Sahin y grada. Son términos que esta temporada están íntimamente ligados. Y lo peor de todo es que los aficionados madridistas no saben por qué. El fichaje más ilusionante del pasado verano ha pasado a ser la decepción más evidente de una temporada que discurre prácticamente sin fisuras en lo deportivo. La historia de 'amor' del turco con el Real Madrid estuvo corrupta prácticamente desde su fichaje, cuando el jugador estampó su firma mientras se recuperaba de una lesión de rodilla que se había hecho unas semanas antes jugando en el Borussia Dortmund.
El Madrid no termina de aprender con estas situaciones, pues tiene una tendencia innata a fichar jugadores lesionados. Ya pasó en su momento con Woodgate y con Kaká, algo que esta temporada se ha visto repetido con Hamit Altintop y Nuri Sahin. Cuatro ejemplos y en ninguno de ellos el final ha sido demasiado satisfactorio para el club. En el caso del brasileño y los turcos es una historia que aún está por escribir, pero los hechos hasta este momento no permiten ser muy optimistas. Porque mientras Kaká se esfuerza por ser importante en este club (a ratos lo consigue, pero sin la continuidad exigible por los 65 millones de euros que costó), en el caso de los otomanos ni siquiera tienen una presencia reseñable en los progresos del equipo.
Darle confianza a un jugador fichándole a pesar de estar lesionado no es malo. El problema llega cuando la gestión y evolución de sus problemas físicos acaban por convertirse en un quebradero de cabeza con difícil solución. Con Sahin parece que así está sucediendo, aunque el mutismo que rodea el vestuario merengue solo da lugar a la especulación. El turco tiene el alta médica desde el pasado 5 de octubre. Desde entonces han pasado 159 días y el jugador únicamente ha disputado 364 minutos con la camiseta del Real Madrid, siendo únicamente 24 de ellos en la Liga española.
De hecho, Sahin no ha vuelto a jugar en el campeonato nacional desde que debutara la soleada mañana del 6 de noviembre ante el Osasuna. El mediocentro tuvo la oportunidad de volver a sentirse jugador y el Bernabéu se volvió a ilusionar con el futbolista que se había fichado para sustituir a Xabi Alonso. Tras ese día, 180 minutos en la eliminatoria de Copa del Rey ante la Ponferradina y otros 180 más en la Champions en los partidos ante el Dinamo de Zagreb y el Ajax. Nada más. Ni un minuto desde el pasado 20 de diciembre pasado.
"Ha terminado sus cinco semanas de pretemporada. Pero no ha tenido muchos partidos para jugar y coger ritmo. Hemos estado jugando cada tres días y no ha tenido tiempo. Jugó contra la Ponferradina y el Ajax... y ahora que hemos vuelto a competir al más alto nivel, no ha tenido minutos. Está pagando todo esto. A ver si llega su oportunidad" decía Mourinho sobre él el pasado mes de enero. Pero la oportunidad no aparece. El calendario es cada vez más exigente y Sahin no está para ofrecer un rendimiento del 100% justo cuando el Madrid no puede permitirse hacer concesiones a sus rivales. Así que el futbolista se pasa los partidos en la grada, acostumbrado como está a ser convocado para acabar descartado a última hora por el portugués.
Por eso, se ha llegado a hablar que Mourinho estaba protegiendo al jugador. Que Sahin tenía miedo a golpear el balón a la hora de jugar. Incluso que el entrenador le ha puesto la cruz. Yo ya no se qué versión creerme, qué pensar. Solo interpreto que las cosas no están saliendo bien para él y eso es malo. Porque a estas alturas, me cuesta imaginarme a Sahin jugando minutos en unos cuartos de Champions, en unas semifinales. O en el próximo mes y medio de Liga. El momento de este jugador ya pasó, ya no hay lugar para pruebas, rodajes o pretemporadas. Ahora es tiempo de decidir títulos y Nuri está desubicado, sin la confianza necesaria. La temporada está perdida para él.
Solo espero que esto no implique también que su carrera se ha echado a perder. Que Mourinho y el Real Madrid no le hayan dejado de ver como su apuesta para tener un centro del campo desbordante de calidad. Que Sahin no se vaya el próximo verano de este club sin ni siquiera haber tenido una oportunidad, por culpa de sus rodillas o por decisión del técnico. Que este año tirado a la basura no frene su meteórica carrera. Que el mejor jugador de la pasada Bundesliga todavía tenga mucho que ofrecer al Bernabéu.
Así que estoy preocupado y expectante. Junio y julio serán claves en el futuro de Nuri en el Real Madrid, aunque quizás la decisión ya esté tomada en la cabeza de los principales responsables del club. Lo desconozco. Solo ellos saben realmente por qué este jugador disputó prácticamente al completo el último amistoso de su selección y el propio técnico turco dijo que estaba en un "estado de forma óptimo", mientras que en el conjunto blanco ni siquiera calienta el banquillo. Todo un misterio y una lástima. Porque el madridismo se merece conocer a este jugón, hoy o dentro de cuatro meses. Si las lesiones se lo permiten, claro.
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