domingo, 25 de noviembre de 2012

El Madrid se aleja de la perfección

Creo que hay motivos para la preocupación. Es evidente que el Real Madrid de esta temporada está lejos de ser el de la pasada. Los motivos se me escapan. Quizás gran culpa de ello lo tiene el haber hecho una temporada prácticamente perfecta como ocurrió con la última. Cuando eso sucede, las comparaciones posteriores nunca van a ser buenas. De ahí que ahora, el equipo blanco se sonroje a la hora de tirar de estadísticas, pues no hay lugar por donde pueda aguantar las asociaciones con el Madrid de los 100 puntos y los 121 goles.

Quizás lo más anormal de todo esto sea lo ocurrido el año pasado, no lo que está pasando ahora. Es más soprendente perder solo 2 partidos en una Liga que caer en 3 de las 13 primeras jornadas. Pero, aún así, chirría mucho que algo así suceda en el Madrid. Y más si al término de la última derrota el técnico explota y hace público lo que era un secreto a voces: el club está lejos de tener una misma línea ideológica definida. Más bien está Mourinho por un lado y el Real Madrid, como institución, por otra.

Diría que no me ciega mi madridismo si digo que al Madrid esta temporada le han perjudicado más (bastante más) que beneficiado. Huelga decir que los grandes deben tener, normalmente, poco de lo que quejarse por malos arbitrajes. Pero esta temporada hay motivos de sobra para hacerlo. La última semana ha sido el mejor ejemplo, con dos labores pésimas de los colegiados en Manchester y Sevilla. Bien es cierto que, más allá de los primeros 25 minutos ante el City, el Madrid no jugó bien esos partidos. Y ello merece una crítica constructiva. Pero también lo es que, por justicia, los blancos deberían haber ganado los dos partidos. O, cuanto menos, haber tenido más facilidades para hacerlo.

Así, resulta normal saber que Mourinho está enfadado. Se siente solo y poco arropado a la hora de hablar ante los medios de comunicación. En marzo de 2011 Florentino dijo que "el señorío del Real Madrid es también defender al equipo de las injusticias arbitrarias. Es lo que hace nuestro entrenador, Jose Mourinho". Ahí está el problema a mi modo de ver. Que solo lo hace el técnico. La sensación que hay es que el portugués es el único que se desgasta en la institución denunciando los malos arbitrajes, mientras que portavoces como Butragueño o Pardeza analizan los partidos con demasiada tibieza.

Últimamente, Mourinho se viene mordiendo mucho la lengua. Como dijo en Manchester, sobre él pende una sación de la UEFA. Pero a ello también se une su hastío por la falta de unidad del club en este aspecto. Su enfado se convierte casi en pasotismo cuando descubre que en el club no hay intención de alzar la voz. Y eso es un problema grave. Porque incomoda al portugués y, por extensión, perjudica al grupo. Falta consenso en todos los estamentos internos y sin unión ya se sabe que es casi imposible conseguir los objetivos.

Se trata de un problema realmente complejo que creo que es preciso atajar cuanto antes. Hace tiempo que Mourinho viene mandando mensajes que evidencian que no se siente escuchado por el Real Madrid. Y, ante ello, la única solución que se me ocurre es sentarse con él y aclarar todo, de forma que se encuentre una salida a este callejón cada vez más cerrado. La temporada pasada estos problemas también fueron evidentes, pero pasaron a segudo plano porque la temporada fue magnífica en lo que respecta a la Liga. Pero ahora que las cosas vienen mal dadas todo empieza a aflorar.

En la mano del club está atajar esta situación o dejar que se enquiste en lo que queda de temporada, lo que posiblemente conllevaría la salida de Mourinho en junio. En estos momentos urge hacer piña, regresar a la unidad que tan buenos resultados ha dado en otras ocasiones. Por X o por Y, el Madrid no es ni la sombra del que arrasó la temporada pasada y la misión debe ser poner freno a esta cuesta abajo de resultados y fútbol. Urge recuperar la alegría y la frescura, enfocar todos los objetivos desde un punto de mira unificado. Y el primer paso debe orientarse hacia estabilizar la silla de Mourinho. Porque si ésta se mueve, todo el equipo se tambalea con ella.

lunes, 19 de noviembre de 2012

Debe haber paz para Cristiano



No lo entiendo. Por lo visto, Cristiano Ronaldo va a tener que afrontar su temporada más difícil en el Real Madrid. No llevamos ni tres meses de competición y el portugués ya ha protagonizado dos momentos de crisis en los que la prensa ha especulado sobre su continuidad en el club. El primero en septiembre tras el encuentro ante el Granada y el segundo la semana pasada, después del incidente con David Navarro en el Ciudad de Valencia.

