jueves, 22 de septiembre de 2011

Un parche para el balón

Que no cunda el pánico. El fútbol es un mundo de contrastes, es cierto. Pero no se puede pasar del cielo al infierno en diez días. No debe ocurrir. Por mucho que a algunos les interese que esto sea así. Hay que tener paciencia. Y no caer en los mismos errores de siempre, porque la lección está costando ser aprendida. Esto no ha hecho más que empezar y todavía hay lugar para la rectificación. Aunque eso sí, sin mucho más margen de maniobra.
Lo que ha ocurrido en tres días en Valencia y Santander no es nada normal. De hecho, ya se anticipaban problemas viendo los partidos que el equipo sacó adelante ante el Getafe y el Dinamo. Pero las victorias taparon las carencias que iban quedando expuestas, de manera que el mal juego solo se interpretó como un acontecimiento puntual. No en vano, el Madrid es un equipo que últimamente se ha acostumbrado a ganar aunque juegue mal, de ahí que no hubiera grandes preocupaciones tras el encuentro de Croacia.
Pero, de repente, surgieron las dudas. La confianza que tenía el equipo se esfumó. Y todo por una mal partido en defensa ante el Getafe y por la escasa puntería demostrada en Zagreb. Dos encuentros asequibles en los que se ganó sufriendo. Choques que borraron la magnífica imagen dejada en la Supercopa y en el primer partido de Liga ante el Zaragoza. De hecho, la semana de selecciones contribuyó a que el equipo perdiera el magnífico ritmo que había encarado en las primeras semanas de competición.
Poco a poco, todo ha ido a peor. Como un balón que se infla rápidamente y luego se consume por un pinchazo, el equipo de Mourinho se ha disuelto. No queda ni rastro del conjunto fresco, fuerte y peligroso que estuvo a un paso de conquistar el Camp Nou. ¿El problema? Claramente psicológico, aunque con culpabilidad futbolística detrás. Son dos partidos y medio sin marcar, cuando hasta hace unos días el equipo presumía de acumular una excepcional racha goleadora, de las mejores de su historia. Cristiano ha dejado de ser un estilete preciso, pues enSantander cuajó una de sus peores actuaciones como merengue. Benzema ha vuelto a ser el jugador tristón de la temporada pasada. Y esto solo son los ejemplos más claros de una lista que podría incluir a Özil o Sergio Ramos.
Todo se deriva en apatía, en falta de actitud sobre el terreno de juego. Así que la dinámica del equipo es peligrosa. Bastante. Porque el Madrid ha entrado en una etapa de frustración donde los errores llevan a más errores. Donde el fallo se traduce en desesperación y obcecación. Faltan ideas, faltan ganas, falta alegría en el juego. Muchos medios ya se atreven a decir que el ambiente en el vestuario no es bueno. Lo dudo mucho. Mourinho es exigente, es duro, es polémico. Pero sabe formar un grupo humano. Y lo más importante, premia a cada uno según sus merecimientos.
Algunos estarán más a gusto con Mourinho, otros menos. Pasa en todos los equipos, es ley de vida. Pero todos los jugadores están comprometidos con su causa. El éxito del técnico es el de los jugadores, y por ende, el del madridismo. No dudo en que todos quieren remar en una dirección. Pero la tarea del portugués es mostrársela, iluminarles cuando las dudas les oscurecen las ideas. De ahí que ahora sea el momento de motivar a la plantilla, de hacerla ver que, por un puñado de encuentros malos, no se pueden bajar los brazos. Y es que el madridismo perdona los partidos malos, pero lo que no perdona es la falta de entrega y la apatía.
Por tanto, tocan días de trabajo psicológico. Y de pizarra. El Madrid no puede perder más puntos ante equipos que se cierran atrás. El ataque en estático es uno de los grandes problemas de este equipo, que lleva muchos meses chocándose contra los autobuses que ponen los equipos rivales en sus estadios. Esto no es un ejercicio de cabezonería, sino de inteligencia. Mourinho debe encontrar la fórmula que ayude a abrir estas defensas, el parche que tape las fugas del equipo. Porque si lo consigue, estará mucho más cerca de lograr que el Madrid recupere el ánimo y las constantes vitales de hace un par de semanas.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

