Ser el
segundo jugador más caro del mundo no debe ser fácil. Si pertenecer al
mejor club del mundo supone ya de por sí una presión añadida, el hecho
de costar además 91 millones de euros lo debe complicar aún más. Por
eso, Bale está descubriendo en las últimas semanas que su nueva
condición de estrella del firmamento merengue tiene un lado oscuro al
que se tendrá que acostumbrar poco a poco. El Tottenham está a años luz
del impacto mediático que genera el conjunto blanco, por lo que este
joven de Cardiff está obligado a acostumbrarse cuando antes a su nuevo
estatus para no defraudar las expectativas.
El Real
Madrid es un club que genera muchas envidias. Es lo que tiene haber sido
el mejor equipo del siglo XX. Esto es algo que no decimos los
madridistas, sino que está en los números y datos que refrendan organismos como la UEFA, la FIFA o la IFFHS.
Se trata de un modelo y referente para el resto de conjuntos del mundo,
independientemente de que haya ganado más o menos títulos en los
últimos años. Por eso, el fichaje del futbolista galés ha originado una
cierta corriente crítica en medios y aficionados con el objetivo de
desestabilizar al futbolista y, por ende, al club.
Bale no lleva ni dos meses en el equipo, pero ya se escuchan juicios
sobre su nulo rendimiento en el Madrid. En las últimas semanas el
madridismo ha tenido que aguantar chanzas sobre sus lesiones musculares,
además de una pequeña campaña de la prensa culé para colocarle el cartel de ‘piscinero’. Por si eso fuera poco, el programa de 'Tv3' 'Crackovia' ha decidido parodiarlo como si tuviera alguna discapacidad mental, al igual que el cinematográfico 'Forrest Gump'.El programa es muchas veces cómico y tampoco está mal reírse algunas veces de uno mismo, pero en este caso el límite se ha superado con creces.
Así, se puede decir que últimamente está de moda 'atizar' a Bale.
Por lo visto hay críticos que afirman que el Real Madrid ha cometido un
grave error al ficharle por ese precio. Pero lo cierto es que, sin
contar el partido de ayer, el futbolista ha jugado solo 171 minutos repartidos en cinco partidos.
Eso no hace dos encuentros completos. ¿Es realmente posible juzgar el
rendimiento de un futbolista tras dos míseros choques? Evidentemente,
no. Y menos si el jugador a analizar resulta que no ha tenido la oportunidad de hacer una pretemporada decente.
Bale llegó al Madrid a finales de agosto con cinco entrenamientos en
las piernas, y mal contados. Solo pudo jugar unos minutos en un amistoso
de pretemporada. Y se presentó en el Santiago Bernabéu tal cual. A
partir de ahí, como es lógico, llegó la ansiedad por verle debutar. Pero ocurrió lo esperable, una concatenación de lesiones musculares producto de la tensión, los nervios y la mala preparación.
Nada de importancia, hasta que llegó el asunto de la grave lesión en la
espalda. Una historia rápidamente desmentida por el club, y que tornó
en ridícula desde el momento en que todo el mundo empezó a averiguar que hoy en día lo raro es encontrar un deportista que no tenga una protrusión.
Recapitulemos: en menos de 60 días Bale ha sido tildado de jugador frágil y piscinero, se le ha atribuido falsamente una grave lesión de espalda, una lesión crónica y se le ha caricaturizado como una persona con una discapacidad mental.
Casi nada. Pero es el plus extra que hay que pagar por ser el segundo
jugador más caro del mundo. No queda otra que tener paciencia y ser
consecuentes con la lógica del fútbol, la que invita a esperar a
que vaya cogiendo una buena forma física, a que gane ritmo y se adapte a
la nueva ciudad y a sus compañeros.
Hoy por hoy, es imposible pretender que salga cada partido y dé un
rendimiento similar al de Cristiano Ronaldo, por mucho que hayan tenido
un precio similar. Bale es un futbolista de carne y hueso como los demás que precisa de tiempo y confianza.
Hay que tener claro que el club le fichó por seis años, no por tres
meses. Y también que solo él es dueño de su propio destino. Por mucho
que se escriba o se invente, el único que va a trazar su trayectoria en el Real Madrid va a ser él. Hasta ahora ha estado callado trabajando para salir de sus lesiones. Pero ha llegado el momento de que empiece a callar bocas en el campo. Solo con fútbol. 'Su' futbol.
No hay comentarios:
Publicar un comentario