Bien es cierto que en septiembre el gran culpable fue él por hacer público su malestar. Cristiano dijo que estaba triste y automáticamente pasó a ser el protagonista de los días siguientes. Pero como era lógico, la tempestad pasó y las aguas volvieron a su cauce. Por poco tiempo, porque la sombra de su supuesta incomodidad le va a rondar durante toda la temporada. O, más bien, hasta que renueve. Y es que la la pasada semana el diario 'As' volvía a la carga con este asunto, prácticamente de improviso y en un momento bastante incómodo.

Todo ocurrió justo cuando la afición del Real Madrid había recuperado al portugués como su gran modelo. Cristiano se rompió la cara ante el Levante y ni siquiera protestó. Un profesional como la copa de un pino. Las alabanzas le llegaron por decenas en los siguientes días y la afición dejó claro que le había perdonado sus malas caras de unas semanas antes. Además, el equipo había ganado un partido difilísimo y lo había hecho con un golazo de su canterano más representativo, Morata.

Había que hablar de la garra de Cristiano. Tocaba apoyar al equipo por su pelea continua, por empezar a parecerse al Real Madrid que arrasó la temporada pasada en la Liga. Pero, en lugar de eso, volvió el tema de que CR7 está triste. De que se quiere ir. Incomprensible. En el mes de noviembre y la prensa ha encontrado un filón para vender periódicos con una historia que no ayuda en nada al equipo. Todo lo contrario. La sensación es que hay interés en desestabilizarlo, en sacar noticias donde no las hay.

El caso del esparadrapo y el escudo es el mejor ejemplo. Estamos en un momento donde cada gesto de Cristiano es analizado hasta el extremo. Una situación diría que ridícula, donde el jugador es más víctima que verdugo. Como digo, el de Madeira es en parte culpable de que se hable de todo esto, pero no tanto como para que se insinúe que le hace desplantes a algo tan sagrado como el símbolo del Real Madrid. Esto es algo que él nunca haría porque, si algo ha demostrado en Madrid además de su calidad, es que es un profesional desde que se levanta hasta que se acuesta.

Creo que no es momento para especular, aunque hacerlo venda más periódicos. No si el Madrid es lo que verdaderamente importa aquí. El futbolista tiene contrato hasta 2014 y el club ya ha dejado claro que no tiene previsto precipitar los acontecimientos. Ya habrá tiempo para hablar de la renovación. Que no me cabe duda de que será un tema que se tratará, antes o después. Más que nada porque Florentino sabe que Cristiano es uno de esos hombres que ha nacido para triunfar de blanco.

¿Paris Saint Germain, Manchester United? El portugués es consciente de que si quiere ser el mejor del mundo debe jugar en la mejor Liga, en el mejor equipo del universo fútbol. En el Real Madrid. Su duelo con Messi es épico y la mejor plataforma para ganar de nuevo el Balón de Oro es vestir de blanco. Solo hace falta que el club haga un esfuerzo acorde a su categoría. Y no me cabe duda de que lo hará. Aunque para eso habrá que esperar.  Así que paciencia. Y, mientras tanto, a pensar en fútbol y en ganar títulos. Para ello necesitamos al mejor Cristiano y éste solo llegará si el portugués está centrado. Así que dejemos, por tanto, de alimentar los pájaros de su cabeza.

viernes, 9 de noviembre de 2012

La cantera nunca debe ser un problema


Ya han pasado varios días desde que surgiera la polémica sobre la cantera en el Real Madrid. Sin embargo, a estas alturas aún sigo sin entender los motivos. Al parecer, en el último año Mourinho ha virado su política de comunicación y ha pasado de criticar los agentes externos a hacerlo con los internos. Antes el Barcelona, los árbitros o los organismos competentes eran objeto de sus análisis, pero ahora todo esto ha cambiado para que la cantera pase a ser el foco de su atención.

