Tras una larga temporada siguiendo de manera habitual al Real Madrid
Castilla, ya no me queda ninguna duda. El grueso de esta plantilla
triunfará en el fútbol español en el futuro. Desconozco si lo harán en
el club blanco o en otros equipos, como suele ser habitual. Pero estoy
prácticamente seguro de que una decena o más de los futbolistas que
celebraron el ascenso a Segunda acabarán siendo nombres muy escuchados
en el futuro.
La
progresión del filial madridista a lo largo de la temporada ha sido
impresionante. Y eso que al principio nada hacía presagiar lo que al
final ha acabado por suceder. Porque el Castilla estaba situado en el
Grupo I de la Segunda B, el que era a priori más complicado de los
cuatro, con 'cocos' históricos como el Tenerife, Albacete, Oviedo o Leganés. Además, los inicios tampoco fueron excesivamente buenos, pues el equipo empató tres de los seis primeros partidos que jugó.
Pero, a partir de ahí, todo empezó a ir viento en popa, con Alberto
Toril a los mandos de una nave que cada vez navegaba mejor.
Así, el Castilla que tuvimos el placer de disfrutar en la eliminatoria ante el Cádiz fue todo un equipazo. Plagado de jugadores jóvenes y talentosos, capaces de bordar el fútbol y de meterle un inmisericorde 8-1
al conjunto gaditano en el global de la eliminatoria. Otro histórico
del fútbol español que, para colmo, había campeonado en el Grupo IV de
la Segunda B y solo había encajado 23 goles en toda la Liga. Un logro digno de mención para el club más acostumbrado a conseguir cosas que parecen imposibles, el Real Madrid.
Por ello quizás no haya llamado demasiado la atención a la afición,
más pendiente ahora de la Eurocopa y de la Liga conquistada que del
filial del club.
Pero en los más de 15 años que llevo siguiendo al Castilla (o Real Madrid B) jamás vi un conjunto que jugara tan bien como éste. Ni siquiera a los dos equipos de los años 2006 y 2007, en los que estuvieron futbolistas de la talla de Codina,
Filipe Luis, Borja Valero, Negredo, Soldado, Rubén de la Red, Granero,
Arbeloa, Jurado, Balboa, Barral, Mata, Javi García, Callejón, Dani
Parejo o Miguel Torres. Nombres en todos los casos de
jugadores que hoy en día compiten al fútbol al máximo nivel; en muchos
casos como internacionales con la selección española. El último Castilla de Segunda División dejó huella y marcó la actual época que vivimos en el fútbol español,
a pesar de que solo Arbeloa, Granero, Callejón y De la Red (en menor
medida) pudieran triunfar vestidos de blanco, bajo parada previa en
otros clubes.
Creo que la política que está desarrollando el club en los últimos años con la cantera es discutible.
Más que nada porque en el primer equipo no se le dan prácticamente
oportunidades a los chavales. En lugar de eso, se les vende a otros
clubes para que demuestren su progresión y, si lo hacen bien, puedan ser
repescados. Algo muy loable, pero que, en cierta medida, coarta y limita sus posibilidades. De hecho, por ello el Real Madrid no cuenta ahora mismo en sus filas con una estrella mundial como Juan Mata, que abandonó el club al no ser renovado su contrato.
En lo que respecta al presente, imagino que el ascenso a Segunda provocará que el Castilla pueda retener a la mayoría de sus perlas en el equipo.
El problema hubiera estado en no haberlo conseguido, pues entonces
jugadores como Joselu, Mosquera o Nacho podrían haber empezado a valorar
la opción de irse a otros clubes para no frenar su progresión en una
categoría inferior a su nivel. La división de plata supone un reto para los héroes del ascenso y una vía de progresión para seguir aprendiendo en su camino hacia la máxima categoría.
Veremos cómo se desarrolla la próxima temporada, si Mourinho empieza a
mirar más hacia abajo ahora que los chavales ya se han licenciado en
la Segunda B. Aunque lo dudo bastante, porque imagino que el
club seguirá actuando de la misma manera, fichando a gente de fuera a
altos precios y dejando que sean otros los que maduren a sus perlas a
la espera de poder repescarlas si interesan. Una pena, porque
llevamos días hablando de carísimos candidatos para el lateral derecho
del primer equipo mientras que Dani Carvajal espera pacientemente el
filial. Un futbolista del que no tengo ninguna duda que será internacional en no muchos años.
Y es que, como digo, desconozco si estos futbolistas acabarán triunfando con la camiseta de la primera plantilla madridista o con otra. Pero lo que tengo muy claro es que un buen número de ellos lo harán.
Como ya hicieron varios de sus antecesores en los últimos años, siendo
ahora pilares fundamentales en la actual generación del fútbol
español. Porque la cantera del Real Madrid ha sido siempre (y lo
seguirá siendo) la cuna del fútbol nacional, el principal vivero de
jugadores de este país. Otra cuestión es dónde acaben cada uno. Un tema
digno de análisis y estudio dentro del club. El trabajo siempre ha sido magnifico en la 'Fábrica', en la antigua Ciudad Deportiva o en Valdebebas. Y los datos están ahí para demostrarlo. Bajo esta premisa,
solo queda preocuparse de que el puente entre la cantera y la primera
plantilla no siempre tenga que pasar necesariamente por otros clubes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario