuando hemos empezado apreciar un equipo sólido en todas sus líneas y con las ideas realmente claras. Atrás Ramos parece que ha empezado a entornarse, mientras que en el centro del campo Luka Modric se dedica a dar recitales de lo que debe ser un centrocampista organizador de lo más completo.
Poco a poco las piezas están empezando a encajar y el Real Madrid es, hoy por hoy, un 'avión' a nivel físico. En el partido de Cornellà se apreció que todos los jugadores están en un gran momento de forma, desde Casillas hasta Illarramendi, pasando por Marcelo.
Ancelotti no rotó y el equipo blanco llegó fresco a los últimos minutos
de partido, por lo que nos encontramos en un momento de la temporada
realmente importante. El equipo blanco tiene ante sí la oportunidad de recuperar el liderato en las próximas jornadas
y por qué no, afianzarlo con un buen colchón de puntos. Es un hecho que
el Atlético y el Barcelona están de 'bajón' y el Madrid en línea
ascendente, por lo que hay que aprovecharlo.
Sin embargo, la duda es si este gran momento ha llegado
demasiado pronto y las tornas se invertirán en marzo o abril, la única
hora de la verdad. Será muy difícil que el equipo blanco
mantenga esta regularidad física y futbolística en los próximos cuatro
meses, así como que sus dos rivales no terminen de pulir sus
deficiencias. Por eso, hay que tener claro que el Real Madrid
está en el buen camino, pero que el gran objetivo debe seguir siendo
jugar así cuando se decidan de verdad los títulos. No cabe duda
que las señales que ahora emite el equipo son realmente buenas, pero no
servirán de mucho si no van acompañadas de la regularidad tan necesaria
en todo gran equipo.
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