No me cabe duda que el portugués está mucho más relajado que hace doce meses. La mejoría en este aspecto es evidente, pues el entrenador se planteó ser mucho más conservador en sus apariciones públicas desde el incidente que tuvo con Tito. Sin embargo, su personalidad le impide rehuir la polémica. Es algo que lleva en los genes, por lo que no sorprende que Mourinho siga dando que hablar ahora por A o por B. Lo último, el tema de la cantera. Unas declaraciones suyas en las que reflexionaba imprudentemente (pero intencionadamente) sobre la labor de Alberto Toril supusieron el inicio de una polémica artificial e innecesaria.

El Madrid no debe airear sus 'trapos sucios' de cara a los medios de comunicación. La jerarquía del organigrama técnico del club es un aspecto que debe tratarse en un despacho, nunca en público. Y mucho menos con la cantera como razón o causa. Como madridista no me agrada ver a Mourinho mandando mensajes públicos a Alberto Toril. Un técnico que creo que se ha ganado el respeto del mundo del fútbol en sus dos años en el club. Con el cordobés el filial ha encontrado un estilo de juego, ha crecido y ha ascendido a Segunda División proclamándose campeón de la Segunda B.

Todo ello no quiere decir que Toril no se equivoque. Posiblemente sea así y haya cometido errores últimamente. Al fin y al cabo, el que manda es Mourinho y el interés primordial es el del primer equipo. Pero esto es algo que debe tratarse en privado, pues hacerlo en una rueda de prensa no beneficia la imagen del club y deja en mala posición al propio técnico del filial. El portugués dejó claro que cuenta poco con los jugadores del Castilla porque no se adaptan a su esquema de juego. Su idea es que la cantera debe jugar como el primer equipo. Algo que tiene mucha lógica, pero que no se puede hacer de un día para otro.

Emplear la misma filosofía de fútbol en todo el club es algo que el Real Madrid debe plantearse seriamente. Pero tampoco puede pretender hacerlo de manera inmediata. El Castilla ha ascendido a Segunda porque ha sabido amoldar el esquema a los futbolistas de los que disponía. El filial no puede jugar ahora mismo como el equipo de Mourinho porque no tiene un mediapunta como Özil ni centrales de alto nivel. Hace tiempo que la cantera no 'crea' futbolistas de este perfil. Y si ahora juegan hombres más veteranos como Mosquera o Iván se debe a que la Fábrica no ha producido jugadores en su posición y con la edad necesaria para merecerse ser titulares en la Segunda División.

Si el equipo subió es porque el míster supo hacer una mezcla de juventud y experiencia que le hizo de lo más competitivo. En 2011 el Castilla se quedó a las puertas del ascenso por candidez. Y en 2012 lo logró porque Toril elaboró un plantel algo más veterano y experimentado con algunos hombres no tan jóvenes, pero muy útiles para que sus compañeros aprendieran y progresaran junto a ellos. El madridismo no puede pretender tener al Castilla en Segunda con únicamente titulares de entre 17 y 20 años, ya que la categoría seguramente devoraría inmediatamente al equipo. Competir en la división de plata tiene un precio y ése es el de recurrir a algunos chavales más hechos que den empaque a la plantilla, aunque estén descartados por edad para el primer equipo.

Por eso, entiendo que juegue más Mosquera que José Rodríguez, por poner un ejemplo. El momento del alicantino está por llegar, pero hay que saberlo madurar. En su momento Toril ha sabido apostar por hombres jóvenes como Morata, Álex, Carvajal, Denis o Casado y lo ha hecho pensandotanto en el primer equipo como en el suyo. Porque el paso necesario para que el Real Madrid crezca desde la cantera es hacer un gran Castilla. Y eso solo se consigue con cordura y equilibrio; no dejando todo únicamente en manos de la juventud y el talento.

En consecuencia, creo que es necesario ser realista en todo este asunto, pues la cantera nunca puede ser la panacea de los males del equipo. Está ahí y hay que mirar a ella. Pero como dice Arbeloa, sin precipitar las cosas ni poner la presión sobre Valdebebas. Se ha pasado de la política de ventas con opción de recompra a pensar que la 'Fábrica' debe dar soluciones inmediatas. Pues ni una cosa ni otra. Hay que apostar y arriesgar con los chavales, sí. Pero no focalicemos el protagonismo del club en ella. El entendimiento entre el Madrid y el Castilla debe llegar en la Ciudad Deportiva, no en los periódicos. El objetivo es conseguir que todos remen en la misma dirección, algo que parece que no está sucediendo. Si hay que dar otro enfoque, perfecto. Aunque con paciencia, desde abajo y tomando la estabilidad del Castilla como prioridad básica. Al fin y al cabo, de su buen rendimiento depende que los canteranos llamen a la puerta del Bernabéu.