"Se puede seguir el ejemplo del Levante"

Álvaro González Soberón (Potes, Cantabria; 8 de enero de 1990) es uno de los centrales jóvenes que empiezan a sonar con más fuerza en el fútbol español. En mayo pasado tuvo la oportunidad de debutar en Liga con Marcelino como técnico, y ahora, con Héctor Cúper, este polivalente defensa se ha consolidado como titular en un renovado Racing. El futbolista atendió a la llamada de DC y habló sobre sus sensaciones en este principio de temporada y sobre cómo afrontan el partido ante los madridistas.

Tras la derrota del domingo en el Calderón, el técnico Héctor Cúper comentó que el aspecto psicológico podría ser un problema de cara a esta semana ¿Cómo están los ánimos en el equipo tras el duro partido ante el Atlético?
Sí es verdad que en el aspecto psicológico fue una derrota dura, no por haber perdido, sino por el resultado y cómo fue todo en el campo. Pero hoy tras el entrenamiento (del lunes) ya hemos hablado de pasar página y de que quedan muchas jornadas por delante, pues esto acaba de empezar. Así que queremos hacer borrón y cuenta nueva y darlo todo contra el Madrid.
El Racing empezó dando una gran imagen ante el Valencia, pero parece que en las últimas jornadas se ha desinflado un poco…
Sí, contra el Valencia dimos una buena imagen y pudimos hasta ganar el partido. Luego contra el Levante hicimos un partido distinto, aunque también lo pudimos ganar y al final nos llevamos un empate. Y contra el Atlético pues hemos ido a peor, porque fue un partido bastante desastroso en todas las facetas del juego. Así que intentatemos mejorar ante el Madrid, aunque va a ser muy difícil porque es uno de los mejores equipos del mundo. Buscaremos alegrar a la afición y dar todo sobre el campo.
Este año el Racing ha hecho varios fichajes como Stuani o Acosta… ¿cómo se están adaptando? ¿Se está notando un poco esa falta de cohesión en el equipo?
Sí, creo que poco a poco nos iremos acomplando un poco mejor. Entrenamos cada día para mejorar, de manera que poco a poco iremos cogiendo la idea que quiere el míster. Los compañeros nos iremos conociendo mejor, porque todo equipo necesita un tiempo de adaptación. Aunque hay que hacerlo cuanto antes porque el equipo necesita los puntos desde ya.
"Algo tocado sí que vendrá el Madrid a Santander y van a salir a morder. Creo que al Madrid nunca le falta ningún tipo de motivación, pero después de la derrota del domingo imagino que vendrán a por todas"
Los últimos meses han sido de cierta inestabilidad en el equipo tras contar con hasta tres entrenadores diferentes (Portugal, Marcelino y Cúper). Ahora, con Cúper se ha apostado por un técnico de gran experiencia y palmarés y hay un proyecto sólido… ¿cuáles son las aspiraciones del equipo para esta temporada?
Creo que Cúper es un entrenador que nos va a venir muy bien y que nos va a enseñar muchas cosas. Así que nuestro objetivo para esta primera temporada debe ser mantenernos en Primera. Tenemos una plantilla que va a luchar por ello y ojalá lo consigamos cuanto antes.
La temporada pasada el Sardinero fue clave para no pasar apuros al final de la temporada… ¿Aspira el campo a convertirse en un fortín para la nueva campaña?
Sí, pienso que sería un punto importante para nosotros. Que se convirtiera en un fortín sería muy importante porque supondría dejar puntos en casa. Creo que lo más importante en el fútbol es sacar el máximo de puntos en casa, aunque también intentaremos sacar alguno fuera del Sardinero.
El Real Madrid llega el miércoles a Santander en un pequeño momento de crisis tras perder ayer ¿cree que será más peligroso por todo lo sucedido ante el Levante?
Creo que algo tocado sí que vendrá el equipo a Santander y van a salir a morder. Creo que al Madrid nunca le falta ningún tipo de motivación, pero después de la derrota del domingo imagino que vendrán a por todas, así que intentaremos ponérselo lo más difícil posible.
Pepe y Coentrao son baja oficialmente para el partido... ¿qué supone esto para el Racing?
