domingo, 29 de diciembre de 2013

Cada final de año suele ser momento para hacer propósitos con el ánimo de mejorar en el que está a punto de empezar. En el caso del Real Madrid se podría hablar de los de siempre, los que están relacionados con ganar todos los títulos en disputa. Pero para conseguirlo habrá que cumplir con un propósito aún más básico y, a la vez, fundamental: el de mejorar la defensa, uno de los aspectos más problemáticos en el inicio de la 'Era Ancelotti'. 

Es evidente que en las últimas semanas el equipo poco a poco ha ido mejorando en su juego. El cambio de dinámica se apreció a principios de noviembre, cuando el Madrid brilló en la goleada (5-1) que le endosó a la Real Sociedad. Poco después llegó la lesión de Sami Khedira, pero paradójicamente el equipo no se resintió, sino todo lo contrario. La baja del alemán provocó que Ancelotti tuviera que hacer unos retoques en su táctica que lo asemejaron más al 4-2-3-1 habitual de Mourinho, por lo que el Madrid se adaptó mejor a este modelo que al 4-3-3 que se venía empleando con el de Stuttgart.

El proceso no ha sido fácil y todavía está abierto, pero al menos a día de hoy se puede decir que el conjunto blanco está con claras opciones en todas las competiciones. El panorama en la Champions invita al optimismo a corto plazo gracias al benigno del sorteo de octavos, mientras que en Copa el camino parece bastante asequible, al menos hasta semifinales. Y en Liga las diferencias se limitan a 5 puntos con los dos de cabeza, aunque en un par de semanas Barcelona y Atlético se quitarán puntos en su duelo directo. Todo ello hace que la temporada tenga mejores perspectivas que las que teníamos hace 365 días.

Sin embargo, si el Madrid quiere llegar a junio con un balance positivo debe aplicarse en las próximas semanas en la defensa. Hoy por hoy es un equipo frágil atrás, pues no hay más que hacer un repaso de varios de sus resultados ligueros a domicilio para constatarlo: 2-2 frente al Villarreal, 2-3 ante el Levante, 2-3 contra el Rayo, 2-2 en Pamplona o 2-3 en el choque de Mestalla. Muchos goles concedidos que obligan al equipo a hacer un sobresfuerzo en ataque para llevarse las victorias.

En esta tarea será clave el rendimiento de Sergio Ramos. El sevillano está en una de sus temporadas más irregulares desde que está en el club. Mucho se ha rumoreado en estos días sobre su deseo de renovación y su futuro, a lo que hay que unir los cambios (para bien) que se están produciendo en su vida personal. Aspectos que quizás están influyendo en su rendimiento, de forma que en varios partidos se le ha visto poco concentrado. Ramos es un jugador que necesita mucho de su cabeza para rendir al máximo nivel y es imperativo que empiece a recuperar la estabilidad futbolística. Tanto por el Madrid como por la selección, pues siempre que ha sido año de torneo grande ha acabado dando su mejor rendimiento con la 'Roja'. 

Por su parte, Pepe debe mantenerse en este gran nivel que tiene actualmente. El portugués ha ganado en madurez en los dos últimos años y ya no suele perder los papeles como antaño. A día de hoy es el central más fiable del equipo, así que su papel será clave en los éxitos futuros del Real Madrid. De hecho, su relevancia se acrecienta exponencialmente con la ausencia de Varane, el gran enigma de la zaga para comienzos de 2014. El madridismo seguramente asigne una uva de la suerte a que el francés supere de una vez sus problemas de la lesión, pues su regreso ayudaría mucho en esta búsqueda de la mejoría defensiva.

Además, no nos podemos olvidar del papel de los laterales. Ante la 'desaparición' de Coentrao, Marcelo tiene que ganar en regularidad en la izquierda; mientras que Arbeloa y Carvajal también deben subir un punto su rendimiento, pues todavía no están a su mejor nivel. Y, por último, tampoco hay que olvidar que la defensa también es un asunto de centrocampistas y delanteros. El regreso de Xabi Alonso ha servido para tapar muchas goteras, pero en los últimos años prácticamente todos los equipos campeones se han caracterizado por tener diez 'obreros'. Y en eso, hoy por hoy, el Madrid anda todavía algo 'verde'. De ahí que esta vez no sea necesario pedirle al Año Nuevo más goles, que de eso ya vamos sobrados. Mejor centremos las energías en mejorar atrás.

domingo, 22 de diciembre de 2013

Jugar en casa, un peso para Morata

El Real Madrid impone, es lógico. Y condiciona, pues el hecho de jugar para el mejor club del mundo puede hacer que los jugadores más inexperimentados no den lo mejor de sí cuando se ponen la camiseta merengue. La historia está plagada de casos en la que futbolistas de la cantera no triunfaron en el club por sus altas exigencias, por lo que tuvieron que salir para adquirir un merecido reconocimiento en otros equipos. Y en estos momentos jugadores como Nacho, Jesé o Morata estén en ese período de 'prueba' en el que multitud de ojos escrutan su rendimiento para valorar sus opciones de futuro en el equipo.

El pasado miércoles los tres contaron con la oportunidad de jugar ante el Xátiva en la Copa. Un partido plácido en apariencia que acabó por serlo gracias a los dos tempraneros goles que marcó el equipo. Por lo tanto, la situación era idónea para lucirse, pero al final el encuentro terminó por convertise en un trámite realmente aburrido donde unos y otros se conformaron con este digno marcador. Ninguno de los tres canteranos pudo lucirse, aunque en el caso de Morata ni siquiera se le vio suelto en algún momento del partido. El delantero tuvo una noche negada y en parte fue por sus excesivo deseo de agradar a la parroquia merengue.

El encuentro planteó una paradójica situación para el madrileño, pues se puede decir que hoy por hoy Morata está más cómodo jugando lejos del Bernabéu. En casa se le nota con más ansiedad, con demasiadas ganas de hacerlo bien y de meterse al público en el bolsillo. Esto le lleva a ser más individualista y a buscar la jugada épica que le consagre como un jugador válido para el equipo. Ante el Xátiva el ariete levantó pocas veces la cabeza cuando tuvo el balón en los pies y en la mayoría de las ocasiones buscó acabar él la jugada mediante la opción más complicada. El resultado fue que nada le salió bien y acabó el encuentro tal y como lo había empezado, de vacío.

Al término del choque Ancelotti le mandó un mensaje en la rueda de prensa. "Hay partidos que no salen tan bien como otros, pero para jugadores como él es esencial que trabajen y sigan jugando así. No es importante que marque goles, lo importante es que juegue bien y trabaje.

Los goles llegarán, estoy seguro" comentó el italiano al ser preguntado por él. Un consejo del que seguramente Álvaro ya haya tomado buena nota, pues es justo el aspecto que debe incorporar a su filosofía de juego en esta temporada: debe darse cuenta de que le irá mejor cuanto más sencillo haga el fútbol. Y no tiene muy lejos el modelo a seguir, pues puede fijarse en su partido de la temporada pasada ante el Barcelona: no marcó, pero dio una asistencia de gol y fue básico para el triunfo.

Para un delantero no todo es marcar goles y a Morata no solo se le va a medir por su cuenta anotadora a final de temporada. Lo importante es que demuestre que sabe compenetrarse con sus compañeros, que sabe ser generoso cuando debe serlo y que juegue suelto en el campo. Y una vez que lo consiga, los goles llegarán por pura inercia, como ha comentado Ancelotti. En el fútbol profesional no se puede empezar a construir la casa por el tejado. Muy pocos jugadores están tocados por una 'varita' como Raúl, quien fue capaz de clavar un golazo por la escuadra en su segundo partido como profesional, y además en un derbi ante el Atlético.

Por todo ello, Morata debe estar tranquilo. No debe plantearse cada partido en el Bernabéu como un examen. El Real Madrid tiene confianza en él y si no explota esta temporada seguramente le ceda una temporada para que continúe su progresión. Su única misión debe ser jugar como él sabe, contribuyendo con lo que pueda al equipo. Si consigue goles, estupendo; si no, que busque asistencias o simplemente ofrezca compañerismo, trabajo y buena compenetración. Muchas veces es mejor sumar poco a poco que aspirar a conseguir todo de una sola vez y por la vía complicada. Más que nada porque en este club solo unos pocos elegidos han triunfado desde el primer día. El resto, se lo han tenido que ir ganando durante meses con paciencia, entrega, trabajo y calidad. Cuatro palabras que suelen ser sinónimo de éxito en el club más exigente del planeta.

martes, 10 de diciembre de 2013

Una decisión en la que hay que priorizar

¿Qué es lo que le pasa a Varane? Ésta es una pregunta que el madridismo lleva haciéndose cerca de dos meses, el tiempo que el francés acumula de errática recuperación. El futbolista cayó lesionado el pasado mes de mayo en el estadio de Cornellà-El Prat y desde entonces nada ha parecido ir según lo esperado. El problema en su rodilla se ha revelado como peor de lo que el primer pronóstico dictaminó y ahora el jugador se encuentra en una situación en la que la articulación le pide tregua cada dos partidos.

Las rodillas son uno de los puntos débiles que tiene los futbolistas. Esta zona del cuerpo es básica a la hora de realizar los movimientos y giros que conlleva este deporte, por lo que su cuidado es vital para que un jugador pueda aspirar a tener una larga y fructífera carrera. Lamentablemente Varane se ha topado con una lesión de este tipo prácticamente en los albores de su prometedora trayectoria como profesional, lo que es ya un aspecto muy a tener en cuenta. La historia está plagada de grandes promesas que vieron truncada su proyección por problemas de estas características, de forma que el caso del francés obliga a ir con mucho tiento.

El panorama actual es de tensa espera. La disputa de la repesca mundialista fue demasiado para la maltrecha rodilla derecha del jugador, por lo que el Real Madrid decidió a finales de noviembre que lo mejor era hacerle descansar y someter a la pierna a un cuidado programa de fortalecimiento. Las continuas inflamaciones de la articulación tras aplicarle carga de trabajo preocupan e incluso han llevado a plantear la situación de hacer que el futbolista vuelva a pasar por el quirófano.

Así, Varane está siendo observado muy de cerca por el doctor que le operó, Hervé Silvert, así como por el cuerpo médico del club blanco. Tras la última revisión a la que fue sometido la decisión fue continuar con un programa conservador, dando por (hasta cierto punto) normales sus secuelas de estos meses. La intención es que su rodilla poco a poco vaya regenerándose y mejorando, de forma que en unos pocos meses ya no dé ni un solo problema. Por eso, el futbolista no va a volver a jugar en lo que queda de año, dedicando todo diciembre a trabajar en el gimnasio.
En este caso parece claro que las próximas semanas serán claves para el futuro a corto plazo del jugador. Antes de enero tiene que haber una respuesta clara sobre la situación de su rodilla, pues nos vamos acercando al momento importante de la temporada y entonces el Mundial estará solo a seis meses. Esto implica que, en caso de necesitar un regreso al quirófano, el tiempo empieza a jugar en contra. Varane espera y desea estar en la cita brasileña y debe saber cuanto antes mejor si su cuerpo va a poder responder por sí solo en el tramo final de curso.
Como es lógico todo este asunto también afecta a la planificación deportiva del Real Madrid. El equipo blanco ahora mismo únicamente cuenta con Ramos, Pepe y Nacho como centrales sanos de su plantilla. De ahí que el francés sea un jugador clave en las rotaciones de la defensa y, por consiguiente, en las aspiraciones del equipo de lograr los mayores éxitos posibles. En caso de operación, las previsiones más optimistas hablan de un nuevo regreso del jugador en febrero. Dos meses que facilitarían una espera sin acudir al mercado invernal, pero el panorama quizás cambiaría si las garantías no fueran máximas en este sentido.

Por eso, los próximos días en claves para el futuro de Varane y el Real Madrid. El deseo y la esperanza es que la vía conservadora funcione con su rodilla y lentamente su articulación regrese a la normalidad. Y con este objetivo se está trabajando en noviembre y diciembre. Pero no se puede descartar la necesidad de tener que recurrir inmediatamente a un plan B, el del quirófano, para acortar plazos. En juego hay muchos intereses y la decisión no es fácil. Sin embargo, es de vital importancia que la misma se tome primando la salud del jugador. Porque la temporada del Real Madrid y el Mundial son muy importantes, pero aún lo es más su prometedora carrera.

domingo, 8 de diciembre de 2013

Una rendición a mitad del camino

Solo cuatro meses después parece ser que Ángel Di María se ha rendido. En verano aseguró que estaba dispuesto a pelear por un puesto, a luchar por demostrarle a Carlo Ancelotti que merecía minutos en el club más importante del mundo. Sin embargo, el Mundial se está acercando cada vez más y su sombra está oscureciendo las ilusiones del argentino, quien ahora parece haber tomado la decisión de acabar abruptamente su etapa como madridista.