jueves, 1 de noviembre de 2012

Varane y el legado de Mou


Tras los dos primeros meses de competición, las dudas que está presentando el Real Madrid impiden que aún se puedan extraer grandes conclusiones. Sin embargo, alguna se puede sacar ya. Me refiero a Raphaël Varane, un jugador que está empezando a confirmar lo que ya dejó entrever la pasada temporada: que se trata de uno de los mejores fichajes que ha hecho este club en los últimos años. Y de largo.

Su primer año en el club blanco, el pasado, lo solventó sin ningún problema. Lo que ya es mucho decir para un chaval de solo 18 años que había llegado al mejor club del mundo con el simple currículum de un descenso a la segunda francesa con el Lens en su única temporada en el fútbol profesional. De hecho, su fichaje por el Real Madrid sorprendió a todo el mundo, pues muy pocos conocían al jugador y el simple desembolso de 10 millones de euros ya implicaba una apuesta muy arriesgada.
Mucho se está hablando en los últimos días sobre si Mourinho apuesta por la cantera o no. Pero lo que tengo muy claro es que el portugués conoce a la perfección a todos y cada uno de los futbolistas jóvenes que tiene el Real Madrid. Es su trabajo y lo sabe hacer de la mejor manera posible. Por eso, no tengo ni una sola duda de que el entrenador decide en cada momento lo mejor, tanto para el primer equipo como para los chavales. En consecuencia, es sintomática su confianza en Varane desde el primer día, desde el instante inicial.

En la primera campaña intentó proteger al jugador y le dio minutos ante rivales asequibles, la mayoría de los casos en el Santiago Bernabéu. Y como digo, el francés cumplió bastante bien. No llamó la atención al no cometer errores y sus actuaciones tuvieron una solvencia destacable para tratarse de alguien tan joven. Un total de 15 apariciones con el primer equipo que le permitieron ganarse el derecho a otro nuevo año más en el equipo más exigente del planeta.

Sin embargo, su segunda temporada no empezó demasiado bien. Raúl Albiol pareció ganarle la batalla por ser el primer suplente de Ramos y de Pepe e incluso algún periodista llegó a comentar que el futbolista estaba algo deprimido. Pero, de pronto, le llegó el momento: Mourinho le colocó como titular en lugar de Ramos, en la Champions y ante el Manchester City. Y Varane brilló esa noche, a pesar de que no tenía demasiado rodaje al ser su debut en la temporada.

A partir de entonces, todo le ha salido a pedir de boca. Las lesiones de Arbeloa, Marcelo y Coentrao le han abierto las puertas de la titularidad de par en par. Así, en solo dos meses ya ha jugado la tercera parte de todo lo que disputó el año pasado y ha terminado de confirmar que tiene madera para triunfar en el Real Madrid. Porque, aunque a pocos les esté extrañando, Varane tiene 19 años y está llevando la responsabilidad del puesto como si tuviera 30.

Lo que realmente me llama la atención del jugador es su capacidad para no equivocarse. Su juventud invita a hacerlo, desde luego. Porque la inexperiencia y la presión siempre son un lastre que, en ocasiones, han acabado con la carrera de jugadores de lo más prometedores. Pero en el caso de Varane, ni rastro de una ni otra. El francés prácticamente siempre elige bien y cumple a la perfección. Es inteligente, fuerte, rápido y va muy bien al corte. Y tiene salida de balón. Sin olvidar que llega arriba de manera magnífica, pues los córners son un peligro para el rival con él en el campo.

Después de 15 meses en el club, Raphaël ya tiene mi completa admiración. Muy pocas veces vi antes a un jugador de su edad con tanta personalidad. Un mérito que se incrementa por lo ingrato de la posición de central, donde es difícil brillar y muy fácil errar. Y es que él está sabiendo hacer sencillo lo más difícil en el mundo del fútbol, que es no equivocarse y soportar la presión. Para ello cuenta con el mejor mentor posible, José Mourinho. Su gran valedor y el artífice, en gran medida, de los límites que alcance el jugador. Porque el portugués abandonará algún día el Real Madrid, pero seguramente lo haga dejando en el club a uno de los mejores centrales del mundo como legado: Varane.