Bueno, creo que son dos piezas fundamentales del Madrid hoy en día, pero ya conocemos todos la plantilla del Madrid y si no juega Pepe lo hará Raúl Albiol o cualquier otro central, y por Coentrao lo hará Lass Diarra... Así que creo que ellos no le podrán poner muchas pegas a estas bajas.
De hecho, el Madrid demostró que tiene mucho problemas para atacar a defensas bien trabajadas tácticamente, ¿el Racing se fijará un poco en el juego del domingo del Levante para intentar ganarles?
Sí que es una buena opción jugarle al Madrid como el Levante, porque su fútbol es bastante parecido al nuestro. Intentaremos tener una defensa bastante sólida para no encajar gol y salir a la contra. Está claro que el Madrid empujará mucho y nos meterá atrás, pero si podemos defender como lo hizo el Levante, nos vendrá muy bien para intentar aprovechar una contra.
Sin embargo, últimamente parece que el Sardinero es un campo asequible para el Madrid, ¿qué cree que le viene faltando al equipo para conseguir sacarle puntos al Madrid?
Son equipos muy difíciles, que aunque estés al 100% o lo hagas muy bien, una que tengan te la pueden marcar. La clave será que ellos fallen las ocasiones que tengan y nosotros las aprovechemos. Nosotros seguramente tengamos pocas, pero deberemos estar finos para poder meterlas.
En definitiva, que el Madrid no tenga su día...
"Intentaremos tener una defensa bastante sólida para no encajar gol y salir a la contra. Está claro que el Madrid empujará mucho y nos meterá atrás, pero si podemos defender como lo hizo el Levante, nos vendrá muy bien"
Bueno, algunas ocasiones tendrán seguro... Vamos a intentar que tengan las menos posibles y salir nosotros a la contra, de manera que las que tengamos sean efectivas y podamos hacer algún gol.
Hoy os espera el Madrid y de aquí a unas pocas semanas, el Barcelona en el Camp Nou ¿Después del 8-0 del otro día qué piensa un jugador del Racing? ¿Se motiva más, se preocupa?
Yo soy joven, pero en estos partidos no nos puede faltar ningún tipo de motivación. Son de los mejores jugadores del mundo y una de las mejores plantillas. Así que saldremos al campo a darlo todo y que luego no se nos pueda decir que nos ha quedado algo dentro. Si uno lo da todo y sale convencido de ello, será su máxima aportación al equipo y no deberá salir con dudas al campo.
Se viene hablando mucho últimamente de la Liga dual de Barcelona y Real Madrid, aunque los resultados iniciales lo están desmintiendo, ¿cree que hay tantas diferencias entre ambos y el resto como parece a priori?
Por equipo y jugadores yo creo que sí hay muchas diferencias. Son los dos mejores equipos de esta Liga y creo que del resto de Europa y del mundo. Pero ya se ha demostrado en los partidos del Madrid contra el Getafe y el Levante o del Barcelona contra la Real Sociedad que no son invencibles. Así que, mientras haya alguna posibilidad, hay que agarrarse a ellas y aprovecharlas.
A nivel personal, ¿qué tal está siendo la experiencia de estar en Primera División para un jugador de 21 años?
Es un sueño que llevo persiguiendo toda la vida, desde niño. A mí me tocó debutar de la mano de Marcelino y este año me toca asentarme en una plantilla en la que de momento Cúper está confiando en mí. Así que yo creo que no le puedo pedir más a esto del fútbol, por lo que a ver si puede ser una buena temporada para mí y el equipo y podemos tirar para arriba todos.
¿Y qué tal lleva eso de ser titular en el equipo?
Estar en Primera para mí ya es todo un lujo, pero ya jugar de titular en muchos partidos es lo más para mí. Yo voy a intentar seguir convenciendo al míster, hacerlo lo mejor posible y ojalá pueda jugar muchos partidos este año.
¿Qué supone para usted jugar ante el Madrid, un equipo tan importante y con tantas estrellas?
Es lo máximo en el mundo del fútbol. Tengo la oportunidad de hacerlo y ojalá salga bien. Lo veo como una motivación extra y no veo mejor cosa en este deporte que poder jugar contra los mejores.
Para acabar, ¿se anima a dar un pronóstico para el partido de hoy?
Rascar algún punto en el Sardinero no estaría nada mal. Pero si se puede ganar, mejor, ¿eh? (risas).

