El Real
Madrid impone, es lógico. Y condiciona, pues el hecho de jugar para el
mejor club del mundo puede hacer que los jugadores más inexperimentados
no den lo mejor de sí cuando se ponen la camiseta merengue. La historia
está plagada de casos en la que futbolistas de la cantera no triunfaron
en el club por sus altas exigencias, por lo que tuvieron que salir para
adquirir un merecido reconocimiento en otros equipos. Y en estos
momentos jugadores como Nacho, Jesé o Morata estén en ese período de
'prueba' en el que multitud de ojos escrutan su rendimiento para valorar
sus opciones de futuro en el equipo.
El pasado miércoles los tres contaron con la oportunidad de jugar ante el Xátiva en la Copa. Un partido plácido en apariencia que acabó por serlo
gracias a los dos tempraneros goles que marcó el equipo. Por lo tanto,
la situación era idónea para lucirse, pero al final el encuentro terminó
por convertise en un trámite realmente aburrido donde unos y otros se
conformaron con este digno marcador. Ninguno de los tres canteranos pudo
lucirse, aunque en el caso de Morata ni siquiera se le vio suelto en algún momento del partido. El delantero tuvo una noche negada y en parte fue por sus excesivo deseo de agradar a la parroquia merengue.
El encuentro planteó una paradójica situación para el madrileño, pues se puede decir que hoy por hoy Morata está más cómodo jugando lejos del Bernabéu. En casa se le nota con más ansiedad, con demasiadas ganas de hacerlo bien y de meterse al público en el bolsillo. Esto le lleva a ser más individualista y a buscar la jugada épica que le consagre como un jugador válido para el equipo. Ante el Xátiva
el ariete levantó pocas veces la cabeza cuando tuvo el balón en los
pies y en la mayoría de las ocasiones buscó acabar él la jugada mediante
la opción más complicada. El resultado fue que nada le salió bien y acabó el encuentro tal y como lo había empezado, de vacío.
Al término del choque Ancelotti le mandó un mensaje en la rueda de
prensa. "Hay partidos que no salen tan bien como otros, pero para
jugadores como él es esencial que trabajen y sigan jugando así. No es importante que marque goles, lo importante es que juegue bien y trabaje.
Los goles llegarán, estoy seguro" comentó el italiano al ser preguntado por él. Un consejo del que seguramente Álvaro ya haya tomado buena nota, pues es justo el aspecto que debe incorporar a su filosofía de juego en esta temporada: debe darse cuenta de que le irá mejor cuanto más sencillo haga el fútbol. Y no tiene muy lejos el modelo a seguir, pues puede fijarse en su partido de la temporada pasada ante el Barcelona: no marcó, pero dio una asistencia de gol y fue básico para el triunfo.
Los goles llegarán, estoy seguro" comentó el italiano al ser preguntado por él. Un consejo del que seguramente Álvaro ya haya tomado buena nota, pues es justo el aspecto que debe incorporar a su filosofía de juego en esta temporada: debe darse cuenta de que le irá mejor cuanto más sencillo haga el fútbol. Y no tiene muy lejos el modelo a seguir, pues puede fijarse en su partido de la temporada pasada ante el Barcelona: no marcó, pero dio una asistencia de gol y fue básico para el triunfo.
Para un delantero no todo es marcar goles y a Morata no solo se le va
a medir por su cuenta anotadora a final de temporada. Lo importante es
que demuestre que sabe compenetrarse con sus compañeros, que sabe ser generoso cuando debe serlo y que juegue suelto en el campo. Y una vez que lo consiga, los goles llegarán por pura inercia, como ha comentado Ancelotti. En el fútbol profesional no se puede empezar a construir la casa por el tejado. Muy pocos jugadores están tocados por una 'varita' como Raúl,
quien fue capaz de clavar un golazo por la escuadra en su segundo
partido como profesional, y además en un derbi ante el Atlético.
Por todo ello, Morata debe estar tranquilo. No debe plantearse cada partido en el Bernabéu como un examen. El Real Madrid tiene confianza en él y si no explota esta temporada seguramente le ceda una temporada para que continúe su progresión. Su única misión debe ser jugar como él sabe, contribuyendo con lo que pueda al equipo.
Si consigue goles, estupendo; si no, que busque asistencias o
simplemente ofrezca compañerismo, trabajo y buena compenetración. Muchas veces es mejor sumar poco a poco que aspirar a conseguir todo de una sola vez y por la vía complicada.
Más que nada porque en este club solo unos pocos elegidos han triunfado
desde el primer día. El resto, se lo han tenido que ir ganando durante
meses con paciencia, entrega, trabajo y calidad. Cuatro palabras que suelen ser sinónimo de éxito en el club más exigente del planeta.
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