Hace unas semanas comentaba en este espacio que el verano pedía paciencia.
Pues bien, los días pasan y las novedades brillan por su ausencia en el
Real Madrid. Lo único que hemos 'rascado' últimamente ha sido una rueda
de prensa de Mourinho en la que ha dejado bastantes claras sus líneas
de trabajo, admitiendo su deseo de desprenderse de Kaká y Sahin y su
intención de afrontar la temporada con una plantilla corta.
Más allá de que haya que madurar el tema de los fichajes, el cariz que están tomando los acontecimientos no me gusta demasiado. Con los traspasos de Altintop
y Carvajal parecía que el Madrid empezaba a aligerar su plantilla, pero
esta tendencia no ha continuado en línea positiva en los últimos días.
Carvalho, Kaká y Sahin tienen muchas papeletas para irse, aunque no
parece fácil que se vaya ninguno de ellos, especialmente los dos
últimos. No quieren abandonar el equipo a pesar de saber que no
van a ser titulares, y gran culpa de ello la tienen las altas fichas que
cobran en el club.
Especial mención quiero hacer del caso de Sahin. Me asombra y me entristece que Mourinho quiera cederle.
Evidentemente que mi confianza en Mourinho es plena después de todo lo
que ha conseguido en estos dos años previos. Pero entiendo que el
portugués nunca ha tenido fe en el jugador y dudo que la tenga en el
futuro, aunque Nuri hiciera una gran temporada en el equipo inglés al
que presumiblemente fuera. Sospecho que en ese caso su situación se
resolvería con un traspaso el año próximo al equipo donde haya estado
cedido, por algo más de los 10 millones que costó el año pasado. Porque con Xabi Alonso, Granero o, supuestamente, Modric, no veo a Mourinho 'tirando' del turco ni ahora ni mañana.
Por las lesiones o por gusto futbolístico, intuyo que al portugués no
le gusta demasiado Sahin. Una vez superados sus problemas de rodilla la
temporada pasada le dejó en el ostracismo durante el último tramo de
temporada y el futbolista casi no tuvo oportunidades para demostrar su
fútbol. Después de casi de 13 meses en el club, el madridismo prácticamente no le ha visto jugar con el equipo.
Y me parece una pena, porque el chaval apuntaba maneras y, de haber
tenido más suerte, hubiera podido ser una pieza importante del Real
Madrid.
Pero voy más allá, porque no es lo único que me incomoda de esta pretemporada. El principal aspecto que produce inquietud es la tendencia de Mourinho a construir plantillas cortas.
El de Setúbal quiere 20 jugadores de campo más los tres porteros,
dejando dos fichas para la cantera. Esto a priori suena muy bien, pero
ya sabemos que a la hora de la verdad Mourinho no va a mirar hacia
abajo, hacia Valdebebas, como ha ocurrido en los dos últimos años. Es decir, que el Madrid pretende pelear por cuatro títulos con un grupo 'reducido' de futbolistas.
Por eso, la sensación que me está quedando de momento es que la
plantilla se va a debilitar más este verano que a fortalecer. La prueba
es que posiblemente se vayan más jugadores de los que entren.
Ya sabemos que al portugués le gusta usar un once inicial tipo, dejando las rotaciones para situaciones de fuerza mayor. Algo
peligroso para mi gusto, porque el equipo llega al final muy 'quemado' y
no rinde al máximo en el tramo final de todas las competiciones que
tiene en juego. Sobra decir que creo que en la semifinal de la
pasada Liga de Campeones faltó un punto físico para terminar de remontar
la eliminatoria, algo que se podría intentar evitar para el futuro con
una plantilla amplia y un reparto de minutos más equilibrado entre los
jugadores.
Creo que el modelo a seguir es el del Barcelona de los años 2008 y 2009,
pues en 18 meses ganaron todo lo posible, seis títulos, merced a
disponer de la plantilla más amplia y compensada que tuvo Guardiola a su
cargo en sus cuatro años como entrenador del club. Luego el equipo
siguió teniendo éxitos, pero nada fue igual a este primer año. La idea que hay que sacar de ello es que un buena distribución de los esfuerzos hace más asequible aspirar a todo,
y para eso no se puede pretender jugar siempre con los 11 téoricos
titulares. Después de tantos triunfos a lo largo de su carrera, el reto
de Mourinho es hacer una temporada perfecta y este año tiene una gran
oportunidad ante sí. La cuestión es si sabrá encontrar el punto de equilibrio, porque el cansancio también es un rival.
Y como tal, hay que poner medidas para que no nos prive de algún que
otro título. Si el equipo pierde alguno, que sea por mala suerte o
porque es inferior a sus rivales. Pero no por no tener las piernas
frescas.
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