Acabó la temporada para el Real Madrid de baloncesto y no lo hizo de una manera acorde a un proyecto valorado en 27 millones de euros. Ningún título para un equipo creado para ganar es un pobre bagaje al que hay que sumar la irregularidad en el juego que ha mostrado la plantilla.
Sin embargo, no se puede olvidar que por este conjunto han pasado hasta 17 jugadores a lo largo de la temporada y que en ocasiones las desgracias se han cebado con el Real Madrid. Las lesiones han sido una preocupación a lo largo de todo el año, de manera que Maceiras ha tenido que verse obligado en varias ocasiones a contratar jugadores a mitad de campaña para parchear los agujeros que se iban creando.
En definitiva, las condiciones no han sido las mejores. El aspecto físico no ha acompañado y, para colmo, enfrente ha estado el mejor Barcelona de los últimos años. Tanto en la Euroliga como en la Copa los culés se cruzaron en el camino merengue dejándoles apeados de unas competiciones en las que habían rendido mejor que en las campañas precedentes.
Y para rizar el rizo de las preocupaciones, el rendimiento de los veteranos no ha sido el esperado. Garbajosa se ha mostrado toda la temporada muy irregular, mientras que Hansen, Kaukenas y Bullock (por decir algunos) han estado extremadamente grises para lo que se esperaba de ellos. En definitiva, esta vez la experiencia ha sido más un lastre que un plus.
Pero, a pesar de todo ello, el proyecto de Messina merece un voto de confianza. En el banquillo merengue está, sin duda alguna, uno de los mejores entrenadores europeos. Y en los despachos, Antonio Maceiras trabaja con el aval de haber creado al Barcelona campeón del 2003. Una labor que se nota en el hecho de haber contratado a jugadores como Tomic y Velickovic; aspirantes a futuras estrellas mundiales de este deporte.
Paciencia, por tanto. El propio Messina era el primero que sabía que esto no iba a ser un camino sencillo. En la Final Four sólo están los mejores, y a la cima no se llega a la noche de la mañana. Quince años sin ganar en Europa son muchos y exigen un trabajo de base que esta temporada se ha empezado a hacer.
Por ello, el equipo sólo necesita reforzar su columna vertebral (Llull, Velickovic, Felipe Reyes y Tomic) con jugadores de primer nivel en puestos clave, como el de base, el de alero alto y el de pívot. Y leyendo las recientes declaraciones de Florentino, voluntad hay de ello. Así que paciencia, que las verdaderas alegrías deberían llegar a partir de la próxima temporada.