viernes, 6 de mayo de 2011

Análisis del Maccabi: Un lobo con piel de cordero


Después de dieciséis añós sin saborear lo que es estar en una Final Four europea, el Real Madrid regresa este viernes al olimpo de los 'dioses' del baloncesto con la ilusión puesta en conseguir la ansiada 'Novena'. Para ello deberá vencer en su primera prueba al Maccabi Tel-Aviv, un conjunto que llega con humildad y un baloncesto sin fisuras.

El Maccabi se presenta en Barcelona con balance de 15 triunfos y 5 derrotas en los partidos europeos de esta temporada. De ellos, los parciales se distribuyen en un 9-1 en la fase de grupos, un 3-3 en la del Top-16 y un 3-1 en la eliminatoria de cuartos de final ante el Caja Laboral, al cual le ganaron el factor cancha. En consecuencia, se puede decir que este conjunto ha alternado fases de consistencia con otras de gran irregularidad, ya que en la penúltima ronda los de David Blatt pasaron grandes problemas para clasificarse como segundos en un grupo que acabó liderado por el Regal Barcelona.

Los hebreos dominan varios apartados estadísticos entre los equipos presentes en la Euroliga. Son los más anotadores (82’2 por solo 71’2 encajados), los segundos más reboteadores tras el Madrid (36,5 rebotes por 38,5 merengues), los mejores en asistencias (16,1 por partido) y los segundos, tras Siena, en robos (9,25).  Entre sus triunfos, destacan los cuatro obtenidos sobre el conjunto victoriano, en contraste con las dos derrotas sufridas ante ellos. Además, también han sido capaces de apullar a otros grandes rivales como la Lottomatica de Roma (99-58), la Union Olimpija esloveno (104-67) o el Zalguiris lituano (86-70). En cambio, su rival culé en el Top-16 fue capaz de ganarles los dos partidos, por 81-71 en el Palau y 85-92 en el Nokia Arena.

En cuanto a su plantilla, el conjunto hebreo cuenta con una explosiva mezcla de juventud y veteranía. Ejemplos de estos extremos son el prometedor pívot serbio Milan Macvan y el veterano base (eterno se podría decir) Derrick Sharp. A una base apoyada en siete jugadores hebreos, el equipo ha aunado el talento de cuatro norteamericanos y el poderío de dos de las principales estrellas serbias (Macvan) y griegas (Schortsanitis).

El pívot heleno es precisamente el núcleo central (12,3 puntos, 4,3 rebotes en 19 minutos de media) del juego interior macabeo. El jugador ha superado recientemente una importante lesión y no llegará a la cita en su mejor momento, aunque su participación será vital para equilibrar un juego interior donde el Madrid tiene ventaja a priori, ya queninguna de sus torres supera los 2,07 metros. Junto a él estarán Yaniv Green y Lior Eliyahu, dos jugadores de buen nivel que acostumbran a tener un papel residual en el equipo, especialmente Green. En cuanto a Macvan, el balcánico no está terminando de explotar y vive a la sombra del griego (3,9 puntos, 1,6 rebotes en 9 minutos).


Así, el gran peligro de este equipo llega desde el exterior. En la creación está el MVP del pasado mes de marzo en la Euroliga, Jeremy Pargo. Se trata de un base total (13 puntos, 3,5 rebotes y 3,9 asistencias en 29 minutos) que monopoliza la dirección del equipo con la ayuda esporádica de Burnstein. Para el juego ofensivo queda el escolta norteamericano Chuck Eidson (8,9 puntos, 4 rebotes y 3,8 asistencias en 29 minutos), un jugador que ha bajado su rendimiento en esta última campaña. Sin embargo, su mejor '2', Doron Perkins, está fuera de combate por una grave lesión sufrida ante el Caja Laboral. Su ausencia puede ser crucial a nivel defensivo, pues Perkins pasaba por ser el mejor reboteador del Maccabi con 5,4 rechaces por choque.

Y en el puesto de alero son los hebreros Pnini y Blu junto al americano Hendrix los que sustentan una línea sin mucho talento.  Así, su trabajo pasa por apoyar en los aros y trabajar en defensa, con unos promedios estadísticos por cada uno de ellos cercanos a los 8 puntos y los 3 rebotes en casi de 20 minutos de juego de media. Lo que viene a concluir que el Maccabi es un equipo muy poderoso a nivel ofensivo y físico, el cual tiene como fundamental la aportación de sus dos jugadores estrella, Pargo y Schortsanitis. Frenarlos a ellos y desarrollar un juego inteligente y de control, de bajo tanteador, serán aspectos claves para poder ver al Real Madrid en la final del próximo domingo.

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