Cada final de
año suele ser momento para hacer propósitos con el ánimo de mejorar en
el que está a punto de empezar. En el caso del Real Madrid se podría
hablar de los de siempre, los que están relacionados con ganar todos los
títulos en disputa. Pero para conseguirlo habrá que cumplir con un
propósito aún más básico y, a la vez, fundamental: el de mejorar la
defensa, uno de los aspectos más problemáticos en el inicio de la 'Era
Ancelotti'.
Es evidente que en las últimas semanas el equipo poco a poco ha ido mejorando en su juego. El cambio de dinámica se apreció a principios de noviembre,
cuando el Madrid brilló en la goleada (5-1) que le endosó a la Real
Sociedad. Poco después llegó la lesión de Sami Khedira, pero paradójicamente el equipo no se resintió, sino todo lo contrario. La baja del alemán provocó que Ancelotti tuviera que hacer unos retoques en su táctica que lo asemejaron más al 4-2-3-1 habitual de Mourinho, por lo que el Madrid se adaptó mejor a este modelo que al 4-3-3 que se venía empleando con el de Stuttgart.
El proceso no ha sido fácil y todavía está abierto, pero al menos a día de hoy se puede decir que el conjunto blanco está con claras opciones en todas las competiciones. El panorama en la Champions invita al optimismo a corto plazo gracias al benigno del sorteo de octavos, mientras que en Copa el camino parece bastante asequible, al menos hasta semifinales. Y en Liga las diferencias se limitan a 5 puntos con los dos de cabeza, aunque en un par de semanas Barcelona y Atlético se quitarán puntos en su duelo directo. Todo ello hace que la temporada tenga mejores perspectivas que las que teníamos hace 365 días.
Sin embargo, si el Madrid quiere llegar a junio con un balance positivo debe aplicarse en las próximas semanas en la defensa. Hoy por hoy es un equipo frágil atrás, pues no hay más que hacer un repaso de varios de sus resultados ligueros a domicilio para constatarlo: 2-2 frente al Villarreal, 2-3 ante el Levante, 2-3 contra el Rayo, 2-2 en Pamplona o 2-3 en el choque de Mestalla. Muchos goles concedidos que obligan al equipo a hacer un sobresfuerzo en ataque para llevarse las victorias.
En esta tarea será clave el rendimiento de Sergio Ramos.
El sevillano está en una de sus temporadas más irregulares desde que
está en el club. Mucho se ha rumoreado en estos días sobre su deseo de
renovación y su futuro, a lo que hay que unir los cambios (para bien)
que se están produciendo en su vida personal. Aspectos que quizás están influyendo en su rendimiento, de forma que en varios partidos se le ha visto poco concentrado. Ramos
es un jugador que necesita mucho de su cabeza para rendir al máximo
nivel y es imperativo que empiece a recuperar la estabilidad
futbolística. Tanto por el Madrid como por la selección, pues
siempre que ha sido año de torneo grande ha acabado dando su mejor
rendimiento con la 'Roja'.
Por su parte, Pepe debe mantenerse en este gran nivel que tiene actualmente.
El portugués ha ganado en madurez en los dos últimos años y ya no suele
perder los papeles como antaño. A día de hoy es el central más fiable
del equipo, así que su papel será clave en los éxitos futuros del Real
Madrid. De hecho, su relevancia se acrecienta exponencialmente con la ausencia de Varane, el gran enigma de la zaga para comienzos de 2014.
El madridismo seguramente asigne una uva de la suerte a que el francés
supere de una vez sus problemas de la lesión, pues su regreso ayudaría
mucho en esta búsqueda de la mejoría defensiva.
Además, no nos podemos olvidar del papel de los laterales. Ante la 'desaparición' de Coentrao, Marcelo tiene que ganar en regularidad en la izquierda; mientras que Arbeloa y Carvajal también
deben subir un punto su rendimiento, pues todavía no están a su mejor
nivel. Y, por último, tampoco hay que olvidar que la defensa también es
un asunto de centrocampistas y delanteros. El regreso de Xabi Alonso ha servido para tapar muchas goteras,
pero en los últimos años prácticamente todos los equipos campeones se
han caracterizado por tener diez 'obreros'. Y en eso, hoy por hoy, el
Madrid anda todavía algo 'verde'. De ahí que esta vez no sea necesario
pedirle al Año Nuevo más goles, que de eso ya vamos sobrados. Mejor centremos las energías en mejorar atrás.
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