viernes, 16 de septiembre de 2011

Un faro intermitente

Mesut Özil. Un nombre que, para aquellos que no siguen mucho el fútbol europeo, empezó a sonar con fuerza hace 14 meses, cuando este mediapunta comenzó a dirigir el timón de la nueva Alemania de Low. Su aparición fue tan fulgurante que Florentino Pérez se quedó prendado de su talento y decidió apostar fuertemente por él, aunque aún no hubiera cumplido los 22 años. Y es que este alemán de ascendencia turca pintaba para crack y su juventud encajaba a la perfección con el nuevo proyecto madridista.
De esta forma, 15 millones de euros tuvieron la culpa para que Özil cambiara el verde del Werder Bremen por el blanco del Real Madrid. Por delante tenía la aventura de consagrarse en la meca del fútbol mundial, en el club más grande de la historia. Y a fe que lo ha ido haciendo, en gran parte por su talento innato y en menor medida por el sitio que le ha cedido Kaká. Porque en ausencia del astro brasileño, el Madrid ha encontrado en el teutón a su genio, a un jugador diferente que, aunque ya da mucho, aún promete una eclosión futbolística memorable.
Un año después de su llegada, Özil ya está amoldado al equipo y a la ciudad. El mediapunta es claro titular en los esquemas de Mourinho y la afición le adora por su juego y su dedicación. Es la gran baza del madridismo para el próximo lustro y la selección alemana le fía sus esperanzas para poder derrocar a esta estratosférica selección española. Y todo ello, con solo 22 añitos. Toda una carrera por delante, toda una historia de grandeza madridista por forjar.
De hecho, algunos ya especulan con una candidatura futura a ganar el Balón de Oro. El chaval tiene madera, desde luego. La calidad se tiene o no se tiene. Y este la posee a raudales. Su juego destila una sencillez sorprendente, pues Özil es capaz de jugar y hacer jugar con una facilidad inusitada. El espectador presencia su fútbol y no ve dificultades en su ejecución, porque este jugador tiene la facultad de percibir con sencillez lo que para el resto de los mortales es un problema complejo.
Pero mesura. Porque Özil no es un jugador perfecto. Es un diamante en bruto sin pulir. Una joya con muchas aristas, que brilla a ráfagas mientras hay veces que ni se la ve aparecer. Intermitente, en definitiva. Su fútbol adolece de continuidad, su facilidad para desaparecer es similar a la que tiene para dar asistencias de oro. Lo mismo se marca un partidazo en la Romareda, multiplicándose en las tareas defensivas, como pasa desapercibido en Zagreb. Todo con diez días de diferencia.
Liderazgo, perseverancia, continuidad, personalidad, dominio de la situación. Quizás, a su edad, esto sea mucho pedir. Pero son aspectos que marcan la diferencia, las fronteras, entre ser muy bueno y ser el mejor. La historia ha escrito con letras doradas los nombres de Di Stéfano, Pelé, Cruyff, Maradona o Zidane. En cambio, otros como Laudrup, Van Basten, Ronaldinho, Rivaldo o Bergkamp, entre otros muchos, van a ser recordados por su calidad y por su incapacidad para mantener su regularidad máxima más allá de un puñado de grandiosas temporadas. Unos secundarios de lujo en tiempos de grandes actores, en definitiva.
La cuestión es convertirse en el referente de una generación o vivir a la sombra de otros. Özil tiene bases para ser de los primeros, pero de las próximas temporadas dependerá que no acabe en el grupo de los segundos. Desde luego, con gente como Messi no lo va a tener nada fácil, si bien el hecho de ser el motor del nuevo Madrid le coloca en una buena zona de salida para intentarlo. Ojo por tanto, porque los próximos años prometen un duelo para el recuerdo entre el argentino y el alemán. Pero paciencia. Porque antes, Özil debe medir cada paso, ganar en fortaleza. Y seguir aprendiendo y descubrir que en el fútbol, una cabeza amueblada puede ser la diferencia entre ser un 'crack' y ser uno de los elegidos.

lunes, 12 de septiembre de 2011

Despacito y con buena letra

Principios de temporada y el Barça vuelve a las andadas. El conjunto de Pep Guardiola es de esos a los que les cuesta arrancar, de los que acumulan los pinchazos al principio para luego ponerse a punto y acabar la campaña como un tiro. Por eso, este es el momento para que el Real Madrid empiece a coger rentas en la clasificación que, a larga, puedan resultar definitivas para el devenir de la Liga.
El pinchazo del Barcelona el pasado sábado en San Sebastián puede servirle de cura de humildad a los culés. Porque, aunque es entendible que Guardiola quiera dar descanso a sus jugadores tras el llamado 'Virus FIFA', lo que no es normal es que lo haga de una manera tan patente, dejando a gente como Iniesta, Villa o Messi en el banquillo. Y es que el técnico catalán parece empeñado en presumir de fondo de armario y resulta que, al final los suplentes puede que no den la talla que un club como el Barça necesita. Consecuencias de tener una excelente, pero corta y descompensada plantilla.
Sea como fuere, Guardiola parece estar empeñado en que sus estrellas lleguen frescas a los meses de abril y mayo. Es decir, a los momentos en los que se decidan la Champions y la Copa. En cambio, la Liga se está decidiendo desde ya, jornada a jornada y paso a paso. Por eso, cualquier ventaja que se consiga respecto al eterno rival debe ser valorada como un bien preciado. Desde hace un par de temporadas nos encontramos ante un campeonato bipolar donde ninguno de los dos grandes se suele dejar más de 21 ó 22 puntos. En consecuencia,estos dos puntos de ventaja en la segunda jornada deben ser apreciados en su justa medida.
En cambio, se medirán en breve al Barça el Osasuna (casa), Valencia (fuera), Atlético (casa), Sporting (fuera) y Racing (casa). O lo que es lo mismo, un calendario más complicado que el blanco. Por eso, es posible que los culés se dejen algún punto más por el camino en las próximas semanas, hipotético que debería saber aprovechar el Madrid. La experiencia de los últimos años dice que este Barcelona es menos Barcelona hasta diciembre, momento en el que coge un ritmo difícil de seguir. Y para cuando ese momento llegue, el Madrid debe tener un colchón de puntos ganado en estas primeras fechas, aprovechando la mayor debilidad azulgrana.
No hay que engañarse con ello, desde luego. Quedan todavía 36 jornadas de Liga, pues esto no ha hecho más que empezar. Pero, como digo, el Madrid debe cuidar de esos dos puntos como un botín de gran valor. Las ventajas están para saber administrarlas y los de Mourinho tienen que aprender a hacerlo. De hecho, las próximas jornadas se prometen propicias para ello. En las próximas semanas, al Madrid le esperan el Levante (fuera), Santander (fuera), Rayo (casa), Espanyol (fuera) y Betis (casa). Todos ellos conjuntos propicios para sumar los puntos de tres en tres.
En cambio, se medirán en breve al Barça el Osasuna (casa), Valencia (fuera), Atlético (casa), Sporting (fuera) y Racing (casa). O lo que es lo mismo, un calendario más complicado que el blanco. Por eso, es posible que los culés se dejen algún punto más por el camino en las próximas semanas, hipotético que debería saber aprovechar el Madrid. La experiencia de los últimos años dice que este Barcelona es menos Barcelona hasta diciembre, momento en el que coge un ritmo difícil de seguir. Y para cuando ese momento llegue, el Madrid debe tener un colchón de puntos ganado en estas primeras fechas, aprovechando la mayor debilidad azulgrana.
Así que hagamos las cosas despacito y con buena letra. El Madrid debe plantearse cada partido liguero como una final, poniendo especial cuidado en aquellas salidas que invitan a la relajación. La temporada pasada no se tuvo la actitud necesaria ante equipos como el Levante, Deportivo, Almería, Mallorca y Osasuna y eso costó una Liga. Por lo que evitemos caer en los errores del pasado y vayamos a por el campeonato desde el primer día. Porque si no, el equipo correrá el riesgo de espabilar cuando ya sea demasiado tarde.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Una preocupación latente

