Solo cuatro
meses después parece ser que Ángel Di María se ha rendido. En verano
aseguró que estaba dispuesto a pelear por un puesto, a luchar por
demostrarle a Carlo Ancelotti que merecía minutos en el club más
importante del mundo. Sin embargo, el Mundial se está acercando cada vez
más y su sombra está oscureciendo las ilusiones del argentino, quien
ahora parece haber tomado la decisión de acabar abruptamente su etapa
como madridista.
"El Real
Madrid es un club que trae siempre jugadores y a veces se olvida de la
clase de jugadores que tiene. Tiene mucho dinero y todos los años puede
traer jugadores importantes. Decidí quedarme porque sabía que podía jugar. Ancelotti confía en mí, me está poniendo y eso es lo más importante". Estas palabras las pronunció Ángel Di María el pasado mes de septiembre. Entonces el futbolista mostraba voluntad de pelear para continuar en este equipo, pero en cuestión de 75 días el panorama ha dado un giro de 180 grados.
La clave de todo está en que en septiembre Di María era titular en el equipo, mientras que ahora es suplente, una vez que Gareth Bale
se ha hecho con el puesto en el once. Algo totalmente lógico si se
tiene en cuenta lo que ha costado el galés y el rendimiento que está
dando en estos primeros partidos. La cuestión es que Di María no tiene hueco en el once tipo de este Real Madrid por el simple hecho de que solo pueden jugar once. La táctica de Ancelotti favorece la presencia de dos mediapuntas o segundos delanteros, y ahí Cristiano y Bale tienen un lugar prácticamente fijo.
Quizás lo que más disguste a Di María en todo este asunto es que su rendimiento ha sido realmente bueno, pues empezó la temporada a un gran nivel y cuando Ancelotti le ha dado la oportunidad prácticamente siempre ha respondido. El italiano le valora positivamente porque considera que es uno de los pocos futbolistas de ataque que tiene en la plantilla que es capaz de trabajar incansablemente sin el balón. Su despliegue físico en tareas defensivas es encomiable y esto es algo que compensa sus carencias en otros aspectos.
Y es que Ángel Di María es un gran jugador, un
hombre básico que hace plantilla. Sin embargo, le falta algo para llegar
a ser una estrella de primer nivel y aspirar a ser titular indiscutible
en este Real Madrid. Por eso Bale le
ha adelantado en unas pocas semanas, a pesar de que él siempre ha dado
la cara. Su actitud ha sido y es admirable, pero el galés es mejor
jugador que él, más completo. Sin ir más lejos, una de las desventajas de Di María es que su pierna diestra prácticamente no la utiliza. Y eso, en fútbol de primer nivel, es un problema importante.
El panorama del 'Fideo' en el Real Madrid se reduce a ser paciente y conformarse con ser el jugador número doce o trece en el club más exigente del mundo o salir ya para ser titular en un equipo de segundo nivel como el Mónaco.
Sin embargo, la proximidad del Mundial cambia en este caso el contexto,
pues el futbolista empieza a temer que peligre su puesto de titular con
Argentina en Brasil. De ahí que su idea de aceptar la oferta del Mónaco esté muy madura, dándose por derrotado solo cuatro meses después de haberse propuesto luchar para ganarse los minutos en el Madrid.
Habrá que esperar para saber qué sucede con Di María, ya que
Ancelotti no parece estar muy por la labor de debilitar a la plantilla
traspasando en enero al jugador. Lo que está claro es que si el argentino sale el Madrid no debería quedarse con los brazos cruzados
si quiere llegar a mayo con la plantilla fresca y con opciones en todas
las competiciones. Una negociación con el Mónaco para traspasar al
argentino puede ser una buena forma para fortalecer los lazos con el club del Principado, y de paso, para preguntar por Radamel Falcao.
En Francia y España se dice y se cuenta que el colombiano ya ha pedido salir en enero porque no está nada cómodo en el club. Y es de sobra conocido que tanto Falcao como Florentino aspiran a cruzar sus caminos en no mucho tiempo. Con estas pistas se puede decir que la ocasión es 'pintiparada' para, por lo menos, intentar su cesión o incluso su fichaje.
Sin duda, sería una buena forma de dejar antes atrás el disgusto de
perder a Di María, un hombre no básico, pero sí importante para el
correcto funcionamiento de este Real Madrid.
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