lunes, 16 de enero de 2012

Las contraindicaciones de la Copa


Una de las cosas más difíciles de hacer en fútbol profesional del máximo nivel es conseguir ganar todos los títulos en una temporada. Las altas exigencias de la competición acaban haciendo mella en las plantillas, de manera que estas suelen pagarlo dejando escapar uno de los torneos ante la imposibilidad de afrontar física y mentalmente todos los retos que se le van presentando. Así, muy pocos equipos en la historia han acabado una temporada logrando el triplete de Liga, Copa y Champions; quedando semejantes hazañas en los anales de este deporte.

La temporada pasada el Real Madrid conquistó la Copa del Rey. Un título que sació parcialmente las ansias de títulos del madridismo, pero que un año después sabe a muy poco. Por eso, José Mourinho y sus jugadores se han planteado como objetivos la Liga y la Champions League. Es simple lógica, porque ambas competiciones tienen más relevancia que el campeonato copero y porque, a la larga, son los títulos que hacen más ilusión a la afición.

Esto no implica que el Madrid vaya a pasar la Copa o a tirarla. Ni mucho menos. Es más, el azar ha querido que la posibilidad de repetir victoria en el torneo del K.O. pueda tener el valor añadido de eliminar al Barcelona en los cuartos de final. Lo que antes era un título secundario en los planes de Mourinho se ha convertido en un objetivo prioritario. Más por el hecho de superar al eterno rival y apearlo en una ronda intermedia que por el valor emocional del trofeo. Nadie duda de que este miércoles y el próximo los jugadores de este equipo darán todo lo que tengan por ganar a los azulgranas, ni de que el técnico no reservará a sus mejores jugadores.

Por eso, el Madrid debe tener cuidado. Los precedentes de este equipo en las últimas temporadas dan fe de la dificultad de entrar en el mes de enero peleando por tres competiciones. No hay más que ir a la temporada pasada para recordar que el equipo se dejó siete puntos en Almería, Pamplona y Coruña entre los meses de enero y febrero. Justo cuando estaba luchando por meterse en la final copera ante el Levante, el Atlético de Madrid y el Sevilla. El bajón físico llegó tras los turrones, y el Real Madrid pagó su brutal esfuerzo dejando escapar la competición de la regularidad.

Entonces la situación era algo distinta por el hecho de que en la Liga había una desventaja clara con el Barcelona, justo lo contrario que pasa en la presente. En consecuencia, hay un colchón tranquilizador que permite algún traspiés liguero. Pero ojo, porque el último partido en Mallorca ha podido ser un aviso. El equipo jugó muy mal en los 70 primeros minutos y solo reacción en un arreón de casta y de valentía del entrenador. No se dieron buenas sensaciones, el ritmo fue muy lento y anodino y el estado físico de algunos jugadores como Cristiano Ronaldo, Arbeloa, Xabi Alonso o Marcelo no pareció ser el mejor. En esta situación, la Copa aparenta tener parte de culpa.

Tras dos semanas de vacaciones en Navidades, la temporada no parece que le vaya a dar un respiro en lo que queda de curso. A un ritmo infernal de dos partidos semanales, el Real Madrid se va a examinar de manera habitual y está obligado a responder en las tres competiciones. Hasta ahora lo está haciendo de manera excepcional y con un fútbol convincente en el que se sustentan los 22 triunfos en los últimos 23 partidos. Aunque cuidado, porque el equipo de Queiroz también arrasaba a principios de 2004 y acabó desfondado por pelear por todo sin tener un buen fondo de armario.

De momento Mourinho parece que va a gestionar bien esta situación. El año pasado apostó por doce, trece jugadores y no se movió de ahí. En cambio, en el presente gente como Callejón, Kaká, Higuaín, Lass o Coentrao están permitiendo rotar. Y eso está facilitando que la condición física no se resienta demasiado por ahora. Si el Real Madrid quiere llegar lejos en los tres torneos en liza debe repartir minutos como hasta ahora y dosificar esfuerzos. En ese aspecto, la continuidad en la Copa del Rey será clave. Porque desde esta lectura, eliminar al Barcelona sería estupendo, pero caer ante ellos tampoco debería ser un drama.

Lo digo porque, en caso de caer derrotados ante los de Guardiola, veo bastantes opciones de acabar ganando la Liga y de llegar lejos en la Champions. Los hipotéticos problemas físicos que vengo comentando se esfumarían y pasarían a cebarse con los culés, quienes precisamente piensan aguantar hasta final de temporada con 17 ó 18 jugadores. Luchar por la Liga, la Copa y la Champions en su situación pueden hacer de la temporada un suplicio para ellos.

Mi reflexión es que si alguien alguien tiene más opciones de ganar este año el triplete, ése es el Real Madrid. Por plantilla, por frescura, por condiciones físicas y futbolísticas. El Barcelona está siendo mucho peor tratado por las lesiones y eso posiblemente se note en abril y mayo. Un problema que podría ser dramático para ellos si eliminaran a los de Mourinho en la Copa. Si sucediera a la inversa, la Liga aún estaría muy lejos de decidirse. Así que luchemos hasta el final para eliminar a los culés, pero hagámoslo con cabeza y teniendo claras las prioridades. La cuesta arriba no ha hecho más que empezar y el reto es hacer historia con este club. Hay que ir a por los tres títulos, pero la Champions y la Liga deben estar en un primer plano. La Copa debe tomarse como un premio, como la guinda del pastel. Intentémoslo pues, pero sin perder la cabeza.

No hay comentarios: