miércoles, 31 de diciembre de 2014

Hablemos de Pepe en las malas... y en las buenas

Hace unos días miraba la lista de los 100 Mejores Jugadores del Año que había publicado el prestigioso periódico francés 'L'Equipe' y no podía salir de mi asombro: ¡Pepe no figuraba entre ellos! Entre todos los nombres había un hueco para hasta 12 madridistas, pero los únicos habituales del once que no aparecían eran Casillas y Pepe. Tratándose del mostoleño puede ser entendible por su irregular 2014, pero en el caso del portugués es algo digno de análisis.

Diez meses atrás ya expresé en este espacio mi admiración por el estado de forma que atravesaba entonces el central merengue. Y hoy, último día del año, vuelto a refrendarlo. 2014 ha sido uno de los períodos más exitosos de la historia merengue - por balance de títulos el que más - y como es lógico los focos se los han llevado los grandes 'cracks' del equipo, especialmente Sergio Ramos y Cristiano Ronaldo. En el caso del sevillano su año ha sido difícilmente mejorable, con pocos goles pero claves. Ahora prácticamente nadie duda de que el '4' es el mejor defensa del mundo en la actualidad, tanto por liderazgo como por juego. Pero de ello también tiene parte de culpa su compañero en la defensa.

PepePepe cumplirá 32 años el próximo mes de febrero. Es una edad que empieza a avisar a los futbolistas de que su carrera empieza a agotarse, aunque en los centrales suele coincidir con sus mejores épocas de rendimiento. Casos como los de Hierro, Baresi, Nesta, Cannavaro o Maldini así lo atestiguan. Y lo cierto es que Pepe va camino también de ello, porque no se le vio antes mejor que como está hoy. En los últimos años ha conseguido alejarse de toda la polémica que ha llevado en sus alforjas durante su trayectoria en el Madrid y por fin se ha centrado para ser el gran 'tapado' de la defensa merengue. Atrás quedaron los malos rollos, los malos gestos y las acciones desproporcionadas para que el Pepe de ahora sea la mejor versión de un futbolista que siempre ha sido descomunal.

El protagonismo en los medios se lo están llevando otros, pero al luso le basta con hablar en el campo. Se le ve fresco, rápido, con una zancada prácticamente inigualable. Al espacio es un central infranqueable por potencia y colocación. Un muro, en definitiva. Y además no necesita hacer faltas para cumplir con su trabajo. De hecho siempre ha acostumbrado a hacer muy pocas, aunque su mala fama le ha precedido siempre, a veces justamente y otras no tanto. Todo porque las contadas que ha hecho han solido ser bastante notorias tras sufrir un 'cruce de cables' que hace unos años era frecuente y del que ahora parece no quedar rastro.

No me cabe duda de que el jugadorha reaccionado a tiempo. Ha tardado en hacerlo, pero más vale tarde que nunca. Y el resultado que tenemos es un central excepcional, el mejor complemento posible de Sergio Ramos. Si fuera cualquier otro futbolista posiblemente ahora estaríamos hablando de que Varane le ha quitado la titularidad. Pero Pepe es mucho Pepe y está intratable. Es un futbolista mayúsculo que ha llegado a su punto justo de madurez coincidiendo con los grandes éxitos del Real Madrid. ¿Casualidad? Yo no lo creo, pues el '3' merengue tiene gran parte de la culpa de todo lo bueno que le está pasando al equipo. Y lo justo es decirlo, aunque sus detractores quieran taparlo sacándole la hemeroteca y en Francia se olviden inexplicablemente de él.

miércoles, 24 de diciembre de 2014

Un Real Madrid a la manera de Toni Kroos

Como cada año empieza a tocar hacer repaso de todo lo que ha dejado el 2014 para el Real Madrid. No cabe duda de que lo más importante han sido los cuatro títulos que ha logrado el equipo, aunque a mi juicio junto a ellos habría que destacar otro hecho de especial trascendencia: el fichaje de Toni Kroos. En cuatro meses el alemán ha demostrado que no es un futbolista más de los muchos que pasan por la historia del Real Madrid, sino un hombre que atesora la personalidad y la calidad suficientes para marcar una época en el conjunto blanco.

A finales de agosto yo fui uno de los primeros que me lamenté por la espantada que pegó Xabi Alonso del Real Madrid. Y con razón, pues el vasco era prácticamente imprescindible en los esquemas merengues. Un verdadero 'jefe' y motor del equipo. Pero el tiempo ha vuelto a demostrar que en el Real Madrid siempre hay vida más allá de sus grandes jugadores. La máxima del club es 'a rey muerto, rey puesto'. Y quién nos lo iba a decir, pero su sucesor estaba ya en la plantilla y de hecho coincidió un mes y medio con el español. Toni Kroos apuntaba esta temporada a titular indiscutible y a escudero de Xabi, pero la situación se precipitó y el joven aprendiz tuvo que colocarse rápidamente la 'armadura' del caballero mayor del reino.

Desde entonces hemos disfrutado del mejor fútbol del Real Madrid en años. Sí, sin Xabi Alonso y con el alemán al mando. Su adaptación ha sido digna de estudio, porque nadie podría decir que este jugador lleva poco más de 120 días entrenando con su nuevo equipo. Y lo más increíble de todo es que se ha hecho con el control de la situación desde una posición totalmente nueva para él, la de pivote defensivo y organizador del juego. Con anterioridad ya habíamos comprobado cómo un claro mediapunta como Modric había logrado evolucionar hasta convertirse en un mediocentro 'cuatro por cuatro', pero el caso de Kroos ha sido aún más extremo. En cuestión de un año ha pasado de ser un interior con tendencia a llegar al área rival a un futbolista totalmente sacrificado por el bien de su equipo.

En el proceso ha tenido que renunciar a una de las cosas más placenteras del fútbol, el gol. Ya no es el futbolista que en Múnich sorprendía en el área llegando desde atrás. Ahora se asoma a los dominios del rival con mucha timidez y midiendo mucho las posibles consecuencias. No le queda otra, pues su responsabilidad es enorme. Ancelotti le pide que sea el pilar sobre el que se sostenga este Real Madrid, el núcleo y el punto de referencia de la mejor versión blanca en años, quizá en décadas. Así que ha perdido protagonismo. Ya no asoma tanto como antes en las fotos de los goles, ni tiene tantas primeras planas. Pero a cambio está creciendo de forma brutal como futbolista, dejando intuir una progresión extraordinaria que a sus 25 años -aún no cumplidos- puede prolongarse por bastante tiempo más.

Toni KroosEl Real Madrid es mucho Real Madrid. Lo máximo en el fútbol. Pero el Bayern no anda a la zaga, y menos la versión del equipo alemán en las dos últimas temporadas. Por eso es de agradecer que Toni decidiera dejar la estabilidad de su país y de su casa y optara por la aventura del mejor club de la historia. El suyo era un paso arriesgado, pero como él mismo dice ya lleva tiempo dándose cuenta de que ha acertado. El cambio le ha hecho mejorar como jugador y le está curtiendo lo suficiente para empezar a ser un hito en el fútbol moderno. Y no es una afirmación a la ligera, porque su capacidad futbolística está llevando al conjunto de Ancelotti a otro nivel de juego y le está convirtiendo en una escuadra más pulida aún que la que ganó la 'Décima' en Lisboa.

Digo esto porque quiero incidir en la importancia estratégica que Kroos le está dando al Madrid. La Champions vino tras un córner mágico botado por Modric, pero ahora el que lanza normalmente desde la esquina es el teutón. ¡Y qué centros pone! A estas alturas es fácil haber perdido ya la cuenta de los goles importantes que ha marcado el equipo gracias a sus roscas milimetradas. El de Pepe al Barcelona o los de Ramos en Marrakech son una buena muestra. Son acciones que ganan partidos por sí solas y el equipo blanco tiene en sus filas a la pierna derecha más precisa del mundo. Probablemente ni Beckham las puso tan bien como él en sus años en la capital de España.

Se podrían enumerar muchas más virtudes de Kroos, pero no es necesario. Basta con ver un partido de este Real Madrid para darse cuenta de lo que ha traído Florentino Pérez por poco más de 25 millones de euros. Es probablemente su gran fichaje junto a Sergio Ramos, más allá de desembolsos galácticos como los de Cristiano o Bale. El alemán vino hace dos días -como quien dice- y ya ha cambiado al equipo para que el fútbol orbite alrededor de él, a su manera. Y es que es un jugador que está hecho de otra pasta, de la misma que otros grandes mitos que acabaron encumbrados por el Bernabéu. Así que a mí no me cabe duda de que cuando toque decir todo lo que el Real Madrid ha conseguido este año habrá que mencionarle a él como el gran 'título' que ha alzado el club en los despachos.


miércoles, 17 de diciembre de 2014

El Schalke, un rival idóneo para coger aire tras la 'cuesta de enero'

Tras lo visto el lunes en el sorteo de octavos de la Champions no se puede negar que el Real Madrid lleva dos o tres años con la suerte de cara a la hora de establecer sus cruces en la competición. Al menos en lo referente a las primeras eliminatorias, porque tampoco se puede decir que el azar fuera generoso la temporada pasada cuando decidió emparejar en semifinales a los merengues con el campeón por entonces, el Bayern de Múnich de Pep Guardiola. Y es que el destino es así de caprichoso, pues por mucho que en Barcelona intenten ver 'manos negras' en este asunto la única realidad es que los bombos una veces favorecen a unos y otras veces a otros.

Mientras duró el lustro de 'oro' culé - en el que ganaron tres Champions- prácticamente nadie se quejó de los sorteos. Por entonces el Barcelona jugaba y ganaba a prácticamente todos los rivales que se les cruzaban por delante, así que no necesitaban recurrir a la excusa de la sospecha. Pero ahora han cambiado las cosas. El Barça de Luis Enrique sufre ante cualquier rival de cierto nivel, por lo que la perspectiva de enfrentarse al Manchester City seguramente les mortifique a menudo en los próximos dos meses, especialmente después de cada partido en el que sean incapaces de lograr la victoria.

La Copa de Europa es una competición tan dura y compleja que pocas veces acaba ganándola un equipo que no lo merece. Por eso si el Barcelona quiere levantar su 'Quinta' no le quedará otra que salir al campo y ganar a los mejores, sean el Manchester City, el Schalke 04 o el Bayern de Múnich. Sin embargo, su problema actual es que tienen la autoestima tan baja que ven muy complicado ganar al campeón inglés, por lo que optan por lanzar al aire alocadas historias conspiranoicas como si ahora la UEFA y el Real Madrid fueran uña y carne. Algo realmente difícil de creer a juzgar por el comunicado que el club blanco publicó hace unos días criticando a Platini por haberse pronunciado en relación al Balón de Oro.

Pero dejemos ahí las quejas barcelonistas, porque no merecen más tiempo. En lo que respecta al Real Madrid el sorteo se puede considerar como realmente satisfactorio, pues es todo el cruce ante el Schalke supone un alivio a la hora de planificar los primeros tres meses de 2015. El sorteo de Copa - ¿de ése no se quejan los culés?- ha planteado un mes de enero 'maquiavélico' para los de Ancelotti, pues el cruce ante el Atlético de Madrid es ya prácticamente una realidad y el propio Barcelona asoma en el horizonte de los cuartos de final. O lo que es lo mismo, en el mejor de los casos dos derbis y dos 'Clásicos' en prácticamente cuatro semanas, todo ello aderezado con partidos de Liga todas las semanas.

Pepe pasa el balón en un partido de 2014 ante el SchalkeLa campaña pasada el Real Madrid llegó como un 'tiro' al mes de enero y cuajó una racha verdaderamente espectacular. Ahora la buena racha se extiende desde octubre y nadie sabe hasta donde llegará, pero como es lógico acabará caducando más pronto que tarde. Lo que sí se puede dar ya por hecho es que la 'cuesta de enero' será en 2015 más cuesta que nunca y que tanto partido importante acabará desgastando a la plantilla. Y por eso en este sentido era importante evitar en febrero un rival de enjundia en los octavos de la Champions, de forma que el equipo pudiera utilizar el final de febrero y el principio de marzo para coger un poco de aire de cara al tramo final del curso.

Por fortuna el rival volverá a ser el Schalke. Un conjunto al que evidentemente hay que respectar y al que tampoco se le puede dar por eliminado sin jugar. Sin embargo, la lógica del fútbol y el precedente del año pasado dan bastante tranquilidad al respecto. La defensa del conjunto alemán es una de las más frágiles de los dieciséis equipos clasificados y a poco que la 'BBC' esté medianamente acertada el pase a cuartos no debe peligrar. El objetivo será volver a sentenciar en el partido de ida del Veltins Arena, al igual que ocurriera el pasado curso, de manera que el de vuelta se convierta en un duelo intrascendente para dar descanso a los titulares habituales.

Así que tras el sorteo del lunes es inevitable respirar algo aliviados. Evidentemente que este Madrid está capacitado para ganar a cualquiera de los quince equipos con los que comparte ronda en la Champions, pero si en octavos espera uno de los menos exigentes mejor que mejor. No ya por la propia eliminatoria en sí, sino por el desgaste de cara a los últimos meses de temporada. El curso pasado el equipo tuvo que dejar en un segundo plano la Liga para centrarse en la Champions porque la gasolina no le daba lo suficientemente de sí. En esta ocasión no debe repetirse la historia, porque este Real Madrid puede y debe aspirar a ganar todo. Y tener unos octavos menos exigentes ayudará a ello a la larga. Así que queda claro que esta vez el azar ha echado al equipo una mano, compensando la zancadilla que le puso con los cruces de la Copa del Rey. Porque como antes he comentado, la suerte unas veces te da y otras te quita y el Madrid no es ni será nunca una excepción.

miércoles, 10 de diciembre de 2014

Sin defensa la calidad se queda corta

El Real Madrid de baloncesto ha experimentado en los últimos años una montaña rusa de emociones. La mayoría de ellas han sido buenas, pues no cabe duda de que el equipo de Laso ha hecho el mejor juego de la sección en las últimas décadas. Sin embargo, es inevitable tener la sensación en estos momentos de que los títulos cosechados no se ajustan a los merecimientos realizados sobre la cancha, especialmente la temporada pasada. No se puede olvidar que el gran objetivo - la Euroliga- sigue sin conseguirse y que este año la Final Four se jugará en Madrid. Pero en pleno mes de diciembre las sensaciones que transmite el equipo siguen siendo más malas que buenas.

Nos encontramos en el cuarto proyecto de Laso, el cual es quizá el más ambicioso del club en años. La perspectiva de que la final de la ansiada Copa de Europa se juegue en 2015 en el Palacio de los Deportes ha espoleado al club para aumentar su apuesta por el baloncesto. Así, esta temporada la plantilla es de 13 jugadores, todos ellos de primerísimo nivel. Entre ellos el denominador común es la experiencia, pues con la llegada de hombres como Nocioni o a Ayón se ha buscado dotar al equipo delinstinto 'ganador' que probablemente se echó en falta en mayo en Milán a la hora de sacarse las castañas del fuego ante el Maccabi.

Sin embargo, la 'columna vertebral' del equipo se ha mantenido. Es decir, el equipo sigue tieniendo en nómina a sus mejores jugadores: Rudy, Llull, Sergio Rodríguez, Carroll, Felipe Reyes, Slaughter, Bourousis o Mejri. Y los que han venido se podría decir que han mejorado a los que se han ido, o al menos son capaces de igualar su rendimiento. Nocioni ha venido con la difícil papeleta de sustituir a Mirotic y por el momento lo está consiguiendo, pues es uno de los jugadores más en forma de la plantilla. Mientras tanto, Campazzo, Maciulis, Rivers o Ayón están perfectamente al mismo nivel o por encima de Draper, Darden o Dani Díez.

Jugador por jugador creo que el Real Madrid actual tiene la mejor plantilla de, probablemente, los últimos 20 años. En ninguna de las tres temporadas anteriores Laso manejó un equipo tan amplio, tan versátil y con tanta calidad. Pero a pesar de eso  sorprendentemente se está jugando mucho peor que el año pasado. Lo que hace 12 meses era una 'máquina engrasada' con todas sus piezas perfectamente ajustadas hoy da la sensación de ser un grupo donde reinan las individualidades y la anarquía. La sensación que se percibe es de cierta involución, de retroceso en el juego del equipo, pues cada día y cada partido se repiten una y otra vez los mismos errores en defensa, en intensidad y en el rebote, por decir algunos.

Pablo Laso y BourousisNo cabe duda que la gran lección que aprendió este club el pasado curso es que los títulos no se ganan en diciembre, sino en mayo. De nada sirve arrasar a principio de la temporada si luego juegas las finales y las pierdes. Por eso no es momento de que cunda la alarma por el mal juego de los últimos días, pues hay tiempo para arreglarlo. 

Pero hay que cambiar algo y, a ser posible, en defensa. El Madrid de esta temporada es un equipo que concede de media entre 75 y 80 puntos por partido. Y con esos registros será imposible ganar títulos, por mucho que tenga el mejor juego ofensivo de Europa. La defensa sobre el juego exterior rival es prácticamente inexistente y sin ella es mucho más complicado rebotear o robar para hacer el baloncesto que mejor sabe hacer esta plantilla, que no es otro que el de correr.

En este sentido es el momento de que Laso dé un golpe en la mesa. Bien es cierto que el Madrid sigue siendo líder de la ACB y de la Euroliga, pero también lo es que desprende la sensación de que gana porque simplemente tiene más talento que su rival, no porque haga mejor las cosas que ellos. Las individualidades le han salvado la papeleta a este equipo en demasiadas ocasiones, especialmente en la Euroliga en canchas como la del Khimki, Zalgiris o el Nizhny. Y eso se debe tomar como un serio aviso, porque sin defensa y sin trabajo en equipo será casi imposible superar a conjuntos como el Barcelona, el Unicaja, el CSKA, el Olympiacos o el Panathinaikos.

Los grandes entrenadores no sólo se ven en las victorias, sino también en las derrotas y los malos momentos. Y el vitoriano está ante un momento muy importante en su carrera. Todavía cuenta con margen para corregir el rumbo y tomar las riendas del equipo para encauzar su camino antes de llegar al primer acontecimiento clave de la temporada, la Copa del Rey. Pero urge empezar a notar su mano tanto dentro como fuera de la pista. Él ha demostrado que es un gran entrenador y que ha sido capaz de 'resucitar' a esta histórica sección para volver a colocarla entre las mejores. Y ahora no le queda otra que demostrar también que puede motivar a la plantilla tras tres años y medio de trabajo juntos, pues la ilusión por conseguir la Euroliga debe pesar más que el lógico desgaste provocado por las decepciones pasadas. En sus manos está la apuesta ganadora del club.

lunes, 1 de diciembre de 2014

La temporada de Khedira va camino del 'limbo'

Mantener en una plantilla a un jugador que acaba contrato el verano siguiente siempre es una decisión difícil. En el fútbol el compromiso con un proyecto es un ingrediente clave para que un futbolista rinda al máximo nivel, por lo que las dudas y las indecisiones no son buenas acompañantes a la hora de centrarse en lo puramente deportivo. Por eso la situación que atraviesa Sami Khedira en estos momentos no es nada sencilla tanto para el Real Madrid como para el jugador, pues aunque la lesión de Modric le ha dado un papel más importante en la plantilla la realidad es que el alemán sigue sin poder encadenar dos partidos seguidos jugando.