"El Real Madrid es un club que trae siempre jugadores y a veces se olvida de la clase de jugadores que tiene. Tiene mucho dinero y todos los años puede traer jugadores importantes. Decidí quedarme porque sabía que podía jugar. Ancelotti confía en mí, me está poniendo y eso es lo más importante". Estas palabras las pronunció Ángel Di María el pasado mes de septiembre. Entonces el futbolista mostraba voluntad de pelear para continuar en este equipo, pero en cuestión de 75 días el panorama ha dado un giro de 180 grados.

La clave de todo está en que en septiembre Di María era titular en el equipo, mientras que ahora es suplente, una vez que Gareth Bale se ha hecho con el puesto en el once. Algo totalmente lógico si se tiene en cuenta lo que ha costado el galés y el rendimiento que está dando en estos primeros partidos. La cuestión es que Di María no tiene hueco en el once tipo de este Real Madrid por el simple hecho de que solo pueden jugar once. La táctica de Ancelotti favorece la presencia de dos mediapuntas o segundos delanteros, y ahí Cristiano y Bale tienen un lugar prácticamente fijo.

Quizás lo que más disguste a Di María en todo este asunto es que su rendimiento ha sido realmente bueno, pues empezó la temporada a un gran nivel y cuando Ancelotti le ha dado la oportunidad prácticamente siempre ha respondido. El italiano le valora positivamente porque considera que es uno de los pocos futbolistas de ataque que tiene en la plantilla que es capaz de trabajar incansablemente sin el balón. Su despliegue físico en tareas defensivas es encomiable y esto es algo que compensa sus carencias en otros aspectos.
Y es que Ángel Di María es un gran jugador, un hombre básico que hace plantilla. Sin embargo, le falta algo para llegar a ser una estrella de primer nivel y aspirar a ser titular indiscutible en este Real Madrid. Por eso Bale le ha adelantado en unas pocas semanas, a pesar de que él siempre ha dado la cara. Su actitud ha sido y es admirable, pero el galés es mejor jugador que él, más completo. Sin ir más lejos, una de las desventajas de Di María es que su pierna diestra prácticamente no la utiliza. Y eso, en fútbol de primer nivel, es un problema importante.
El panorama del 'Fideo' en el Real Madrid se reduce a ser paciente y conformarse con ser el jugador número doce o trece en el club más exigente del mundo o salir ya para ser titular en un equipo de segundo nivel como el Mónaco. Sin embargo, la proximidad del Mundial cambia en este caso el contexto, pues el futbolista empieza a temer que peligre su puesto de titular con Argentina en Brasil. De ahí que su idea de aceptar la oferta del Mónaco esté muy madura, dándose por derrotado solo cuatro meses después de haberse propuesto luchar para ganarse los minutos en el Madrid.

Habrá que esperar para saber qué sucede con Di María, ya que Ancelotti no parece estar muy por la labor de debilitar a la plantilla traspasando en enero al jugador. Lo que está claro es que si el argentino sale el Madrid no debería quedarse con los brazos cruzados si quiere llegar a mayo con la plantilla fresca y con opciones en todas las competiciones. Una negociación con el Mónaco para traspasar al argentino puede ser una buena forma para fortalecer los lazos con el club del Principado, y de paso, para preguntar por Radamel Falcao.

En Francia y España se dice y se cuenta que el colombiano ya ha pedido salir en enero porque no está nada cómodo en el club. Y es de sobra conocido que tanto Falcao como Florentino aspiran a cruzar sus caminos en no mucho tiempo. Con estas pistas se puede decir que la ocasión es 'pintiparada' para, por lo menos, intentar su cesión o incluso su fichaje. Sin duda, sería una buena forma de dejar antes atrás el disgusto de perder a Di María, un hombre no básico, pero sí importante para el correcto funcionamiento de este Real Madrid.