Tras más de 50 días de espera, regresa lo bueno. Este lunes el Real Madrid volvió al trabajo con ilusiones renovadas y lo hizo con la mente puesta en continuar la línea de trabajo marcada por Mourinho la temporada pasada. Entonces el botín fue una Copa del Rey que permitió valorar positivamente la campaña, pero que sabe a poco si se tiene en cuenta que el gran rival, el F.C. Barcelona, fue el verdadero triunfador del año.
En estos días previos a la propia pretemporada el Real Madrid ha trabajado para pulir y limar los errores que demostró la temporada 2010/11. Por eso, el equipo se ha reforzado mucho y bien y todavía promete seguir haciéndolo en las próximas semanas. Si llega algún fichaje más es probable que lo haga para reforzar el ataque, justo una zona que parece bien cubierta con gente como Higuaín, Benzemá o Cristiano Ronaldo. Aunque si llega Neymar o Agüero el ataque madridista promete pasar a la historia.
La primera temporada de Mourinho se puede valorar de positiva. No hay que olvidar que su equipo peleó hasta el final con el Barcelona de Guardiola, un conjunto con tres temporadas de recorrido a sus espaldas y considerado por muchos uno de los mejores de las últimas décadas. Por eso, la verdadera medida del Real Madrid de Mourinho se debe calcular la temporada que ahora comienza, no en la precedente. Sospecho que esta campaña promete ser la última de Guardiola al frente del banquillo culé y Mourinho tiene ante sí una oportunidad única de demostrar quién es mejor entrenador del planeta.
Por ello, se presenta una temporada apasionante. Si la pasada ya lo fue, está promete emociones aún más fuertes. En España el Málaga promete dar guerra y colarse en la cabeza de la clasificación, aunque Atlético, Sevilla o Valencia no están levantando precisamente ilusión. En cuanto a Europa, la tendencia promete seguir siendo la misma, con Madrid y Barcelona un escalón por delante del resto. Lo que no quiere decir que no puedan surgir sorpresas. Pero la lógica invita a pensar que el mundo del fútbol seguirá siendo bipolar un año más.
Solo que esta vez el Real Madrid dará más guerra. El club blanco ha reforzado muy bien su equipo y tiene, probablemente y a día de hoy, la mejor plantilla del mundo. Quizás su presumible once inicial no tenga los recursos o la calidad individual del barcelonista, pero creo que está claro que en banquillo y variedad no hay quien pueda ganar a los de Mourinho. De hecho, los azulgranas podrían cometer el mismo error del segundo verano de Guardiola: creerse que con un par de fichajes de talonario el equipo seguiría llevándose títulos de calle. Atención, porque el Madrid va a ser mucho mejor conjunto que el año pasado y eso implica equilibrar aún más, si cabe, la balanza.
Incluso el gran fondo de armario puede permitir que el equipo luche por ganar las cuatro competiciones que tendrá en liza. Todo dependerá de cómo gestione Mourinho sus recursos y de cómo traten las lesiones a la plantilla. El duro año casi obligará a rotar de manera habitual, a diferencia del criterio que siguió el luso el año precedente. Entonces no dio demasiado descanso a sus titulares y el Madrid se acabó resintiendo en la Liga. Algo que no debe repetirse esta vez, pues la planificación del equipo se ha realizado en este sentido. Así que ojo, porque este promete ser el gran año del madridismo.
Solo que esta vez el Real Madrid dará más guerra. El club blanco ha reforzado muy bien su equipo y tiene, probablemente y a día de hoy, la mejor plantilla del mundo. Quizás su presumible once inicial no tenga los recursos o la calidad individual del barcelonista, pero creo que está claro que en banquillo y variedad no hay quien pueda ganar a los de Mourinho. De hecho, los azulgranas podrían cometer el mismo error del segundo verano de Guardiola: creerse que con un par de fichajes de talonario el equipo seguiría llevándose títulos de calle. Atención, porque el Madrid va a ser mucho mejor conjunto que el año pasado y eso implica equilibrar aún más, si cabe, la balanza.
Incluso el gran fondo de armario puede permitir que el equipo luche por ganar las cuatro competiciones que tendrá en liza. Todo dependerá de cómo gestione Mourinho sus recursos y de cómo traten las lesiones a la plantilla. El duro año casi obligará a rotar de manera habitual, a diferencia del criterio que siguió el luso el año precedente. Entonces no dio demasiado descanso a sus titulares y el Madrid se acabó resintiendo en la Liga. Algo que no debe repetirse esta vez, pues la planificación del equipo se ha realizado en este sentido. Así que ojo, porque este promete ser el gran año del madridismo.
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