Los días, las semanas y los meses pasan y Sami Khedira sigue sin dar lo que el Real Madrid espera de él. Mucho se está hablando esta temporada sobre el futuro del alemán, pero por una causa o por otra el jugador sigue sin ganarse en el campo una subida salarial que sea acorde a la que él reclama al club. Cada vez que a Ancelotti se le pregunta sobre el tema en la sala de prensa dice que la intención del club es renovarle, pero las sensaciones que desprender el club van en el sentido contrario, pues hace tiempo que la directiva planifica el futuro sin contar con la presencia del jugador.

Sin embargo, si Khedira no renueva no será por falta de interés del club blanco. En el último año se le ha ofrecido ampliar su contrato, pero él ha dado largas en todo momento. El futbolista no termina de verse como un titular indiscutible y la idea de firmar un contrato con otro gran club cobrando una gran prima de fichaje es una opción muy tentadora. Por eso sus palabras de hace unas semanas asegurando que no había descartado la renovación sonaron más como un intento de quedar bien ante la afición que de un verdadero deseo de continuar en la capital de España. Más que nada porque está bastante claro que si el teutón realmente quisiera seguir ya habría firmado su nuevo contrato.

Además, la 'Cadena Ser' reveló el pasado 20 de noviembre que el jugador tiene un precontrato con el Bayern de Múnich para la próxima temporada. De ser así no cabe duda de que el equipo de Guardiola sería un magnífico destino para el campeón del mundo, quien además podría regresar a su país de origen. Por ello su salida sería perfectamente entendible, aunque hoy por hoy hay que pedirle y exigirle al jugador el máximo compromiso mientras dure su vinculación con el Real Madrid.

Sami KhediraHasta ahora los números son claros, pues entre lesión y lesión Khedira acumula solamente 157 minutos con el primer equipo en la presente temporada, mientras que con su selección casi ha jugado lo mismo: 150 minutos. Sumando todos equivalen casi a poco más de tres partidos, y el único completo con el equipo blanco fue el intrascendente choque ante el Cornellà. Por eso el mes de diciembre debe ser clave a la hora de tomar una decisión respecto al futuro, pues el Madrid debe plantearse si merece realmente la pena seguir contando con un jugador que se ha puesto fecha de caducidad en el club y que está demostrando estar fuera de forma y tener una gran fragilidad física.

En enero el mercado volverá a abrirse y con él la última oportunidad para hacer negocio con el traspaso del jugador. No en vano, nuevas informaciones apuntaron hace unos días de que el Bayern incluso podría llegar a ofrecer 8 'kilos' por hacerse ya con el jugador. De ser así creo que no debería haber dudas sobre el camino a seguir. La otra opción sería mantenerlo hasta junio para luego ver cómo deja el club sin dejar un sólo euro en las arcas. Y si eso ocurriera habría que ver qué rendimiento da en los seis primeros meses del año, porque su inicio de temporada no está siendo muy alentador precisamente. La apuesta no parece muy segura en estos momentos y la verdad es que él tampoco está dando motivos para ganarse una cierta confianza.

Por todo ello la apuesta del club y del técnico para sustituir a Modric debería ser la de Illarra. Jugador joven, con contrato y compromiso. Y a partir de ahí, plantearse también la opción de incorporar otro centrocampista a corto plazo, bien sea repescando a Casemiro u optando por contratar a Lucas Silva. En todos estos casos se trata de jugadores con gran futuro por delante y 'hambre' por comerse el mundo y agradar al Real Madrid, justo lo que no está demostrando tener Khedira. Así que quizá lo mejor quizá no sea esperar que Sami nos deje tirados, sino anticiparnos a la situación y encontrar la solución al problema antes de que este se produzca. Probablemente todos -jugador, club y aficionados- saldríamos ganando si así fuera.