Haciendo un balance de la pretemporada recién finalizada, hay pocas dudas sobre que la gran revelación del Real Madrid ha sido Karim Benzema. Tanto que, a día de hoy, ya nadie duda de que el francés debe ser titular en la punta del ataque merengue, muy por delante del otro gran candidato al puesto, Gonzalo Higuaín.

El delantero galo se ha ganado el puesto a base de fútbol y goles. A sus 23 años, Benzema se ha destapado como el jugador que todo el madridismo llevaba dos temporadas esperando: un delantero de talento, con olfato goleador y recursos para hacer jugar a sus compañeros. En definitiva, una estrella en ciernes que solo necesita de una gran temporada para confirmarse como uno de los mejores futbolistas del mundo. Porque con él, las dudas se han acabado. Unas dudas que, sin embargo, lejos de irse, se han transferido a otro jugador de la plantilla.

Me refiero, precisamente, a su alternativa para el puesto de '9'. A Gonzalo Higuaín. O a la sombra de él, porque ésta es la que parece estar usurpando ahora mismo su puesto en la primera plantilla. Concluidos los dos meses de preparación del equipo, el Real Madrid sigue esperando al argentino, a aquel delantero que maravilló en sus primeros cuatro años en el club blanco. Porque, a estas alturas, no se atisba ni rastro del jugador que enamorara a la afición por su garra y entrega, por su capacidad para no dar por perdidos los partidos cuando el crono se empeñaba en decir lo contrario.

Pero para llegar a esta situación, ha habido una clara culpable. Se trata de su lesión, la dichosa hernia discal que le amargó la temporada pasada. Corrían las horas previas al funesto 'Clásico' del último noviembre cuando Higuaín desapareció de pronto del equipo, justo cuando era el delantero titular y se había ganado el derecho a no ser cuestionado. Primero unas molestias de espalda, luego la confirmación de la hernia, después un tratamiento conservador, finalmente una operación. Y desde ahí, cuatro meses de baja, tiempo que realmente podría extenderse a los nueves meses.

Lo digo porque, desde que volviera a los terrenos de juego, los aficionados no han visto a un Higuaín que reconozcan. Sobre el campo ha estado un buen jugador sí, pero también alguien lento, fuera de forma y, quien sabe, lastrado todavía por la lesión de espalda. Bien es cierto que el 'Pipita' estuvo en la Copa América y tuvo buenas apariciones, como en los cuartos ante Uruguay. Pero, ni mucho menos, actuaciones del nivel al que tiene habituado al Real Madrid.

Luego vino la pretemporada con el club merengue, con sus intermitencias en las apariciones y algún gol suelto, anotado en la gira asiática. Pero el fútbol de Higuaín seguía sin chispa, lo cual preocupaba a Mourinho y al propio jugador. "He sufrido tanto para volver que ahora estoy disfrutando más que nunca. El año pasado no pude estar al máximo, luego tuve que dejarlo por una desgracia, pero ahora he vuelto. Siempre trataré de dar el máximo al club y a sus hinchas que me han tratado muy bien" decía hace apenas un mes el jugador.

Por tanto, no cabe duda de que el 'Pipa' va a seguir dándolo todo en el campo para volver a ser el que fue. Un año más, tiene ante sí la obligación de demostrar que ha nacido para jugar en el Real Madrid. Y él sabe muy bien cuál es el camino para lo lograrlo, pero está por ver que el físico le responda. La espalda es una zona clave para un jugador y su influencia parece no haber desaparecido en su rendimiento. Aunque él es joven y su sino es superar las adversidades. Ojalá así lo haga, porque si el Madrid quiere acabar siendo el triunfador de la temporada, necesita mucho del 'Pipa'. Y así, de paso, nos quita a algunos la preocupación que tenemos sobre su recuperación.